De la Radio y de la vida

Periodista devenida radialista. 27 años en el medio dan constancia de su entrega y dedicación.  Radio 8 SF, emisora comunitaria del Segundo Frente, en el corazón de las montañas de Santiago de Cuba, la vio nacer como pionera del medio.

«Esa fue mi primera gran escuela porque personas muy sensibles, sabias en el arte de pintar el mundo con la voz y el sonido, me enseñaron que tanto el hombre como la mujer y sus historias de vida, debían ser carne y hueso de nuestros partos radiales cotidianos, por decirlo de algún modo», comentó Arelis en entrevista al Portal de la Radio Cubana.

«Quizás la nobleza de aquellos campesinos y campesinas, la naturaleza, la historia de esos parajes, hicieron que un buen día me viera en las alturas de Tumba Siete, frente a Edelmira, una destacadísima recogedora de café, mujer de pico fino para contar y cantar, porque las décimas le nacían como ríos. En esa ocasión, un reportero y radialista apasionado, Enrique Ojito, mi profesor y compañero de vida durante más de 20 años, me dijo: Grabaremos hasta el canto de esos guariaos que vienen de las lomas, porque también le darán color a la crónica. Desde entonces, quedé alucinada por esta manera de hacer radio y hacer periodismo».

Y así comienza su historia como profesional de la radiofonía. Las experiencias de esta colega espirituana resaltan en una obra que se adentra en los vericuetos fundamentales de un periodismo volcado hacia los temas de interés nacional.

«Acercarse al cubano común, a los temas que hacen crecer las utopías en esta isla, impone entrar en la piel de la nación, siempre desde la visión de lo que sucede a tu alrededor».

«Quiso el azar, que uno de esos temas que mantuvo en vilo el alma de Cuba por más 16 años, el encarcelamiento de los Cinco Héroes y su regreso a la Patria, hiciera posible el nacimiento del programa Todas las voces, referencia necesaria para mí porque desde su surgimiento en 2008 acompañó toda la batalla por la liberación de estos hombres inmensos, y me puso delante, en varias entrevistas que realicé junto a Ojito, a madres de la estatura de Mirta Rodríguez, Irma Shewerert, Magali Llort; todas ellas con una capacidad envidiable para trocar la desesperanza en esperanza».

«Tampoco olvido las entrevistas a René González, Ramón Labañino y a Gerardo Hernández, héroes, pero, ante todo, personas. El diálogo con ellos me confirmó el porqué de tanta resistencia».

¿Cómo surgió la idea para la realización del trabajo que ganó el premio en el concurso periodístico Primero de Mayo?

«Se trata de un comentario sobre los aciertos y desaciertos de la aplicación en Sancti Spíritus de la Resolución No. 17, que, a solo dos años de aprobada por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, se derogó por la 6, en vigor en el 2016, para bien del bolsillo de los trabajadores del sistema empresarial cubano».

«La idea surge a partir de algunas indagaciones acerca del tema que pusieron sobre el tapete lo sucedido, por ejemplo, en la Fábrica de Piensos, de la Empresa Porcina, de Sancti Spíritus, donde el personal de dirección llegó a cobrar un salario de 10 mil y hasta de 12 mil pesos, al menos ocho veces superior con respecto al ganado por los trabajadores directos a la producción».

«Ciertamente, la Resolución No. 17 sacó a flote deficiencias en la preparación de no pocas administraciones para implementarla, incluso, de dirigentes sindicales, quienes llegaron a firmar determinados sistemas de pago sin conocer a fondo lo que hacían, y estaba de por medio algo sagrado: el salario de los trabajadores. Por suerte, no en todas las entidades la aplicación de esa norma jurídica resultó un trauma».

Teniendo en cuenta que la radio tiene particularidades diferentes de acuerdo al medio en que se desarrolle, si es emisora nacional, provincial o municipal, coméntenos según su experiencia ¿qué características debe tener un periodista para ser un buen profesional del medio?

«El Periodismo es una invitación permanente a interpretar los sabores y olores de la vida misma; lo dijo con certeza, la Doctora en Ciencias de la Comunicación Iraida Calzadilla. Apuesto por ese hallazgo cotidiano de realidades, escenarios, ambientes, no importa para qué emisora tribute. Que esta tenga carácter nacional, provincial o municipal no hace la diferencia; lo importante es el modo de presentar el acontecimiento, la historia, y que la palabra, sobre todo en la radio, sea concreta, que tenga peso y medida, temperatura, color y emoción, como tantas veces se ha pedido desde las redacciones».

«Lo decía el colega Reinaldo Cedeño, a nuestra prensa le falta latidos. Aun cuando algunos materiales periodísticos asoman luces sobre el asunto, el diarismo ahoga en cifras a los seres humanos que hay detrás de cada hecho noticioso, falta describir, narrar, hacer oír, desandar más los caminos del cubano de a pie».

«El periodista radiofónico debe tener de pintor, para dar color a la noticia; de escultor para con el cincel de la voz, la música, los efectos y el silencio llevarnos hasta el lugar de los hechos. Debe ser inmediato, curioso, imaginativo, en resumen, sensible y multifacético, indagador y audaz. Se trata de hacer ver la vida a través de los oídos y ello lo logra únicamente un profesional completo».

¿Qué experiencia de las que ha vivido en la radio le gustaría destacar por encima de las demás?

«En 2015 asumí la responsabilidad de corresponsal de la Radio Cubana en Venezuela. La mayoría de las veces, el equipo de prensa acreditado allí hizo periodismo en condiciones de campaña. El amanecer podía sorprendernos en una canoa sobre las aguas del río Orinoco, en los cerros más elevados de Caracas, o en las comunidades indígenas de extrema pobreza del estado de Delta Amacuro. En cada jornada había una lección diferente de cuánto deja tras de sí el paso de la muerte y la pobreza y de cuánto, también, cura la solidaridad de los colaboradores cubanos».

«Recién llegada a ese país, fui a la parroquia de Santa Rita, en el estado de Zulia, ubicada a la orilla de un hueco abismal dejado por un deslave. Todavía llevo prendida en la memoria aquella niña recién nacida, que tenía solo como cuna una hamaca bajo los árboles. Y hasta allí vi llegar a una doctora guantanamera, llevaba, además del estetoscopio, la medicina del cariño. Gracias a la radio, Venezuela me hizo mejor ser humano».

Y para terminar por donde empezamos ¿cuánto le apasiona la radio?

«Ahora me viene a la mente lo sucedido la madrugada del 15 de junio de 2002, cuando las cortinas de la presa Lebrije, en Sancti Spíritus, amenazaron con romperse, y sus aguas devastar el poblado de Jatibonico».

«Ese día, una voz nacida desde los micrófonos de CMGL, Radio Sancti Spíritus, convocó entonces al pueblo. En menos de tres horas más de 35 000 personas asistían a la mayor evacuación de que se tenga noticia en Cuba hasta hoy. Nunca la radio fue tan oportuna para los habitantes de esta porción de la isla. Por esa y otras vivencias, la radio -al menos para mí- se ha elevado a la estatura de imprescindible».

Autor