De casados… a cazados por el periodismo

De amores y desamores, ilusiones y desilusiones, andares y desandares, encuentros y desencuentros… de esos muchos y dispersos pedazos que componen la vida de un periodista, de esos asuntos que rara vez se hablan en los medios de prensa, versa esta ¿encuesta?

Lamento no haberlo hecho antes

Cuéntame algunas anécdotas…

Mirna Rodríguez Zúñiga: Redactora-reportera de prensa emisora “La Voz del Toa”“Momento desagradable… la noche del huracán Matthew, trabajando en la emisora, sintiendo todos los ruidos aterradores alrededor, a sabiendas de que tenía que seguir informando, como se pudiera, para el resto del país y el mundo, y pensando a la vez en lo que podía ocurrir en ese minuto en mi casa… mi casa que está cerca de una montaña, rodeada de un arroyo y a unos pocos metros del río Macagüaní. Con tremenda tensión tuve que trabajar esa noche, y trabajar bastante. Ha sido uno de los momentos más tristes y más dolorosos en los que yo haya tenido que ejercer el periodismo. Como también fue triste tener que esperar que amaneciera y salir a trabajar en otra Baracoa que no era la que yo conocía.

Puedo hacerte otra anécdota. Como a los tres días del paso del huracán estoy en las redes sociales y un amigo me pide que suba algunas imágenes del Toa antes del huracán. Cuando abro mis archivos, la primera que encuentro no era precisamente del Toa, sino de Quiviján. En la foto yo aparezco con el agua por encima de la rodilla y los brazos abiertos hacia el cielo, y en el pie de foto decía: ¡Miren mi paraíso natural! Aquella imagen parecía pintada de un verde reluciente, tan diferente de lo que era ahora Baracoa… En ese instante salieron las lágrimas que no brotaron la noche de Matthew ni al día siguiente, y al comparar esa foto con las imágenes que ahora tenía frente a mí, sentí una tristeza en el alma como si hubiera perdido un familiar.    

Momentos agradables… cuando alguien en la calle me ve y me dice: ´¡periodista!, yo quiero que usted me haga este trabajo porque usted hace trabajos críticos y me gusta. Yo tengo tal problema…´. Es decir, ven a uno como alguien que puede resolverle cualquier situación, aunque a veces no es así”.

¿Has sentido en algún momento que no se aprecia lo suficiente tu trabajo?

“No he sentido que mi trabajo no se tenga en cuenta porque cuando alguien te llama, lo mismo un oyente que un compañero o un directivo de la emisora, y te dicen: ´mira, este trabajo no te quedó bien´, no creo que se menosprecia mi trabajo. Cuando me critican me están dando a la vez un voto de confianza”.

¿Y cómo recibes esa crítica a tu trabajo? ¿Hasta dónde te sirve? ¿Estás consciente de cuánto te falta?

“Las dos jabitas (las críticas y los elogios) me sirvieron, me sirven y me van a servir. ¿Qué me ha faltado?… concientizarme de que el periodismo es una profesión muy completa, tienes que trabajar con inmediatez, pero al mismo tiempo, aunque no uses palabras rebuscadas, hay que hablar bien, tiene una técnica para manejar cada género. No creo que me falta preparación cultural porque la profesión que tenía antes (profesora) me ayudó mucho, pero sí me ha faltado agarrarme de otros elementos que me sirvan para mejorar mi preparación. Eso me faltó desde un inicio: ser menos productiva y dedicarle más atención al trabajo de mesa”.

¿En algún momento te has arrepentido de haber enrumbado tu vida hacia el periodismo?

«¡No!, para nada. Lamento no haberlo hecho antes. Creo que si al salir del preuniversitario hubiera ido a la universidad a estudiar periodismo, me sentiría ahora más complacida. Ni aun cuando he sentido que me han criticado fuerte, o cuando me han dado la nota más mala… en ese minuto me he sentido triste, pero no ha pasado por mi mente abandonar el periodismo o creer que nunca debí llegar a él. Y si me mantengo haciéndolo es por ese amor que profeso al periodismo».

