por Atraviesa a pie el Prado cienfueguero, el de la ciudad donde nació y creció, y junto con él mucha gente que lo quiere y admira. Nobleza de carácter y seriedad profesional se juntan en su persona. Avezado y certero en cada comentario periodístico o entrevista, lo hace con la misma destreza que metía el balón dentro de la red durante aquellos años mozos en que practicaba el baloncesto.
Varias décadas de trabajo y una obra con muchos resultados se juntan para que este 2019 a Luis Antonio Colarte Puig se le conceda el Premio de Periodismo “Antonio Hurtado del Valle”, Por la Obra de Toda la Vida, instituido por la Delegación Provincial de la UPEC en Cienfuegos. Más de cuatro décadas cuya labor no diferencia ningún día de la semana; consecuente con su responsabilidad social, el colega y amigo Colarte, durante todos estos años, le quita horas al descanso dominical si de Periodismo se trata.
Nadie esta vez lo merece como él y conmueve la sencillez con que recibe este reconocimiento. Por haber recibido la noticia el pasado 8 de marzo, lo dedicó a todas sus compañeras de trabajo cuya entrega profesional tanto él valora.
En palabras de Toni, el Premio de Periodismo “Antonio Hurtado del Valle” “es un reconocimiento a la entrega durante cuarenta y un años al Periodismo, que le hace sentirse realizado durante más de cuarenta años cumpliendo cada misión asignada, entre ellas una misión internacionalista en Honduras junto a médicos cubanos”.
Toni es un hombre realizado, en la convicción de que esta profesión es parte de sí, por eso afirma que “cuando uno se decide y se entrega por completo al Periodismo, si volviera a nacer, sería periodista porque esta profesión le da la posibilidad de compartir, conocer personas casi inimaginables. Desde un simple machetero o un trabajador agrícola, un veterinario, ofrecer cobertura informativa a importantes eventos, hasta haber tenido el honor de haber estado bien cerca de nuestro Comandante en Jefe en muchas ocasiones”.
Otro rasgo inherente a Toni Colarte es la convicción de que el ejercicio periodístico en sí mismo constituye una escuela, algo que se perfecciona constantemente, lo que corroboró al expresar que “en la carrera se aprenden muchas asignaturas, pero como reza una máxima: la práctica es el criterio de la verdad; cuando uno se enfrenta a lo que hace y busca un resultado mejor cada día, sabe que lo aprendido le sirve, pero el encuentro diario con las personas <<de a pie>> es lo que da realmente las armas para lograr lo que uno se propone como periodista”.
El obrero, el campesino, ganaderos, pelotones de combinadas y los macheteros, toda esa gente sencilla son para él maestros de Periodismo. Con cada uno de ellos se aprende de su oficio, de su especialidad, a través de sus obras se aplican los conocimientos adquiridos durante los años de estudio.
Antes de finalizar nuestra plática le pedí mencionar un sueño suyo para los días actuales, y sin detenerse a pensarlo mucho aseveró su deseo de “que la vida le permita seguir haciendo un Periodismo con lucidez hasta el final”.
Con semejante sueño se reafirma la justeza de haberle concedido al periodista cienfueguero Luis Antonio Colarte Puig el Premio de Periodismo “Antonio Hurtado del Valle”. Un profesional en la plenitud de su quehacer, y que ha consagrado toda la vida a una obra.
