La Radio fue mi primer amor

Cuenta que la pasión por el medio nació en su infancia, cuando entró por primera vez a una emisora, la antigua Radio Camagüey, desde donde se convocó al pueblo a la huelga del 9 de abril de 1958.

A partir de entonces, supo que su destino estaría muy ligado a la Radio.

«Comencé a los 18 años de edad en el Grupo Dramático. Recuerdo que en el tribunal del examen estaba el actor Alejandro Lugo -actualmente fallecido-, quien había venido desde la capital a asesorar a este colectivo. Fue él quien me aprobó».

«Comencé de manera oficial en el mes de diciembre de 1969, pero interrumpí la carrera como actor al ser llamado a las filas del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT) por cinco años. Sin embargo, no me desvinculé de la Radio; comencé entonces a escribir un programa que se transmitía por Radio Cadena Agramonte, que se conoció como Camagüey año 1, 2, 3, 4… y así consecutivamente hasta el 33, y que se dedicaba a divulgar las actividades del EJT».

«Yo comencé a escribir a partir de la quinta edición, y cuando Luis Manuel Mazorra, voz titular del espacio, estaba de vacaciones, yo lo reemplazaba en la locución. Esos fueron mis inicios como tal».

A partir de entonces, Morán se convirtió en el locutor por excelencia de muchos programas informativos, entre ellos, uno de los espacios de mayor audiencia en Radio Cadena Agramonte: Meridiano.

«Cuando concluyó mi vida militar, sentí que la locución me había atrapado para siempre. Por eso decidí volver a la Radio; esta vez específicamente en Radio Cubitas, por el período de un año y 18 días. Allí hice de todo, aquello fue una verdadera escuela para mí: un joven lleno de inquietudes y con sed de conocimientos».

«En lo adelante, realicé diferentes programas, pero la verdad es un orgullo haber estado entre los que iniciaron Meridiano el 18 de noviembre 1985. Yo estuve allí gracias a la confianza que me tenía su director, Luis Orlando Pantoja, y compartí micrófonos con el desaparecido locutor Homero de Dios Suárez».

«Además de Meridiano, fui fundador del Gigante musical de la madrugada, surgido el 19 de abril 1984, como uno de los locutores titulares. Eran cuatro horas detrás de un micrófono haciendo de todo: presentando noticias, comentarios, música; en fin, fue también una escuela para mí».

«No tardé en darme cuenta que para trabajar en la Radio no basta una voz bonita, también es necesario equiparse de la capacidad de improvisar, para salir airoso en situaciones inesperadas en la transmisión. Sólo así entendí el alcance y la magia de ser locutor».

De obligatoria referencia al hablar del trabajo de Jorge Armando Morán en Cadena Agramonte es Zafra Musical, programa al que dedicó una parte considerable de su vida.

«Zafra Musical me marcó de manera muy especial. Fue el espacio que me dio a conocer y me permitió sentir el calor del pueblo, compartir con la gente, visitar centros laborales, escuelas, cooperativas, desde donde transmitíamos el programa. Lo considero el pináculo de mi vida como locutor; todavía siento el deseo de estar detrás del micrófono. Pero ya llegó el momento del relevo».

«En general, me siento emocionado cuando hablo de la Radio porque es toda mi vida. En este momento de mi profesión agradezco a dos personas que contribuyeron a mi desarrollo: Luis Orlando Pantoja Veitía, creador del programa Meridiano; y a José Aurelio Martínez Estévez, por la confianza depositada en mí para conducir programas y, especialmente, narrar espacios dramatizados».

¿Qué significa Radio Cadena Agramonte para Morán?

«En el corazón del pueblo, ese eslogan que por años se ha escuchado por las frecuencias de Radio Cadena Agramonte, es realidad desde el día que se fundó la emisora, el domingo 9 de junio de 1957, en la calle Avellaneda número 215 (altos). Me enorgullece ser parte de eso; pero también soy consciente de que ello supone un gran compromiso: el de hacer una programación de calidad».

¿Qué le dice, pues, a las nuevas generaciones?

«A los jóvenes, ante todo, que deben preguntarse por qué quieren trabajar en la Radio, por qué les gusta la Radio, si pueden vivir para la Radio y no vivir de la Radio, y sobre todo, que se superen constantemente. La Radio es constancia».

Específicamente a los locutores jóvenes, ¿qué recomienda?

«Yo leS digo a los muchachos que tienen inquietudes por la locución que deben leer todo los que caiga en sus manos, saber cuál es la noticia más importante de la provincia, del país y del mundo, estar actualizado de todo, eso determina la calidad del producto que llevamos por las frecuencias sonoras».

«Un buen locutor debe tener buena dicción, buena pronunciación, leer bien y la constancia en la superación, eso te permitirá ganar en seguridad».

«La Radio es un medio de comunicación muy hermoso, porque el solo hecho de saber de que a través de un micrófono pueden escucharte miles de personas, es la más linda de las sensaciones».  

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