Estoy radiante de mi regreso a la dinámica radial

Ernesto, ¿cómo te sientes?

«Me siento muy bien, muy feliz de estar de vuelta de nuevo aquí en La Voz del Toa, que es como mi segunda casa, no sabes cuanto extrañaba estos pasillos, este medio que es tan maravilloso, tan mágico, este mundo de voces y sonidos, no sabes la falta que me hacía, la consola, los audífonos, la computadora, estar en el teléfono recepcionando las llamadas, interactuando con los oyentes, todo esto me hacía mucha falta».

¿En qué grado, cuánto deseabas volver a entrar al master de CMDX La Voz del Toa?

«Mucho, muchísimo. Te digo algo, me sentía como un pez fuera del agua, y ahora que estoy dentro pues me siento a mis anchas».

Saliste de manera brusca de la emisora y debió ser para ti muy difícil. ¿Qué pensaste entonces?

«Bueno, fueron días difíciles, intensos. Cuando la familia recibió la noticia de que había un caso positivo a la COVID 19 y que era precisamente mi hermano vinieron los nervios, la tensión, momentos de angustia, de desesperación, pero gracias al apoyo de todos pues pudimos digerir todo aquello, asumir la situación y vencer con el paso del tiempo».

¿Cómo te sobrepusiste anímicamente en el Hospital Militar de Santiago de Cuba al proceso de atravesabas?

«Gracias al apoyo de mis compañeros de trabajo, mis vecinos, mis amigos. Desde un inicio todos me transmitieron mucho optimismo, mucha fe, mucha fortaleza, me decían Nety no estás solo, estamos contigo, ten confianza de que todo va a salir bien. También el hecho de estar asintomático todo el tiempo pues me aliviaba bastante.

Se habla mucho del coronavirus, que es una enfermedad infecciosa, peligrosa, muy contagiosa, pero la mayoría de los pacientes, como fue en mi caso, la pasamos asintomáticos. Y el hecho de tener una enfermedad y no tener síntomas es como si no la tuvieses, y eso pues te calma, es un alivio».

¿Habías estado ingresado en un hospital en condiciones tan difíciles como estas?

«No recuerdo haber estado ingresado así en un hospital. Cuando pequeño, tenía 11 o 12 años, me operaron de una apendicitis y fue la única vez que estuve ingresado. Para mí ese mundo de los hospitales, los medicamentos, era un mundo distante, ajeno; por suerte siempre he sido una persona muy saludable y todo eso contribuyó a recuperarme más rápido.

En honor a la vedad lo difícil de este proceso del coronavirus fue el tratamiento, las reaccione adversas: diarreas, fiebre, vómitos, que provocan los medicamentos porque son muy fuertes, es un proceso muy rigoroso. Pero todo el tiempo estuve asintomático, nada de falta de aire, nada de fiebre, te digo, era como si no tuviese la enfermedad».

Siempre que uno pasa un proceso difícil piensa en cómo va a seguir viviendo una vez superado eso. ¿Qué pensabas tú?

«Pensaba en reincorporarme, en volver a mi vida normal, la radio, la televisión, la casa, la familia, los amigos. Por momentos también pensé en cómo sería mi regreso, cómo me recibiría la gente, y te comento que me han recibido con absoluta normalidad, muy alegres, muy orgullosos, ¡qué bueno que estás de vuelta!, rogamos mucho por ti, por tu familia, y qué bueno que ya estás recuperado y que todo fue un mal recuerdo. Así me dicen».

¿Se parece el recibimiento que te han dado al que esperabas?

«Bueno, en honor a la verdad sí. Soy un trabajador de los medios, de la radio, de la televisión, y sé perfectamente cómo se mueve este mundo, por eso no me asombró el recibimiento que me hicieron; pero no por ello dejó de ser emocionante, conmovedor, te confieso que me puse muy nervioso, ver a tanta gente, mis vecinos, mis amigos, recibiéndome, alegres, contentos, aplaudiendo, con carteles, fue muy hermoso todo eso».

¿Qué lección te puede haber dejado para la vida haber pasado por todo esto?

«Creo que la lección que me ha dejado es que en los momentos difíciles conoces a tus verdaderos amigos, quiénes son las personas que están de tu lado. Yo por suerte creo que he tenido muchos, porque todo el mundo se preocupaba por mí, me llamaban, me escribían, pero también con todo esto del coronavirus han aflorado las miserias humanas, hay mucha gente que se han comportado de forma discriminatoria, marginando a otras personas que pudieron tener la enfermedad. O sea, ha sacado lo mejor del ser humano pero también lo peor».

¿Qué mensaje desearías dar a la audiencia de La Voz del Toa, a todas las personas que te conocen, que supieron de ti y las que no?  

«Decirle que ya estoy de vuelta, totalmente recuperado, que mi familia y yo vencimos al coronavirus, y que por favor se cuiden mucho, que no dejen de usar el nasobuco, que pongan en práctica las medidas sanitarias del aislamiento social, usar el hipoclorito, en fin, protegerse de esa enfermedad que es bastante peligrosa. No quiero que nadie pase lo que yo pasé».

Se te nota feliz.

«Así es, contento, radiante de alegría, de estar nuevamente en mi dinámica radial».

Gracias por haber accedido a mi solicitud de dialogar contigo para los oyentes de La Voz del Toa.

«Gracias a ti».

Autor