Rogelio Castillo: “La radio es el aire para la vida”

Para esta joven periodista, conversar con Rogelio Castillo significa encontrar el rostro de quién, por muchos años, protagonizó su amanecer a través del espacio “Pañoleta azul”, que transmite la Emisora CMHW, de Villa Clara.

Periodista (L.F): Varias generaciones de villaclareños han crecido junto a “Pañoleta Azul” ¿Qué significa este programa infantil para usted?

Rogelio Castillo: “Pañoleta Azul” se ha convertido en un programa para la familia, en una casa es raro que no lo escuchen casi todos los miembros. Lleva 44 años en el aire, pero Pañoleta parece la misma, y lo es, pero a la vez es diferente, porque camina con el tiempo gracias a la dosis de amor, inteligencia, y conocimiento de la población para la que trabaja.

 “Pañoleta Azul” es algo que no esperé, porque en la radio se trabaja para el día, para la inmediatez, pero si logras que el colectivo ponga alma, corazón y vida, indudablemente tendrás resultados. Y que conste, Pañoleta…no es Rogelio Castillo, es una familia que va más allá de los estudios de grabación.

L.F: A pesar de haber dirigido programas variados y musicales, en su obra destacan los espacios infantiles, ¿por qué prefiere trabajar para niños y jóvenes? 

Rogelio Castillo: Porque es el público que más lo necesita, el más exigente, el más sincero, el más agradecido… Además, creo que sin una buena programación para ellos, el futuro de la radio, y de cualquier manifestación, va a tener lagunas y puede dejar de ser. Mi tesis y mi maestro siempre fueron La Edad de Oro y José Martí. Aprendí que los niños pueden valorar el tema como lo que son, niños, capaces de entender y comprender.

L.F: Usted ha contribuido a la formación de talentosos profesionales del medio, fue fundador del Círculo de interés de la Radio, ¿Qué aspectos  deben mejorar las nuevas generaciones de radialistas?

El Círculo de interés de la Radio fue algo muy hermoso que emprendí con un grupo de estudiantes en los años 80. ¡Fue algo increíble! De ahí salió el programa para adolescentes “¡Hola futuro!”, un noticiero para adolescentes y jóvenes. Los pequeños participaban como locutores, animadores, actrices y actores en toda la programación, incluso tuvieron a su cargo la locución durante la  inauguración del Conjunto Escultórico “Comandante Ernesto Che Guevara”. Muchos de esos niños hoy son talentosos profesionales del medio.

¿Qué deben mejorar las nuevas generaciones de radialistas? Yo creo que mucho.  En primer lugar deben ¡e-na-mo-rar-se! del medio. Claro que no se puede generalizar, pero a muchos les falta vivir en contacto con los oyentes.

No deben mirar a los de más experiencia como rivales, y, por supuesto, viceversa. ¡Claro los tiempos han cambiado! Pero eso que falta hay que buscarlo de alguna manera, y entonces se garantizará el futuro de la Radio.

¿Cómo vamos a llenar el vacío que va más allá de la preparación profesional, eso que no se ve, la chispa que hace el trabajo fuera de liga? Para eso hay que ponerle corazón, inteligencia y perseverancia. La radio, y en general los medios, dan muchas satisfacciones. Es lindo el trabajo, pero te pide que te entregues.

L.F: Ante el desafío qué suponen las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) para los medios de comunicación tradicionales ¿cómo debe ser la radio del siglo XXI para garantizar audiencias?

Hay que vivir el tiempo que te tocó vivir. Mi generación carecía de los más mínimos medios tecnológicos, y teníamos que suplirlos con audacia, no nos detenía nada, ni transporte, ni una grabadora sofisticada, ¡nada!

Hoy es muy buena la tecnología, nos da posibilidades, pero… ¿qué hacen los radialistas con esos medios en sus manos? ¡Tienen que utilizar la cabeza, pero al mismo tiempo el corazón! No hacemos nada si detrás de la tecnología no hay un cerebro, una decisión, una fuerza que los impulse a ser más creativos.

L.F: Usted es el radialista que más premios ha aportado a la emisora CMHW, la Reina Radial del Centro, ¿qué significa esto para usted?

… que estuve donde tenía que estar. Que viví mi tiempo a plena capacidad, que aporté todo lo que podía para sentirme realizado y pagar con trabajo y entrega todo lo que en este tiempo recibí: cariño, respeto, compañía de muchos e incomprensión de algunos.

Para alcanzar los sueños no basta soñarlos, hay que sudarlos y no pensar en la recompensa sino en el deber cumplido. Pero lo mejor de todo es que siempre tuve a mis compañeros corriendo junto a mí, la misma carrera, que en definitiva es la carrera de todos.

L.F: Rogelio Castillo cumple este miércoles 69 años, muchos de ellos vividos junto a la Radio. ¿Qué debe preocuparle a un buen director de programas?

Advertir que los que trabajan contigo no son peones, ni menos que tú, que son talentos dispuestos para alcanzar los mismos objetivos que tú: un trabajo bien facturado, y realizado entre todos.

Ah!, y no olvidar que es el responsable por ser el director. Si sale mal, no escogió bien su equipo de trabajo, o no tuvo la suficiente fuerza para sacar de cada uno lo que debía dar.

L.F: ¿Qué es la Radio para Rogelio Castillo?

Lo que es el agua para el pez, el aire para la vida, el corazón y el cerebro para el ser humano…

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