Contribuyó con la música, la pintura, la literatura, con obras de la narrativa; la mayor parte de su legado alcanzó gran realce en puestas radiales, aportando parte de su identidad cubana a cada una de sus creaciones.
Nace el 31 de marzo de 1892. La familia de Caignet Salomón acaudalada de origen franco-haitiano, mulatos todos se asentaron en el Siglo XIX en la zona agrícola de Santa Rita de Burene, antes perteneciente al municipio San Luis, actualmente a Palma Soriano. A los siete años de edad se establece con su familia en Santiago de Cuba. Aunque desde adolescente escribe versos sentimentales, todavía no imagina. Desde muy joven manifestó su personalidad eminentemente original y creadora. Nunca realizó estudios musicales. Hizo literatura y periodismo. Fue mecanógrafo, oficial de sala en el tribunal de Santiago, cantante, ventrílocuo.
Colaboró en la revista habanera Teatro Alegre, a la que reportaba el quehacer artístico de Santiago de Cuba. A partir de 1918, El Diario de Cuba, lo reseña como miembro de la Asociación de Reporteros y le asigna una sección titulada Vida Teatral, que asume con su primer apellido.Llega a La Habana por vez primera en 1920 gracias a la invitación que le envía Enrico Caruso para que presenciara sus ocho funciones, la que acompaña con un giro por doscientos pesos para los gastos. Detrás de este hecho hay una hermosa anécdota. Así la relata Oscar Luis López:
«…En ocasión de estar el tenor italiano Enrico Caruso actuando en el Metropolitan Ópera House, Caignet le escribe y le envía una acuarela criolla pintada por él. Además le pide que le mande su autocaricatura, pues conoce que él es caricaturista. El célebre tenor se la envió… Cuando en 1920 Enrico Caruso viene a La Habana para actuar en el Teatro Nacional, Caignet le escribe nuevamente, diciéndole que lamenta no poderlo oír personalmente, pero que su situación económica no le permite ir desde Santiago de Cuba a La Habana…”
Muerte
Muere en La Habana, el 25 de mayo de 1976. A su memoria, y frente al féretro que desciende a la tierra amada en el Cementerio de Colón, se dejan escuchar como en un susurro, las notas de Te odio, su canción más popular, y seguidamente, Sin lágrimas, cantadas a capela por el Dúo de las hermanas Martí. Germán Pinelli y Raúl Selis despidieron sus honras fúnebres.
El 25 de diciembre de 1992, sus restos fueron trasladados a la Ciudad de Santiago de Cuba atendiendo a su deseo de
”Descansar junto a mis padres, frente a las lomas de El Caney”.
El avión Yak 40, detiene sus motores en el Aeropuerto Internacional Antonio Maceo, desde allí sus restos son acompañados por el pueblo hasta La Casa de la Ciudad sede del Gobierno, donde se produce una sentida manifestación popular que encabezan trabajadores de la Radio de las cinco provincias orientales. En el lugar donde descansarían sus restos, el Coro Madrigalista interpreta dos de sus obras imperecederas: Te odio y Frutas del Caney.
Escritor, músico, poeta
Félix B. Caignet se trasladó para La Habana y allí tuvo el privilegio de participar en tertulias literarias, continúa escribiendo además para las revistas El Fígaro y Bohemia y el periódico El Sol.
En 1920 comienza a proyectar las narraciones infantiles que dieron lugar más tarde a la creación de Chilín y Bebita, que primeramente publica en la prensa plana y después, son adaptadas de acuerdo a la dramática sonora de la década del treinta, que tiene su antecedente en el radioteatro. Con el tiempo el programa comienza a llamarse Chilín, Bebita y el enanito Coliflor, en alusión a un simpático personaje que dentro de la trama llega a destacarse mucho. Fueron deliciosos cuentos que siguieron el estilo de los viejos cuenteros, tan populares en el Santiago del Siglo XIX.
