«Un niño me inspira dos sentimientos: uno de ternura, por lo que es, y otro de respeto por lo que pueda llegar a ser». Ese aforismo martiano presidió la sesión inaugural de la edición 47 del evento teórico «Caracol» 2022, que tuvo lugar del 25 al 28 de octubre, y como sede principal la sala «Villena» de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Por: Jesús Dueñas Becerra Contexto idóneo para que un grupo de niños y adolescentes presentaran sus producciones audiovisuales, caracterizadas —en lo fundamental— por su empaque estético-artístico (en estrecha concordancia con la edad de los bisoños creadores), así como por su proyección ético-humanista; cortos y microfilmes signados por el candor y la inocencia que caracteriza a esas edades privilegiadas (niñez y adolescencia) del ciclo vital humano, así como por los códigos gestuales y lingüísticos utilizados por los realizadores para comunicarse libremente con los niños, adolescentes y jóvenes que serán los futuros consumidores de esos productos, lógico resultado de la inteligencia global y emocional y de la gran capacidad creativa que identifica a los «pequeños príncipes» que —al decir de José Martí— «saben más de lo que parece», y que protagonizaron esas aventuras audiovisuales, que tocaron las fibras sensibles del público. Para fundamentar —desde la óptica teórico-conceptual— dicha muestra, que cuenta con guión, dirección y realización de tan encantadores «Ismaelillos», se desarrolló un panel, moderado por Pedro Noa, vicepresidente de la Asociación de Cine, Radio y Televisión, e integrado por Lisset Ametller, directora de Contigo somos más, e Ivette Avila, representante de Unicef y Red Audiovisual para la Infancia, quienes disertaron —desde una óptica objetivo-subjetiva por excelencia y desde sus respectivos puntos de vista— acerca de cómo esos niños y adolescentes son capaces de comunicarse fluidamente con sus congéneres y «sin robar pantalla», o sea, diseñan …