El día que Violeta Casal lloró
«¡Te estoy esperando desde hace diez días!», fue la rotunda afirmación de Fidel al darle la bienvenida a Violeta Casal en la Sierra Maestra. Ella había viajado desde La Habana en automóvil hasta Morón, donde tomó un autobús hasta Canabacoa, para luego, a lomo de mulo, hasta la conocida cadena montañosa ubicada en la región suroriental de Cuba.