En el corazón de Cuba vive su Partido

Así como la Revolución en Cuba es una sola desde el 10 de octubre de 1968, cuando Carlos Manuel de Céspedes encendió la llama independentista en La Demajagua, el Partido Comunista de Cuba es heredero del Partido Revolucionario Cubano, fundado por José Martí. La obra de una organización política pasa por la manera en que sus postulados se sientan en las entrañas de su pueblo. En el mismo corazón de Cuba, latiendo con ella y con su gente, vive el Partido Comunista de Cuba. Nació de las tres principales fuerzas que alumbraron a la nación con el triunfo de la Revolución, en enero de 1959: el Movimiento 26 de Julio, el Directorio Revolucionario 13 de Marzo y el Partido Socialista Popular, las cuales, en virtud de la voluntad unitaria –en 1961– se fusionaron, bajo el liderazgo de Fidel, en las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), antecedente de la ulterior restructuración y construcción, al año siguiente, del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURS). Luego, en octubre de 1965, se fundó el primer Comité Central del Partido que, en la misma noche del día 3, asumió el nombre de Partido Comunista de Cuba. Hoy cumple 57 jóvenes años, fruto, al decir de su constructor, el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, de la Revolución misma que lo trajo al mundo, y ahora este la lleva adelante. «Nació de dos factores esenciales, fundamentales, invalorables: la unión de todos los revolucionarios y una doctrina científica, una filosofía político-revolucionaria: el marxismo-leninismo», dijo Fidel. Así como la Revolución en Cuba es una sola desde el 10 de octubre de 1968, cuando Carlos Manuel de Céspedes encendió la llama independentista en La Demajagua, el Partido Comunista de Cuba es heredero del Partido Revolucionario Cubano, fundado por José Martí, en abril de 1892, para guiar el …

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Es la hora de hacer, para renacer

Lo que el huracán Ian no pudo llevarse tras su paso devastador por Pinar del Río fue la fuerza de un pueblo bueno y afanoso, que una y otra vez ha demostrado su capacidad de resiliencia. Decretada la fase recuperativa, los hijos del más occidental de los territorios cubanos han entendido que ya no es hora de lágrimas, sino de sumar brazos y voluntades a limpiar los residuos que abarrotan las avenidas; la hora de echar a un lado los dolores para poner todas sus fuerzas en el desafío que representa el regreso a la vitalidad cotidiana. Desde la familia más cercana, el barrio, se reconstruye la esperanza. Así lo constató Díaz-Canel en su segunda visita a la provincia, en la que conversó con el pueblo para conocer de cerca sus inquietudes y alentar la voluntad que lo define. Pinar del Río y su gente saben de heridas tan hondas como las que provocó el panorama desolador que vieron la mañana del 27 de septiembre. Pero también saben de tenacidad, de empeño, de crecerse en los días más difíciles, a sabiendas de que no están desamparados. Cuentan con numerosas manos, con la guía de quienes, sin descanso, buscan soluciones para restablecer los servicios más acuciantes, como el de la electricidad y el abasto de agua. Con el apoyo de la solidaridad que llega desde varios sitios de la Mayor de las Antillas, y desde las zonas menos afectadas de la propia provincia, Vueltabajo se despoja de dolores y echa a andar. En eI Instituto Vocacional de Ciencias Exactas Federico Engels ya se encuentran alojados linieros, operadores de motosierras, trabajadores de distintas esferas y de varios lugares. Afanosos se sumarán a mover árboles y postes caídos, a talar ramas, a recomponer cables eléctricos… Pinar del Río necesita toda esa comunión de …

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