La poesía, el testimonio, la historia, el cine, la música… han intentado aprehenderlo, pintarlo, contarlo, cada uno a su modo. Han intentado devolvernos a aquel joven eterno, al héroe que un día desapareció para siempre, en un vuelo infinito.Camilo, Señor de la vanguardia, le llamó William Gálvez. El Hombre de las mil anécdotas, El Héroe de Yaguajay, el hombre de pueblo por antonomasia. Nicolás Guillén nos lo entregó en la pregunta eterna:
Jinete en el aire fino, / ¿dónde estará, dónde cayó, / el comandante Camilo,
que no lo sé yo. // Entre la tierra y el cielo, / ¿adónde fue donde voló /
el comandante Cienfuegos, / que no lo sé yo?Mirta Aguirre lo hizo para los niños. Lo dibujó exacto, en apenas ocho versos, lo recortó al modo más sencillo, más raigal:
Capitán tranquilo, / paloma y león, / cabellera lisa / y un sombrero alón; / cuchillo de filo; / barbas de vellón, / una gran sonrisa / un gran corazón.
Y Manuel Navarro Luna, el gran elegíaco, el de las odas mambisas, el que mejor sabía definir con el verso, toma el espíritu de la gente en aquellos días terribles de octubre donde todos le buscaban…
Tienes que estar caído, / tremendamente desgarrado y caído, / para que no respondas al pueblo que te llama (…) / Tienes que estar despedazado, destruido, / para que tú, Camilo, siempre un mástil erguido, un nardo / nazareno enardecido, / ahora no le respondas, / con tu voz limpia y alta de metal afilado…
Y por supuesto, también lo intentamos en la radio, a nuestro modo, breve y sincero. RADIAciones le invita a escuchar…
- Crónica “CAMILO: Jinete en el aire fino” / Voz y texto: Reinaldo Cedeño / Musicalización: Jailer Cañizares