Roberto Mesa, periodista en bicicleta

Entonces era un joven trabajador social, que hacia periodismo de manera voluntaria para Radio Granma, en la ciudad del Golfo de Guacanayabo.

Hoy Mesa Matos es corresponsal en el municipio de Manzanillo, de la emisora Radio Bayamo y del periódico La Demajagua, ambos medios provinciales de Granma.

Robertico –así le dicen los conocidos- se vinculó a la radiodifusión en 1996, siendo estudiante de Educación Primaria, como locutor infantil en el programa Somos la niñez, de Radio Granma.

Al cambiarle la voz en la adolescencia, no pudo continuar en el espacio referido y se fue para el departamento informativo de la radioemisora mencionada.

“Ahí empezó –asegura Mesa Matos- mi andar en el periodismo, como corresponsal voluntario. Escribía noticas en máquinas Robotrón y Vicky Gómez me decía que yo era muy lento, imagínate tú.

“Recuerdo que el primero que me habló del lead periodístico y sus preguntas clásicas, fue el profesor Ramón Sánchez Parra, y lo tengo anotado de su puño y letra en una hoja amarillenta que conservo”.

No estudió periodismo por padecimientos neurológico y visual; en 2002 pasó el curso de trabajadores sociales, “programa creado por Fidel, por lo que soy un producto de la Revolución”.

Mientras se desempeñaba como médico del alma, estudió licenciatura en Comunicación Social mediante cursos por encuentros.

Cumplido el compromiso con el Comandante en Jefe de permanecer 10 años como trabajador social, en octubre de 2012 comienza a laborar como periodista, en Manzanillo, para el sistema informativo de radio Bayamo.

Robertico refiere que le gusta el periodismo radial por su inmediatez y depender de sí mismo, pues “lo haces todo solo; la radio eres tú con la grabadora y nadie más, sales a buscar la información, coges un teléfono y la sueltas, mientras en otros medios de prensa tienes que escribir, buscar conexión, la televisión es un equipo de trabajo. “cuando el bichito de la radio de atrapa, no te suelta”

Roberto entrevista a Pachi Naranjo, director de la Orquesta Original de Manzanillo

Hace más de dos años, mediante la modalidad de pluriempleo es, también, corresponsal del periódico la Demajagua.
Reportar para ese órgano informativo es para él es “oportunidad inigualable de crecimiento profesional, porque me ha enseñado mucho, sobre todo a redactar, a cuidar la redacción, a pulirla, dónde va una coma, dónde punto y coma.

“A preguntar mucho más (sobre los hechos noticiables) porque para la radio es garantizar un minuto, minuto y medio, mientras el periódico te da la posibilidad de decir más, describir, ir a la sensibilidad, a tocar las fibras de las personas, y eso es lo que me ha enseñado el periódico y se lo agradezco infinitamente”.

Por si fuera poco su cotidiano quehacer como profesional de la prensa, Roberto Mesa Matos es, también, publicista de la Original de Manzanillo, por eso en los conciertos de la popular orquesta se le ve hacer de fotógrafo.

En vísperas de la celebración del aniversario 150 del inicio por Carlo Manuel de Céspedes de las luchas de independencia del pueblo cubano, el 10 de octubre de 1868 en La Demajagua, a unos 13 kilómetros de la ciudad de Manzanillo, vi a Robertico trabajar desde el amanecer hasta tarde en la noche.

En una conversación con visos de entrevista, me confesó que sus neuronas necesitaban un descanso, por cuanto “es complicado trabajar para dos medios de prensa diferentes.

“Eso te exige mucho, ando en bicicleta corre para aquí, para allá, llega a la computadora, redacta, escoge la mejor imagen, trata de subirla a La Demajagua Digital, a Facebook, la conexión te da bateo, tienes que llamar al periódico, por favor unos minuticos para esto o aquello o lo otro, si es viernes presiona la hora de cierre.

“Todo eso implica mucho esfuerzo, mucho sacrificio, pero se hace con placer, en aras de que al radioyente y al lector les llegue un producto de calidad”.

Como corresponsal voluntario, Robertico dio cobertura en una pequeña bicicleta al recorrido de un alto dirigente por varios sitios e instalaciones de Manzanillo, sólo él sabe cómo logró llegar a tiempo a cada uno de los puntos.

Ahora su bici es de mayor tamaño y en ella va, loma arriba y loma, haga frío o calor, a cualquier punto de su ciudad en el que esté una noticia.

 

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