Por estos días y como parte de las celebraciones por el Primero de Mayo, la destacada camagüeyana recibió la Orden, de Tercer Grado, “Lázaro Peña”, que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba, a propuesta de la Central de Trabajadores de Cuba.
“Es un gran estímulo, aunque hay cientos de trabajadores cubanos que también la merecen por su entrega y consagración cotidiana; por lo que tal reconocimiento se convierte en nuevo compromiso”.
El diálogo no resulta fácil, hasta inoportuno quizás, pero entre llamadas telefónicas, grabaciones y un casi permanente cigarrillo en sus manos más que en sus labios, conocimos de sus inclinaciones periodísticas desde sus años estudiantiles.
“Pude haber escogido otra carrera; pero realmente mis preferencias siempre estuvieron marcadas por las letras. Un libro sigue siendo mi hobby favorito. Y creo que en el periodismo encontré mi verdadera vocación. No cambiaría la profesión por ninguna”.
Ya alumna de la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba, Miozotis visitó Nicaragua, a través de la Organización Continental Latinoamericana de Estudiantes, OCLAE; y por premios en trabajos periodísticos vinculados con la labor humanitaria de la Cruz Roja Internacional, fue a Guatemala y Colombia. Recientemente participó en un Seminario para periodistas Latinoamericanos en la República Popular China. También compartió la misión internacionalista de los médicos cubanos en Honduras, y vivió las experiencias del derrumbe del campo socialista en la antigua República Democrática Alemana.
“Ese viaje ratificó el compromiso que tengo con mi pueblo. Allí vi caer los símbolos de la justa sociedad que teníamos como modelo; por primera vez, “en vivo”, -como decimos- vi fuerzas anti-motines arremeter contra la gente. Para mí esas eran sólo imágenes del Noticiero de Televisión. Comprendí que había que seguir defendiendo la Revolución con más fuerza, para impedir que el imperialismo lograra destruir nuestra obra”.
Su presencia es habitual en concursos promovidos por la Unión de Periodistas de Cuba y en los Festivales de la Radio Cubana, donde ha sido merecedora de múltiples reconocimientos por su destacado nivel profesional y también como dirigente sindical y de los trabajadores de la prensa en Camagüey.
Una llamada telefónica interrumpe el diálogo, momento que me dio la posibilidad de pasar la vista por el local que ocupa la destacada reportera de Radio Rebelde, en el cual se aprecian diplomas de mejor corresponsal, premios por la Excelencia Periodística “Henry Dunant”, de la Cruz Roja, uno de ellos recibido por la obra dedicada al Héroe de la República de Cuba Orlando Cardoso Villavicencio. …
“Son muchos los reconocimientos, pero entre ellos sobresalen el Premio Anual José Martí; diplomas firmados por el Comandante en Jefe, y por el Comandante de la Revolución Juan Almeida, y el de Periodismo Cultural».
Además de sus diversas ocupaciones, la destacada reportera funge también como profesora de su especialidad en la Universidad de la provincia, participa en talleres propios del medio radial y rinde una fructífera labor como tutora e instructora de estudiantes.
“Creo que hay que compartir experiencias y enseñar a los jóvenes que llegan a la radio; porque es como retribuir lo que también recibí, cuando me estrené en el medio, sin experiencias; pero con muchos deseos de hacer y trabajar. Desde entonces aprendí que un periodista no tiene días ni horas, y eso lo transmito a mis alumnos y al resto de los compañeros que se insertan en las emisoras de la provincia”.
Son estas y otras razones las que hacen muy concurrida la corresponsalía de Radio Rebelde en Camagüey, modesto local y estudio de transmisión y grabaciones, desde donde cada día se escucha el reporte ágil y oportuno de la tierra del Mayor General Ignacio Agramonte en la voz de Miozotis Fabelo Pinares.