Su sabiduría ha esclarecido situaciones de cualquier índole a muchas personas, y su sencillez lo ha llevado a la cúspide de las preferencias de quienes le escuchan. En clases, el profe que hace reír; en cuestiones de trabajo, quien aconseja, quien exige cuando sabe que aún hay fruto por germinar. Es Antonio Medina, el Tony de todos, quien nos dedicó un tiempecito para contarnos cómo se montó En la misma cuerda, su programa analítico que cada tarde visita los hogares matanceros.
-¿Cómo surge el espacio?
Luego de 3 años de trabajo en el programa El Familión, estuve cerca de 2 años alejado de la radio. Confieso que no me concibo sin hacer algo en este medio, por lo cual esbocé la idea de realizar un nuevo proyecto que estuviese vinculado con lo que estudié: la Psicología, y así animar el alimento espiritual de los yumurinos en sus circunstancia de todos los días, sobretodo en la crianza de los hijos.
Me arribó a la mente la palabra “valores”. Al haber trazado la temática, quise que tuviese un nombre nacido del hablar popular, así surgió la designación En la misma cuerda. También pretendí que los spots del programa insertarán frases de Martí y para ello me apoyé en el diccionario de frases martianas, dando protagonismo a pensamientos poco conocidos. Creo que en materia de valores nada es suficiente y cada vez más es necesario darles tratamiento, por eso surgió el espacio.
-¿Cuánto aportan en su trabajo las llamadas y los mensajes del público?
Son una retroalimentación, este no es un programa de participación sino una charla expositiva, existe una persona que debate sobre un tema de manera estructurada donde debe haber una introducción, un desarrollo y alguna sugerencia de estrategia o normas a seguir. Las llamadas dan a conocer qué piensa y qué necesita el público, lo cual se convierte en objetivos para nuestro trabajo.
-¿Cómo surgen los temas a debatir?
Yo busco los temas, me apoyo en los mensajes del público, en lo que veo a diario en las calles. Me relaciono con identidades clínicas, o me sostengo en personas que se me acercan por algún problema, sin llegar nunca a develar su identidad.
-Teniendo en cuenta los asuntos que aborda usted como especialista y apoyándonos en sus conocimientos sobre Psicología, ¿cree que están en crisis los valores?
Hay una crisis total de valores, una crisis lamentablemente globalizada. Existe violencia sin precedentes en muchos países. Pienso que las rejas no son sinónimo de seguridad, cuando yo pueda dormir en mi casa con una reja o puerta abierta y no llegue a ocurrir nada, entonces soy verdaderamente un hombre seguro, en otras palabras, las puertas más seguras son las que pueden dormir abiertas.
Considero que los valores no están perdidos, sino que están de vacaciones; si nos declaramos en una pérdida total de los valores estaremos hablando de una pérdida de muchas cosas.
-En su opinión, ¿qué le falta a la prensa cubana para promover el tema valores y sus buenas actitudes dentro de la sociedad cubana actual?
Pienso que le falta trabajo investigativo. Debe la prensa que parecerse más al público, a sus opiniones. En ocasiones, no hay correspondencia e identificación con la mirada de quienes nos escuchan u observan. Estamos cayendo en un lenguaje superfluo, poco convincente. No se puede desoír la sentencia de los receptores. Repito, la educación sobre los valores nunca será suficiente, siempre habrá que caer en ella.
-¿Consideras al programa como una ayuda espiritual?
Lo considero una herramienta sicológica para las personas, no teoriza, tiene un lenguaje práctico parecido a quien lo escucha.
-¿Desea transmitir algún mensaje al público?
Que me apoyen todos los que puedan y así lo deseen, porque En la misma cuerda lo he llegado a querer como mi tercer hijo y nunca quisiera que se fuera del aire. Hacerlo me proporciona un inmeso placer profesional y también personal.