«El periodismo es arte y creación»

No pierde esa alegría y el ímpetu de las ganas de hacer cosas nuevas en la radio. Los colegas de esta profesión son tal vez los más difíciles entrevistados para aplicarle lo que el autor considera el «Decálogo del periodista preguntón».

P: ¿Estás de acuerdo con que el periodismo es el mejor oficio del mundo?

«Mi respuesta más bien sería que es el perfecto para mí».

P: ¿Qué profesión querías tener en tu infancia? ¿Y ahora, cuál sería tu elección?

«En la infancia, como es común en los niños, quise ser doctora, maestra, cantante y otras más que caracterizaron mis juegos de niña. Luego supe que quería ser escritora y como no se estudia en una carrera específica supuse que donde más cerca estaría de lograrlo era en el periodismo. Incluso, es curioso, porque yo estaba preparándome para los exámenes de ingreso de Matemática cuando escuché que realizaban pruebas de aptitud de la carrera de Periodismo, me presenté y me llegó. Así fue como olvidé, casi completamente, el mundo de los números. Ahora si pudiera elegir otra carrera sería, tú lo sabes, una carrera militar. Es una deuda que tengo con la vida, o ella conmigo».

P: ¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?

«De ser periodista, lo que más me gusta es la posibilidad que tenemos de conocer a las personas, de contar sus historias, de hacerlas protagonistas de su tiempo y de ayudarlas, porque es una realidad que la gente confía en nosotros. Y lo que menos me gusta es que se quiera encasillar al periodismo en una manera de hacer. El periodismo es un arte, es creación, hasta misticismo. Y todo aquel que no lo quiera ver así, entonces está lejos de la verdad».

P: ¿Hasta ahora, qué momentos han marcado tu carrera?

«Los momentos que más me han marcado son en los que he tenido la oportunidad de encontrar grandes historias en personas humildes, trabajadores destacados, combatientes que participaron directamente en la lucha revolucionaria y con gente que día a día se levanta pensando en qué hacer para alcanzar sus sueños».

P: Si pudieras elegir un entrevistado, de cualquier parte del mundo, de cualquier época, ¿quién sería?

«Sería Ernesto Guevara de la Serna, el Che de todo el mundo, como digo yo, porque es, junto a Camilo, el héroe a quien más añoro. Su asesinato dejó una herida demasiado grande en el corazón de Cuba. Quedaron muchas cosas por saber de él como ser humano, como revolucionario, como latinoamericanista. No bastan los libros que hablan sobre el Che, o su voz en una grabación; más que para entrevistarlo, quisiera que estuviera aquí, vivo, entre nosotros».

P: ¿Cuál es el trabajo que más satisfecha te ha dejado?

«Creo que de alguna forma todos los trabajos aportan alguna satisfacción, pero entre los últimos que he realizado está la cobertura al Primer Encuentro Nacional de Gestión Empresarial y Cooperativismo, organizada por la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), que se desarrolló en el Hotel Atlántico Guardalavaca. Allí tuve la oportunidad de conocer y entrevistar a Ramón Labañino Salazar, un hombre que lleva en su humildad la grandeza de los héroes».

P: ¿Qué te gusta hacer cuando no estás trabajando?

«El periodismo tiene la ventaja de que hay cosas que se hacen dentro del trabajo que forman parte de nuestros gustos, como leer y escribir, además de eso, disfruto de salir con mis amigos, ver películas, escuchar música y recientemente me estrené en la cocina. A los que conocen la comida de Sara ,mi mamá, les digo que heredé su talento. Así que esperen mi sazón. La cocina criolla me fascina».

P: Tu comida, tu libro y tu palabra o frase favorita

«La cocina criolla me fascina, aunque en los últimos tiempos he desarrollado un gusto exquisito por los mariscos. Así que un poco de ambas. Mi libro favorito es El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry y la frase es de ese texto precisamente: «Sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible para los ojos».

P: ¿Cómo y dónde te ves dentro de diez años?

«Creo que con más preocupaciones que ahora, con arrugas, porque tendré 35 años, pero con muchos sueños y muchas, muchas, ganas de hacer».

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