Un terrorista y un golpista
Nuevamente ha tomado auge el tema referido a la voladura del avión DC-8 perteneciente a Cubana de Aviación, hecho sucedido el 6 de octubre de 1976, cuando la aeronave partió de Caracas hacia Trinidad-Tobago y, al dirigirse desde la isla de Barbados a Jamaica, para luego regresar a Cuba, explotó a causa de las dos bombas del tipo explosivo C-4 que unos criminales habían colocado en el aparato. Allí viajaban 73 personas, de ellas 24 deportistas cubanos.
De este crimen tan repudiado se acusa a Luis Posada Carriles. Y, aunque hay otras personas que intervinieron, como Orlando Bosh Ávila, los venezolanos Hernán Ricardo Lozano y Freddy Lugo, voy a enfocarme sólo en hablar, por ahora, de Luis Posada Carriles y Pedro Carmona: uno es terrorista y el otro un golpista.