El escritor, compositor y músico llega a la radio a través de la CMKC, de su ciudad natal a principios de los años treinta, cuando ya se perfila también, como compositor prolífero musical. Su primer programa se denominó: ‘Buenas Tardes Muchachitos, que contenía cuentos de su autoría. Con ello introduce el ingrediente de la radiocomedia infantil de continuidad. Escribió y recitó por radio poemas de tema negro, hasta sale a la luz el primer serial dramático y policíaco de América Latina, que dio inicio al espectáculo radial episódico, al poner en antena por vez primera en 1934, a Chan Li Po, con el título La Serpiente Roja, con la actuación protagónica de Aníbal de Mar. Surge además el narrador radial que en aquella ocasión fue oficiada por Matías Vega Aguilera.
Félix B Caignet vuelve a La Habana en 1936 y después de algunos obstáculos logra que Radiodifusión O´Shea someta a Chan Li Po a la radioaudiencia, con Mercedes Díaz y Carlos Badías como pareja protagónica, Marcelo Agudo, narrador y por supuesto Aníbal de Mar que interpreta a Chan Li Po. Se mantiene siete meses en el aire hasta que Caignet parte hacia Argentina a cumplir un contrato de la firma Ypana.
De regreso a Cuba, en 1938, pone en el aire nuevamente a Chan Li Po, esta vez por la COCO, patrocinado por la firma Sabatés SA. y utiliza a Oscar Luis López en el papel de Chan Li Po. Precisamente allí se inicia Oscar Luis como actor. Este espectáculo se mantiene hasta 1941. En el propio año se transmite por RHC Cadena Azul Aladino y la lámpara maravillosa, con la firma de Caignet. El 5 de junio de 1944 comienza en CMQ, El precio de una vida, novela que protagonizan María Valero y Carlos Badías.
Entre sus obras más relevantes se adicionan, en 1946, por la Cadena Azul, El ladrón de Bagdad con Consuelito Vidal y Raúl Selis como protagonistas; y Peor que las víboras con Carmen Ignarra, Mercedes Díaz y Santiago García Ortega, como principales.
Caignet escribió unas 200 comedias y sobre 300 obras musicales: sones, guarachas, boleros, guajiras, música infantil, decenas y decenas de composiciones de honda raigambre cubana surgen de su fecunda inspiración. Tal vez las más conocidas son: Frutas del Caney, estrenada por Franz Antúnez y popularizada por el Trío Matamoros, Te odio, que recrea Rita Montaner, el 18 de abril de 1928 en el Teatro Payret, en la Habana; Carabalí, Montañas de Oriente, Quiero besarte, Mentira, En silencio.
El 1 de abril 1948 las ondas de la CMQ trasladan el suceso dramático radial más importante de la década, El derecho de nacer, con María Valero-Minín Bujones y Carlos Badías, secundados por un elenco envidiable, donde sobresalen Nenita Viera, Lupe Suárez, Xiomara Fernández, José Goula, Enrique Santiesteban, Carlos Paulín, y el estilo de narración de Luis López Puente, presente también en todas las obras de Caignet, o sea, «hablar en metáfora» como asegura el autor, que se impone también en el hacer radial de América Latina.
Novela «El Derecho de Nacer»
Con esta novela Félix B. Caignet llega a la fama, primigenia en Cuba, América y el Mundo: El Derecho de Nacer, paradigma de las telenovelas en el archipiélago cubano.
Esta obra resultó de tal impacto que por ella llegaron a suspenderse secciones del Congreso de la República y cambiar el horario de iglesias. Alcanzó resonancia internacional en filmes y versiones de radio y TV, fue escrita en la década de los años 40 del pasado Siglo XX.
En ella existe un hecho no solo poco conocido, sino también poco divulgado. Caignet escribía diariamente los libretos y por las noches se radiaban a través de la emisora CMQ , propietaria del señor Goar Mestre y Hermano. Desde los primeros momentos, esta novela suscitó en Cuba y más tarde en el extranjero un enorme interés en toda la población. Se daba el caso que muchos cines y teatros, para que el público asistiera a las funciones, a la hora del comienzo de la novela, cortaban la producción cinematográfica mientras aquella se radiaba. Si no lo hacía de esta manera la asistencia de público era muy escasa. La inmensa mayoría de los personajes de la novela se habían adentrado en el alma de los radioyentes.