Tal vez miedo al cambio

Al centro,  Maricel Reyes Pérez, Jefa de Grupo Informativo Emisora “La Voz del Toa”

¿Qué te ha sido lo más difícil en tu relación con el periodismo?

“¡Ah!… sin duda, ¡dirigirlo! Porque hay variedad de temperamentos, de formas de asumir las indicaciones de trabajo, una tarea, una crítica… y es difícil lidiar con personas que, aunque con un nivel cultural alto, tienen diferentes formas de pensar y de actuar también”.

¿Por qué si es tan difícil aún persistes?

(Riendo) “¡Ay!, porque no me han quitado… ¡si hace como dos años que presenté la renuncia e hicieron mutis a eso!

(Ahora seria) A ver… porque a veces también se impone el nivel de compromiso. Yo acoplo mi carácter, lo adapto un poco al del colectivo, y creo que el trabajo de grupo fluye mejor así.  A veces cierro los ojos y digo… ´¡me voy!´, pero después pienso que tal vez pueda venir alguien diferente a dirigir y comencemos a confrontar otros problemas… Mira, tal vez sea hasta miedo al cambio”.

Aprendiendo sobre la marcha

Gladys Carmen Quintana Centeno: Licenciada en Lenguas Inglesa y Francesa. Jefa de Grupo Web, traductora, community manager y editora del sitio web Radio Baracoa¿Cómo una Licenciada en lenguas extranjeras va a parar a la radio y termina haciendo periodismo?

“Bueno, en realidad a mí la radio me gusta muchísimo, sobre todo el trabajo que hago aquí. Creo que este es uno de los pocos lugares en Baracoa donde me puedo realizar como traductora, pero además me da la oportunidad de hacer periodismo. No lo hago todos los días, es un ejercicio más bien ocasional, pero tiene sus frutos. Ahora soy también editora del sitio y eso abre mi espectro profesional y me obliga a prepararme más.

En cuanto al periodista que sale a la calle… me gustaría hacerlo alguna vez, aunque sé que no es mi fuerte, porque uno se siente reconocido por las personas, la gente te ve como una posible solución a sus problemas. Y es bonito creer que de alguna manera dejas una solución, resuelves algo en la sociedad.

¿En qué momento tú crees que se encuentra el sitio web si se evalúa la calidad de los trabajos que entregan los reporteros?

Creo que el momento en que estamos, con una marcada carencia de profesionales de academia, nos impone un reto porque estamos preparando a profesionales que, aunque con un nivel universitario, no son graduados de la carrera. Eso exige mucho a esas personas y al editor, y estamos aprendiendo en la misma marcha del proceso. A veces falta calidad, y trabajamos para alcanzarla, tanto los redactores como los editores.

Yo pienso que es una cuestión de auto superación, y depende del interés que ponga cada quien. A veces no nos detenemos a analizar cuáles son los problemas que se nos señalan y las sugerencias que se nos hacen. Y también influye el hecho de que se trabaja en medio del apuro por garantizar la inmediatez, y eso atenta contra la calidad. Pero seguimos apostando a los profesionales que tenemos… son los que tenemos y con ellos aspiramos a seguir mejorando”.  

Un matrimonio difícil con el periodismo

 Atmer Suárez Hinojosa: Director Emisora “La Voz del Toa”

¿Qué implica estar casado no solo con el periodismo, sino también con una periodista (**)?

(Riendo) “Una desgracia… No, realmente es complicado, sobre todo si, como en el caso mío, tú también eres periodista y para empeorar las cosas, diriges el trabajo periodístico de un medio. Porque la rutina del trabajo cotidiano siempre se lleva a casa, hasta en los temas cotidianos uno tiene la tendencia a involucrar el trabajo. Eso tamiza hasta las conversaciones, incluso en la intimidad.

Para la organización es más fácil porque al tener una profesión similar, sabiendo cuáles son las exigencias, hasta cierto punto es más fácil entender, por ejemplo, que mi esposa esté a las once de la noche en una cobertura, o que haya una tarea en la casa que, en la distribución no justa, pero sí socialmente aceptada de las tareas, debería corresponderle a ella y me toque a mí asumirla.

