Dayron Chang: Necesito transmitir emoción en lo que hago

En ese grupo de programas me impactó el Por cuba realizado a la Ciudad Héroe. No es un  secreto que amo esa tierra telúrica (por los temblores de la tierra y por su gente), que allí pasé una buena parte de mis años juveniles, estudiando en la Universidad de Oriente; en fin, que Santiago para mi es SANTIAGO.

Con tal sentimiento, supondrán que soy muy exigente cuando se escribe o se realiza un audiovisual sobre esa ciudad.

Confieso que sentí envidia y a la vez satisfacción por Dayron Chang Arranz, que con su desenfado juvenil y un evidente conocimiento de cada recoveco, me devolvió en bellas imágenes aquellos lugares que recuerdo con cierta nostalgia: Padre Pico, la bahía, Enramadas, El Cobre y muchos más.

Sé que cuando me encontré un buen amigo (muy perspicaz) que estaba descubriendo a la señal Caribe, también me preguntó por el periodista que hizo aquel Por Cuba.

No tenía claro que era Dayron, el  chino santiaguero, un muchacho que aceptó el reto que le puso Ovidio Cabrera de conducir una sesión de la revista informativa sobre el  huracán Irma.

Lo hizo nada menos que al lado de ese señor locutor y conductor (no es lo mismo) que es Froilán Arencibia. Y el «chama» salió airoso.

Días después vino a mi casa y conversamos de lo divino y lo humano. No grabo mis entrevistas, sólo apuntes o por la vía del correo.   «En Por Cuba, me dije, tengo que ser yo, y hacer el recorrido de un turista», fue lo primero que anoté.

Luego una frase que repitió en más de una oportunidad: «Necesito transmitir emoción en lo que hago», es su premisa y lo logra muy bien.

Nacido  el 25 de octubre de 1989, graduado en la Universidad de Oriente en el 2013, reportero de  Tele Turquino, Dayron cursó una Maestría de Excelencia en Estudios Cubanos y del Caribe, en la Universidad de Oriente.

Trabaja el tema de la memoria histórica de la radio local, porque «siempre quise ser periodista, me gusta mucho la historia».

Con  sólo cuatro años de graduado «mi chinito santiaguero» es (o mejor) se desempeña también como  guionista, locutor, realizador, declamador, publica en diversos espacios del Sistema Informativo de la TVC; colabora con Cubavisión Internacional en revistas culturales como Vitrales; además, de Diálogo Abierto, Noticiero Juvenil, Ponte al Día, Sur, Sitio del Arte, Deudas,  Antena, es  actor y conductor de los carnavales de su tierra, en fin hace todo lo que se le presenta, está en esa edad de aprehenderlo todo, ya encontrará su camino. Ah, también ha trabajado y trabaja para la radio.

En ese medio creó el programa juvenil Siempre contigo que se mantuvo al aire durante varios años; fue el escritor titular del noticiero pioneril de radio en Santiago  de Cuba, y es colaborador de Radio Habana Cuba.

Por ese intenso quehacer en tanto guionista o realizador, Dayron ha recibido numerosos premios (Mejor Programa de Orientación Juvenil con Guión de Gente Joven en el Festival Provincial de Radio. Tema: la orientación vocacional: maestro; en guión y dirección al Mejor espacio cultural con la obra radial Sonidos de Ciudad en el Concurso Santamareare de Cine, Radio y TV, de la UNEAC, de Villa Clara; en Guión y Dirección en Mejor Programa Variado radial en el Concurso Félix B. Caignet de la UNEAC, de Santiago de Cuba. Obra: Sonidos de ciudad, en Guión, Premio de la Popularidad y Gran Premio del Festival de la Radio Joven Antonio Lloga in Memoriam. Obra: Sonidos de ciudad, entre otros lauros).

Dayron ha sido director y/o guionista de diversas series documentales para la TV: Santiago 500, dedicada al medio Milenio de la fundación de la villa; Gracias, Santiago, por el cumpleaños 90 del líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro; Ciudad Clandestina, por el 60 aniversario del levantamiento armado de la Ciudad Héroe, y Frank País, semilla de una ciudad, por el 60 aniversario de la muerte de Frank, entre otras obras de este género.

Precisamente, en un texto acerca de la  programación televisiva veraniega, al acercarme a esa última proposición escribí: «A su vez ese joven  (y buenísimo) periodista Dayron Chang Arranz, entrega con factura de Tele Turquino, su quinta serie documental Frank País, semilla de una ciudad, que de manera atractiva enseña  las fuentes nutricias de quien fuera el  jefe clandestino en el llano».

Ahora entiendo mejor por qué arrancó una que otra lágrima de los televidentes: él saca su garra de periodista y te estruja los sentimientos, lo hace intencionalmente, gusta de mover las emociones.

Lo sabe hacer y claro, camina sobre el filo de una navaja, porque si resbala cae en lo meloso.

Aún joven, me dice: «tengo miedo que las personas de generaciones anteriores se vayan, sin  contar todo lo que pueden y sería útil para nosotros».

Confiesa que su abuela le da las mejores ideas, y que dialoga cómodo con sus mayores.

Dayron, que en su ascendencia tiene un  cantonés y un jamaiquino, es muestra de que se puede ser joven, audaz, desenfadado, y la vez tener avidez por la historia, leer mucho, para hurgar en el pasado y entender el presente.

Ojalá sea el periodismo lo que más lo siga atrayendo, y dedique su prometedora vida a contar el día a día de los cubanos y las cubanas, con la misma emoción  de la que hace galas hoy.

Autor