Una mujer, la radio, un micrófono

Recibió el Micrófono de la Radio Cubana, una de las más altas condecoraciones que entrega el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) a quienes por su trayectoria lo merecen. Ella es una de estas personas. Mujer de radio que ama su labor y enseña en cada palabra que dice.

Ternura mezclada con sacrificio. Desvelos y quimeras que ya no lo son, forman parte de esta mujer. Destaca además por su modestia, sencillez, honradez y disposición para ayudar, enseñar, guiar. Ofrecer lo que sabe la llena de placer y está feliz por ver germinar el fruto de su labor como profesora de locución en la emisora Radio Ariguanabo.

Hoy es condecorada. Sabe el alto honor y prestigio que encierra en sí mismo este premio, este micrófono que resume toda una vida consagrada a la profesión de locutora en un medio que exige inmediatez, estudio, preparación profesional e intelectual. Un medio que llegó para quedarse en el corazón de la gente, tal como lo hace en cada programa.

Ya es premio De Mérito de la Radio Cubana. Y ahora es acreedora del Micrófono de la Radio. ¿Qué vendrá después que no la llene de satisfacción, orgullo y compromiso? Eso no lo sabemos. Solo sabemos que es paradigma de los locutores en la provincia de Artemisa y que su nombre queda en la historia de la radio cubana. Se llama Magaly Pérez y es mi amiga. A ella dedico esta crónica, merecida, tal vez soñada o mejor todavía, necesaria.

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