Pero en general es más fácil organizar la vida en la casa que enfrentar el reto de trabajar en un mismo lugar, algo que puede generar tensión en la relación porque las relaciones humanas son complejas y el entorno laboral complicado”. 

¿Y cómo aprecias lo que sucede a otros colegas?

“Tal vez para algunos de mis compañeros, las características del trabajo reporteril les lleven a conflictos al interior de su relación de pareja, pero la medida en que pueden superar esos obstáculos depende mucho de la pasión con que asumen la profesión.

Aunque también hay que entender que implica costos, sobre todo cuando alguien tiene que poner en una balanza su relación de pareja y su relación laboral. Es una encrucijada difícil de resolver, que depende mucho de las características de la persona que acompaña en la vida al periodista o la periodista.

Pero hay que entender que la pareja de un periodista lleva una vida igual de sacrificada, y está sometida a iguales presiones, a veces a presiones superiores incluso, que la persona que ejerce esa profesión, por la propia dinámica de la noticia que no espera, no se anuncia. La noticia está cuando sucede, lo mismo a las dos de la tarde que a las tres de la madrugada. Los siete días de la semana y los 365 días del año”.

Satisfacciones e insatisfacciones con el equipo de trabajo que diriges…

“Las satisfacciones están en el compromiso de la gente. Yo digo medio en broma, medio en serio, que nosotros los periodistas como profesionales tenemos algo de masoquistas, porque en condiciones muy difíciles de trabajo la mayoría de las veces, incomprensiones, postergaciones como la remuneración salarial, insistimos y persistimos en el trabajo. Eso demuestra que la gente tiene mucho compromiso profesional; pero además, tiene una vocación acendrada que encontró, puede ser en segundas nupcias, pero igual ha ido cultivando.  

La insatisfacción mayor está en que a veces siento que mis colegas no son capaces de darse cuenta con un criterio lo más objetivo posible, de dónde están sus debilidades, dónde están sus carencias profesionales. Nos acompaña, por lo menos en la emisora de Baracoa, mucha gente que no tiene una formación académica en el periodismo, la inmensa mayoría llega a la profesión desde otras especialidades de la educación superior…, pero a partir de ahí no buscan, o no encuentran, la manera de suplir, de superar esas carencias.

Eso lleva sacrificio, lleva estudio constante, en un momento en que las opciones para hacerlo son mayores que en otros momentos; y, sin embargo, se desaprovechan esas oportunidades.  

Si la gente no tiene todos los saberes, no tiene todas las competencias que necesita para ejercer la profesión, y no se preocupa por procurárselos teniendo las herramientas, eso tiene también una repercusión práctica en la calidad de lo que hace.

La insatisfacción mayor viene precisamente por eso, porque el resultado del trabajo no está en correspondencia con el compromiso profesional que manifiesta, incluso ante situaciones excepcionales. Eso resulta a veces hasta paradójico entenderlo, pero es una realidad de la cual no podemos desentendernos”.

**Atmer Suárez comparte vida profesional y familiar con su esposa Mara de Labat Domínguez, reportera de «La Voz del Toa».

Son los sueños todavía

Escuché decir que tienes un sueño profesional ambicioso…

Niubis Moreira Rodríguez: redactora-reportera de prensa emisora “La Voz del Toa”“¡Sí, sí! Es un sueño realmente anhelado, que no sé si se haga realidad, pero igual lo mantengo porque el medio en el que estoy puede que me dé la posibilidad de llegar hasta allá: ser conductora del noticiero estelar de la televisión cubana”.

¿Y cómo te puede ayudar lo que haces ahora?

“¡Imagínate! El trabajo del periodismo en la emisora es diario, es constante, hay que superarse todo el tiempo. Y salir a la calle, dialogar con las personas, proyectarte día a día… ¡tiene que servir de algo!».

¿Qué crees que te hace falta?

“Estudio constante. Hay que prepararse, porque tú no puedes llegar, por ejemplo, ante un entrevistado a improvisar”.

¿Y dónde están tus límites?

