Su mensaje se compara con los puentes que salvan las distancias y se erigen sobre los abismos. Sus palabras alumbran – como el sol- cada mañana a todos los hogares cubanos para sanar, no sólo al cuerpo, sino también el alma.
Lo conocí en uno de los pasillos de Radio Rebelde, con su guayabera azul y su más gentil sonrisa. «A Cecilio sólo lo encuentras de cuatro a nueve de la mañana» , me aseguraban algunos, pero ese miércoles no… porque estaría – pasadas las diez- impaciente a la espera de esta entrevista.
Nacido de una madre ama de casa y de un padre zapatero, aprendió desde pequeño el amor a la faena. Como él mismo dijera «Mi padre me dijo siempre que lo que caracteriza al hombre honrado es el trabajo.»
El aprendiz de trompeta para complacer a su abuela, es hoy, uno de los radialistas más reconocidos de Radio Rebelde, actual colaborador con la agencia Prensa Latina y guionista de un espacio dedicado a la Asociación de Combatientes de la Revolución cubana (ACRC).
Con una vida consagrada a los micrófonos, le ofrece hoy al Portal de la Radio Cubana sus más sinceros criterios acerca del medio y de su vida.
¿Siempre mostró interés por la radio o entró a ella por casualidad?
La radio la llevo por dentro. No fue sólo casualidad. Al triunfar la Revolución Cubana empecé a desempeñar múltiples tareas políticas y sindicales dentro de la Central de Trabajadores de Cuba. Fue entonces cuando me adentré en labores de zafra y en centros de acopio. Fue aquí donde me inicié como periodista entrevistador de los macheteros, en la emisora Radio Surco, de Ciego de Ávila allá por los años 68. Ahí aprendí a conversar con personas al aire, en vivo y sin ningún guión.
Luego la vida me llevó a laborar en la revista Juventud Técnica de la Unión de Jóvenes Comunistas y ahí también adquirí experiencia, pero ya en la prensa plana. Luego, por las deficiencias económicas que atravesó la isla – la crisis del papel- pasé a trabajar a Radio Rebelde, y desde entonces no he dejado de hacer radio.
¿Qué lo enamoró del medio?
Su fantasía –respondió sin pensar. Lo increíble de llegar hasta muchas personas al mismo tiempo. La radio busca que los oyentes te encuentren. Porque a veces uno se encuentra con personas en la calle que te dicen: «Usted es el que habla por radio, el de los consejos sobre medicina natural». «Usted me curó» me dijeron en cierta ocasión y eso me satisface y me lleva a trabajar con deseo. Eso es lo que he hecho y seguiré haciendo.
Haciendo Radio (HR) le abrió las puertas al medio sonoro. Allí se inició como radialista, y aún continúa en este estelar informativo de Rebelde. En su opinión ¿Cuánto ha avanzado o retrocedido este espacio, desde su comienzo hasta hoy?
Yo pienso que HR avanza constantemente. Por ahí han pasado muchos pilares de la radio cubana que no se pueden desconocer como Roberto Canela «La voz de la noticia», Carlos Rafael Jiménez, «El caballero de la calle», la estelar Gladys Goizueta, entre otros. HR fue siempre un colectivo unido, una especie de familia, y tal vez ahí radique su éxito.
Yo recuerdo a compañeros como Arleen Rodríguez, Antonio Moltó Martorell, y a otros tantos, que han sido piedras angulares para que el programa se mantenga en la preferencia del público. Pero no solo aquellos, sino también los nuevos pinos que lo elevan cada día más. Yo creo que HR no va a decaer. Se mantiene informando y atendiendo a la población con el principio de que Radio Rebelde es una emisora del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
¿Cómo se forma en ti la vocación por la Medicina Natural y Tradicional (MNT)?
En la revista Juventud Técnica comencé a atender la correspondencia y para dar respuesta a algunos de los planteamientos de la gente, tuve que trabajar con eminentes científicos de los cuales aprendí mucho. Eso dio pie a que Albertico Fernández, ex director de HR, me ofreciera un espacio en el programa para enfrentar el déficit de medicamentos que tenía el país como consecuencia del bloqueo. Para ello me nutrí de especialistas y médicos pero también de la sabiduría popular. Poco tiempo después, observé que las personas resolvían sus problemas de salud.
Pienso que es necesario desarrollar la MNT en nuestro país, no como una alternativa, sino como necesidad. Yo aplico lo que en cierta ocasión el comandante Guillermo García dijo: «Yo soy hijo de la naturaleza. Yo estoy vivo gracias a la medicina verde.»
No podemos desconocer los avances de la medicina convencional, y del desarrollo científico-técnico de las ciencias médicas, pero tampoco hemos de olvidar que lo natural ayuda mucho y hemos comprobado eso en todos estos años. Este espacio ha ayudado a muchas personas y además incentiva a los especialistas a investigar sobre determinadas plantas.
¿A su labor como consejero sobre MNT pudiéramos llamarle periodismo especializado?
Por supuesto. La medicina verde es una variante ecológica y muy saludable. La MNT no es solo medicina verde como se conoce; es también la acupuntura, la quiropráctica, el masaje, la homeopatía, la terapia floral entre otras prácticas, lo cual requiere de mucha preparación por parte de los periodistas. Es necesario apropiarse del lenguaje y tratar de no cometer errores, porque con la medicina no se juega. Se requiere de mucha responsabilidad al asumir un espacio como este.
Como resultado de esta sección de HR en Rebelde usted ha alcanzado mucha popularidad entre la audiencia del país. ¿Cuánto interesa a Curbelo el reconocimiento de la gente?
Yo aplico lo que dijo Fidel: «La fama cabe en un granito de maíz». A mi me satisface cuando la gente me llama y me reconoce en la calle. A veces quiero descansar porque me levanto todos los días a las cuatro de la mañana, y no puedo, porque me llaman a todas horas. Pero después que me interrumpen el descanso, me doy cuenta que son personas necesitadas y en definitiva, las atiendo todo lo máximo que puedo. Y seguiré haciéndolo. Es una manera de vivir y de hacer bien. Para mi eso es lo más grande que puedo tener en la vida, no necesito más nada que trabajar hasta los últimos momentos de mi vida en Radio Rebelde, en Prensa Latina, y en la COCO. Trabajar, trabajar y trabajar, porque eso me da deseos de avanzar a pesar de la edad que tengo.
¿Cuál es la fórmula para estar en la preferencia de la gente?
Creo que la fórmula es trabajar con sinceridad y honradez. Saber ser modesto al momento de reconocer que no sabemos algo, y cuando lo sepamos, transmitirlo con el orgullo de poder ayudar a alguien. Cuando se trabaja así, la persona lo recibe con agrado y placer. No pensar en que te van a dar un premio o un estímulo, sino trabajar. Lo demás viene por añadidura.
A todos los jóvenes que empiezan en la radio, la locución y el periodismo les digo que trabajen con sinceridad, no por ganar un dinero, ni por cubrir un horario, sino por hacer un bien. Que no se conformen.