por La historia de Néstor Baguer comienza desde muy joven, cuando con apenas 14 años fundó la Revista Siboney, junto a compañeros del Instituto. Fue entonces en la flor de la adolescencia, que escribió su primer artículo periodístico. Su paso por los periódicos Juventud Rebelde y Trabajadores, y su trayectoria profesional en la Radio Cubana en emisoras como Radio Habana Cuba, Radio Cadena Habana, la COCO y Radio Metropolitana, enriquecieron su intelecto profesional.
Graduado de la academia, como profesional de la prensa, durante largo tiempo estuvo infiltrado en las filas de los llamados «periodistas independientes», organizados y pagados por la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, donde logró convertirse en el decano de la prensa independiente en la Isla. Pero su profesión nunca se fue de los umbrales que remarcan los principios de la Revolución Cubana.
En cierta ocasión, respecto a la prensa independiente Néstor Baguer, expresó: «personas contrarrevolucionarias me sugirieron que fundara una Asociación de Periodistas Independientes, primero, porque les hacía falta un periodista, pero entonces yo lo tomé como un trabajo para tributar a los Órganos de la Seguridad del Estado, o sea, que en lugar de caer en manos de los que iban a hacer mucho daño, preferí tratar de aminorar ese daño».
En su difícil labor se enfrentó a innumerables retos que lo convirtieron en mayor profesional de la prensa. La acción de burlar a las personas que manipulan los medios anticubanos desde Cuba, lo hacían sentirse cada vez más enraizado con el deber social hacia la Mayor de las Antillas.
Desde su posición de mayor representante de la prensa independiente en Cuba, contribuyó a desenmascarar el apoyo y financiamiento del gobierno de Estados Unidos a la disidencia interna, así como las actividades de espionaje de la organización Reporteros Sin Fronteras.
Octavio, como conocían sus compañeros de guerra secretas a Néstor Baguer, se convirtió en el veterano periodista y combatiente secreto de la Seguridad del Estado cubano, entregó toda su labor anónima a la defensa de los intereses de la Revolución Cubana.
Pero su labor como intelectual y profesional no se consagró únicamente al periodismo, sino que como escritor, fue autor de varios libros sobre el idioma español acciones que lo llevan a formar parte de los miembros de la Real Academia de la Lengua Española y Tesorero de su apartado cubano.
La pérdida física de Néstor Baguer, fue un golpe para la intelectualidad cubana, pero no cabe dudas que se llevara el reconocimiento social de su pueblo, pues cuando finalmente concluyó su labor como infiltrado, las filas de la UPEC lo vuelven a recibir un 11 de abril del año 2003.
Fue merecedor, entre otras distinciones, de la Félix Elmuza que otorga la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), el Premio a la Dignidad, el 3 de mayo de 2003, en ocasión de celebrarse el Día Mundial de la Libertad de Prensa, convirtiéndose así en el primer periodista en recibir tan merecido galardón.
Todo un símbolo para las nuevas generaciones de profesionales de la radio, la televisión, la prensa escrita y el periodismo hipermedia.