“Decirte así… no creo que hay límites: tenemos internet, que es una fuente amplia de conocimientos; tenemos libros… Yo creo que los límites están más en uno, hay que dedicar tiempo, hacer un espacio para el estudio y la preparación personal».

¿Qué sucede cuando Richard (editor del sitio web **) revisa una información tuya?

“Se puede decir que él te la despalilla. Con muchísima más experiencia en el medio, la corrige de manera tal que el producto final sea mejor. Y eso te tiene que mover porque él te está enseñando y a partir de los errores que te señala, hay que trabajar para superarlos. Es verdad que a veces te corrige errores que vuelves a repetir en otro trabajo, pero es que hay que dedicar un tiempo mayor a estudiar, a prepararse, como si estuviéramos en la escuela todavía». 

** Richard López Castellanos: editor y periodista del sitio web RadioBaracoa. Licenciado en Periodismo desde 1995. Experiencia profesional en los medios: 22 años.

Parece que sirvió de algo

Tú aprobaste el más reciente curso de habilitación para ejercer como periodista que se organizó en la emisora; pero no te incorporaste de inmediato. ¿Qué te decidió finalmente?

Susel Guzmán Acosta: redactora-reportera de prensa en "La Voz del Toa".

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“Me gusta la profesión porque los periodistas pueden ayudar al pueblo a estar mejor informados; y también de una manera u otra ayudar a aclarar dudas y resolver problemas…”.

En el corto tiempo que llevas en la redacción, ¿cómo te ves?

“Voy avanzando, adaptándome a la rutina de trabajo del departamento”.

¿Qué te ha costado más?

“La redacción del noticiero, porque es un trabajo técnico y complejo”.

¿Y lo más satisfactorio?

“Hace algún tiempo hice un comentario sobre el vial Jamal-Capiro, y actualmente están trabajando ya en el arreglo de la carretera. Me siento satisfecha porque parece que mi trabajo sirvió de algo”.

!Caramba!, estoy haciendo algo que valga la pena

Desde su vasta experiencia en la profesión ¿qué es lo más difícil en la labor de un periodista?

Pablo Gomero Machado: Redactor-reportero de prensa emisora “La Voz del Toa“El diarismo. La presión de trabajo se hace un poco difícil porque a veces uno no tiene tiempo de prepararse lo suficiente para darle toda la calidad a un trabajo determinado. Cuando es el día a día estás contra reloj, sales de un lugar, quieres llegar a tiempo a otro, te sientas a redactar y no tienes el tiempo que necesitas para madurar la idea…”.

¿Y lo más reconfortante?

“Cuando la gente te llama por teléfono o te ven y te dicen: ´¡óyeme, me encantó este trabajo!´. La gente dice: ´¡qué buena estuvo la crítica!, ¡qué bien ese tema que trabajaste!´ y te da una satisfacción tremenda y uno dice: ´¡caramba!, estoy haciendo algo que vale la pena, que ayuda a la gente´. Y ese trabajo no tiene con qué pagarse”.

¿Cuán difícil resulta para un periodista que peina canas, con rutinas acendradas, enfrentarse a las nuevas tecnologías?

“Hay personas que no quieren cambiar, no quieren evolucionar, más por naturaleza que por edad. Pero todo depende del interés por superarse. Yo creo que es un doble reto para personas mayores, como yo, que tengo 62 años: dominar esas nuevas tecnologías, y hacerlo tan bien, o mejor que los jóvenes.

Yo creo que estoy entre compañeros que, aunque no son licenciados en periodismo, tienen talento y deseo de hacer. Con la ayuda de los de más experiencia en el medio, el departamento puede tener resultados provechosos y podemos ponernos un techo más alto”.

Posdata

No están todos los que son, la muestra fue totalmente aleatoria. También las preguntas.

Tampoco simula rigor científico y mucho menos aspira a invocar conclusiones generalizantes. Solo pretende ponernos frente al espejo.

¿Nos gusta la imagen que nos devuelve? Cada quién tiene su propia respuesta. Si quiere compartir la suya con nosotros, pase a la sección de comentarios. Solo entonces comenzará a gestarse la verdadera encuesta periodística.      

 

 

 

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