Entre estos personajes existía el de Don Rafael del Junco, que había “pegado” sobremanera en la radioaudiencia. Al actor que lo personificaba, parece que el señor Mestre no le abonaba lo que él creía merecer o aprovechándose de esta circunstancia trataba de lograr un aumento salarial, por lo que se decidió ver a Goar y solicitarle el aumento, el que rápidamente fue denegado. Dada la situación creada, el actor le hizo saber al propietario radial que desde ese momento dejaba de interpretar susodicho personaje. Mestre llamó a Caignet y le hizo saber que se deshiciera inmediatamente del personaje mencionado. El escritor trató de convencerlo de lo que significaba para la novela, pero no logró hacerlo cambiar de idea. Este quedó sumamente disgustado con lo sucedido, pero producto a su gran inteligencia se le ocurrió producir en la trama un trauma a Don Rafael que le hiciera perder el habla y eliminarlo provisionalmente de la misma, mientras él trataba de convencer a Goar de acceder al aumento salarial solicitado.
Así lo hizo y Don Rafael desapareció del aire radial, aunque en ocasiones aparecían en la trama algunos sonidos naturales que se decían eran producidos por Don Rafael que trataba de hablar. Fueron pasando los días, las semanas, pero en vez de perder popularidad el personaje, ésta aumentaba. Se daba el caso, que por una razón u otra un radioyente que no podía escuchar la novela una noche cualquiera, por lo regular lo primero que hacía al levantarse era preguntar “si ya había hablado Don Rafael el Junco”. Producto a todo ello y mucho más, el señor Goar Mestre se vio en la imperiosa necesidad de otorgar el aumento solicitado por el actor y es entonces que con la intervención de la ciencia habla Don Rafael del Junco.
En el capítulo 199 de El derecho de nacer, la protagonista María Valero, falleció a causa de un accidente de tránsito al cruzar la Avenida del Puerto, el 26 de noviembre de 1948. La sustituyó la también destacada actriz Minín Bujones que protagonizó la novela hasta que culminó en el capítulo 314.
Otros momentos importantes de su hacer radial lo tenemos el 23 de agosto de 1948, cuando se transmite Ángeles de la calle con las actuaciones de Ramón Veloz, Coralia Fernández, Marta Falcón y Antonio Hernández. Pobre Juventud con Marina Rodríguez y Eduardo Egea, Carlos Paulín, Antonia Valdés, entre otros, se transmitió en 1957 por el Circuito CMQ. También estas frecuencias trasladan en 1958, la última novela de su extensa producción, La Madre de todos, con Carmelina Bandera, Yolanda Fabián, Ricardo Dantés y Eduardo Egea, en los papeles principales.
Félix B. Caignet une a sus grandes méritos el de ser un genuino innovador de la radio. Con él surge para Cuba y América toda, el espectáculo radial de continuidad; el género detectivesco; el suspenso; el falso suspenso y el narrador, que antes no se concebía, y que constituye un factor vital de una estructura novelística. Con el narrador se abren nuevas fuentes a la locución en dimensiones de mayor rigor estético. A esto hay que añadir la redundancia y la reiteración, fundamentales en la difusión radial de los libretos de este escritor sagaz y legítimo hombre de radio.(Ecured)
Confesiones
Al referirse a su obra radial, Félix B. Caignet solía decir:
«Yo lo que hice fue aprovechar la emoción popular para sembrar algo de moral, algo de bien: en Chan Li Po, combatí la marihuana; en Ángeles de la calle protesté por la niñez desvalida, y en El derecho de nacer, contra la discriminación racial. O sea escribí cosas que la Revolución después llevaría adelante.»
Casa de Cultura Félix Benjamín Caignet
Fuentes Utilizadas:
Revista Bohemia.cu
Infomed
Catalogo de la obra de Guarionex Ferrer Estiu. Museo 29 de abril Municipio San Luis.
Cardona Alemán, Andrés. La música del grupo Cañambú como fenómeno cultural de la comunidad de San Luis. Tesis de Grado.