Luis López: “La Radio no se detiene, ni en el tiempo, ni en la vida de quienes la realizan”

Con esos deseos llegué hasta quien fuera el último de mis entrevistados del año 2013: Luis López, periodista con más de 50 años dedicados a la profesión, compartidos con la Radio Cubana y su actual emisora Radio Reloj.

“Aunque a simple vista no tengan relación, te diré que desde las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) llegué a la prensa. Mis estudios de la especialidad se centraron en la Escuela de Periodismo y Propaganda de las FAR, hasta que me gradué y comencé a ejercer en la otrora revista Verde Olivo”, comentó Luis al inicio de nuestra conversación.

En los años 80 llegó a la radio y si bien su labor principal en el medio se ha centrado en los cargos de dirección, Luis asegura no haber abandonado ni por un instante las que considera características inherentes en un periodista: ser buena persona y tener ojo crítico.

“Casi toda mi vida profesional ha estado, de una forma u otra, ligada a la Radio, principalmente porque siempre hay qué aprender. En este punto no quisiera caer en las frases hechas que sobre la radio se han escrito, solo me gustaría resaltar en pocas palabras que se trata de un medio que no se detiene ni en el tiempo, ni en la vida de quienes la realizan, por eso una vez que entras en ella, tienes la necesidad interior de leer y escuchar”, definió el destacado periodista que recientemente recibió la Moneda Conmemorativa que otorga la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) a aquellos profesionales que han dedicado más de cincuenta años a la profesión.

Con una capacidad imaginativa que lo distingue del resto de sus compañeros en Radio Reloj, Luis López compara la Radio con un juego de Basquetbol. “Es, en esencia, un trabajo en equipo, por eso es que la comparo con ese juego. Si no tienes a las personas bien coordinadas para el trabajo no logras triunfar, por lo que en la Radio como en el Básquet el orden y la coordinación, son primordiales.”

Y con un tierno consejo terminó mi diálogo con Luis, un hombre sencillo, educado, gentil y muy  querido por sus compañeros de trabajo y colegas de profesión porque, por encima de cualquier valor, Luis es una buena persona, por lo que para concluir me dijo: “Nunca dejes que la vida te lleve, trata siempre de llevar tú a la vida”.

 

 

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