Robiel Proenza: La radio fue como tocar el cielo

¿Cuándo conocí a Robiel Proenza?. Fue en Holguín en un evento de la Radio. ¿Año?. El lo sabrá mejor que yo. Se presentaba por entonces, a los radioyentes holguineros, una radionovela mía sobre la vida del ilustre general de las tres guerras Calixto García. A partir de entonces le admiro como profesional y hombre transparente, humano y conmovedor. L que sigue es una breve entrevista que nos debíamos sobre la Radio en lo esencial.

-Infancia y sueños…¿cómo funcionaron en tu realidad presente?.

Nací en el seno de una familia campesina y del campo aprendí a distinguir sus bondades y riquezas de la mano de mi abuelo paterno. Fui su primer nieto, él se había casado con mi abuela cuanto tenía más de 40 años y ella sólo 18. Recuerdo que le ayudaba a desgranar el maíz para alimentar las gallinas y las palomas. Mi abuelo era descendiente de españoles, ferviente estudioso de la astronomía, siempre me hablaba de las fases de la luna, de su influencia en los cultivos, le gustaba injertar las plantas frutales, y, por supuesto, yo a su lado. Tenía un libro de Geografía y yo me sabía de memoria las capitales de varios países. Siempre soñó que yo fuera meteorólogo. Crecí en ese ambiente, mis abuelos maternos habían venido de Islas Canarias, eran muy trabajadores. Es mi abuelo Antonio, a quien le debo mi segundo nombre, quien me comentaba que en Las Palmas de Canarias él tenía un primo que era periodista, pero de pequeño no tuve esa inclinación. Más bien me gustaba el magisterio, hasta que en preuniversitario, cuando llegó el momento de solicitar las carreras universitarias, pensé estudiar alguna especialidad que tuviera que ver con la Meteorología, para complacer a mi abuelo, que tantas veces me hablaba del tema. Pero una profesora de Español y Literatura fue quien me instó a que pidiera periodismo. Yo había sido su monitor desde Décimo grado, y siempre elogiaba mis composiciones, no solo por la expresión escrita, también por la caligrafía. Fue ella quien me enseñó un día un guión de un programa dramatizado de Radio para la escenificación de una historia juvenil en un matutino; era un guajirito, pero nunca tuve pena de pararme ante el público para conducir un programa o fungir como maestro de ceremonia. Así, poco a poco, comencé a soñar con la Radio, me fascinaban los programas de El Vengador, una serie que se transmitía por Radio Rebelde y La Flecha de Cobre, por la entonces Radio Liberación. En mis juegos de muchacho, yo escribía historias relacionadas con esas aventuras y las llevaba a los juegos con mis amigos, como si hiciéramos un programa de Radio en pleno campo jugando a la guerra. Creo que fueron mis primeras inclinaciones hacia ese medio.

-Háblame de tu vida radial….lo positivo y negativo de ese mundo bien difícil.

-Llego a la Radio después de haber estudiado Licenciatura en Inglés en el Pedagógico de Holguín, trabajé más de diez años en una Secundaria en el Campo como profesor de esa asignatura. En el año 1988 se lanza una convocatoria por la Unión de Jóvenes Comunistas para formar a los periodistas y locutores de Radio Juvenil, Emisora Municipal holguinera, una Emisora estudiantil cuya programación estaba diseñada al Plan de Escuelas en el Campo del Plan San Andrés en el Municipio donde yo trabajaba como profesor. Fui de los primeros en presentarme, pero en ese momento no me liberaron de educación porque yo era el único profesor Licenciado de todos los que trabajábamos en la enseñanza Secundaria en el Municipio. No obstante, las puertas de Radio Juvenil se abrieron para el teacher que soñaba ser periodista. Como era una emisora estudiantil escribí programas de corte juvenil, hice locución, dirigí programas y hasta llegué a ser corresponsal permanente para los espacios informativos. Fue en el año 1993, después de haber sido electo por el pueblo como Delegado del Poder Popular y Diputado a la Asamblea Nacional me promueven a Director de la Emisora.

-¿Tocaste el cielo y la tierra?.

– Imagínate, Roberto, al verme en este medio, con el que siempre había soñado, vino a mi mente una frase que ha marcado casi todos los momentos de mi vida. Nadie puede adivinar su destino hasta que no se encuentra con él. Fue muy difícil esa etapa, el Período Especial se hacía sentir en todas las esferas de nuestra sociedad, la Radio no escapaba a esas limitaciones, pero junto al colectivo de trabajadores supimos imponer el talento creador por encima de las carencias. Instrumentamos un estilo de trabajo vinculando la Programación a las comunidades, surgió en esa etapa el Estudio de Radio La Voz del Llano, una experiencia sin precedentes hasta ese momento en la provincia de Holguín, una especie de corresponsalía de Radio desde un Consejo Popular.

-Te coloco en tres y dos, la cuenta máxima de un bateador de baseball : dame una valoración personal sobre la calidad actual de la programación en la Radio que has podido escuchar y valorar (si lo deseas coméntame un poco de la Televisión).

-Considero que la Radio tiene mejor programación que la Televisión, a este medio no se le puede quitar el mérito de la inmediatez, la Televisión necesita mas recursos, la tecnología que tenemos a veces tiene fallas, las cámaras se rompen, los casetes se atascan, el ritmo de trabajo es muy fuerte, hay que recorrer kilómetros y kilómetros para buscar historias de vida que humanicen la información, y el transporte no nos acompaña. Esa es una realidad con la que chocamos a diario, gracias a la creación de los Telecentros Municipales y las Corresponsalías, que ha propiciado mayor presencia territorial en los espacios de los Canales provinciales; no siempre podemos ir a todos los lugares, pero cuando vamos, aprovechamos la coyuntura para grabar todo lo que podamos y optimizar el transporte y el uso de la técnica. En Las Tunas tenemos experiencias de programas conjuntos que se han hecho desde la Televisión en cadena con el Sistema Radial de la Provincia, creo que es una variante que se debe explotar mas, sobre todo en tiempos de huracanes, y otras circunstancias que lo requieran. Sin abusar de eso, pues cada medio tiene su particularidad.

Ahora bien, en el plano personal la Radio sigue teniendo un algo muy especial en mi vida. Eso lo sabes. Por ahí empezó mi despegue personal. ¡Y cómo olvidarlo¡

Autor