Buena nueva a los medios: Miriam Mier volvería a ser actriz

Hace 79 años (el 12 de marzo de 1946) nació Miriam Mier Vidal. Vivía en el reparto Poey para su niñez habanera, con ese apellido Mier español, seis hermanos paternos y una madre que soñó ser actriz, pero en su época no era bien visto, y apostó por esa realización mediante su hija, quien se satisfacía de saberse contribuyendo a la realización y felicidad de su amada madre, al tiempo que descubría las suyas propias.

De tal suerte, en 1953 la madre la llevó ante José Sanabria “el viejito Chichí” del show televisivo de variedades Las estampas de Chichí y venció las pruebas; allí conocería a Rolandito Peña y otros como Ana Nora Calaza, a quien quiere y respeta mucho. En ese espacio tuvo que desempeñar distintas funciones y actuaciones “pequeñas”: empezó doblando, haciendo cositas españolas, comerciales, y su madre fue feliz viéndola en todo; llegó a anunciar medias escarpines, pero con sus piernas tan delgaditas, el eminente director Silvano Suárez propuso ponerle varias medias a fin de que sus piernas parecieran más gorditas para la publicitaria Siboney.

Anunciaba jugos, galleticas, quesos, gelatinas, hizo comerciales para los jugos Picker, pero cita su inicio en Sábados en la noche con Condall anunciando ya con una cortina hasta los 14 años, mientras estudiaba piano, solfeo, teoría, ballet, bailes españoles, todo lo que la madre quería que ella fuera; con 15-16 años “hacía banco” en la antigua emisora CMQ; varios días solo esperando por si fallaba alguna actriz o necesitaban una extra flaquita con mucho pelo oscuro para aquella Tv en vivo donde recuerda a Héctor Quintero, según Unos minutos en la vida de…Miriam Mier (serie audiovisual de Carlos Collazo; 2018), y seguiría estudiando por las noches hasta licenciarse en Historia del Arte.

Empezó haciendo un bocadillo para Cascabeles Candado y en 1961 al fallar la actriz Griselda Nogueras, tuvo que sustituirla y fue su primer protagónico en la telenovela Bajo el cielo de Argelia, que entonces estaba en el boom; era en vivo y ella muy nerviosa no se sentía preparada para ese personaje histórico tan grande para ella: Yamila, una guerrillera perseguida y torturada; pero con la ayuda de grandes actores como Alberto González Rubio, Hadita Béjar y Gina Cabrera, logró el personaje y reconquistó al público.

Hizo teatro aunque no tanto como radio y televisión, muy al principio en los años 60 con Aleida Escartin en el Teatro Nacional de Cuba durante siete u ocho años, y recomienda a los jóvenes actores hacer mucho teatro, porque el teatro es toda una escuela.

En Viernes de CMQ otro magno: Antonio Vázquez Gallo, la incluyó y empezó haciendo uno o dos bocadillos hasta interpretar grandes clásicos de la literatura universal como el madrileño Jacinto Benavente; en 1966 fue la Abigaíl Williams en la primera versión televisiva de la famosa obra clásica del estadounidense Arthur Miller, Las Brujas de Salem, con dirección y adaptación de Roberto Luis Garriga Agramonte compartiendo escenas con la gran Raquel Revuelta como Elizabeth Proctor y con Raúl Xiques como John Proctor en el entonces canal 6 (color de José Fajardo)

También en Teatro Icr (canal 6) en las dos versiones con dirección, guion y adaptación de Garriga de Jaque al rey Enrique VIII y sus seis esposas sobre el original del alemán Herman Gressieker a partir de la obra del inglés William Shakespeare, repitió como Catalina Howard, junto a Enrique Santiesteban como Enrique VIII y Maritza Rosales, Nilda Collado y Odalys Fuentes, solo variando de 1970 Consuelito Vidal y Marta Jiménez Oropesa, a 1973 por Margarita Balboa y Alicia Fernán; todo absolutamente estelar; y es memorable su Mariana Pineda del andaluz (granadino) Federico García Lorca en Teatro Icr, junto a Gina Cabrera.

Ese mismo año 1966 estaba ya en el espacio Aventuras, con Los Vikingos, donde era una de los coprotagonistas: Gretel, la novia de Leiff Erickson encarnado por Ramoncito Veloz hijo de Erick el Rojo y Sigrid, interpretados por otros inmensos: Luis Alberto Ramírez y Aurora Pita, junto a otros no menos relevantes como Armando Soler “Cholito”, dirigidos todos por el Maestro Erich Kaupp; otros inolvidables con su talento en este espacio fueron en 1971, Los comandos del silencio, dirigida por Eduardo Moya, compartiendo elenco con Barbarita Jover, Carlos Gili, Ivan Colás, Raquel González, Manolín Álvarez, Annia Linares, Miguel Navarro, Rogelio Blain, Enrique Molina, Salvador Wood, Sarita Malberti.

En La máscara roja (1979) encarnó a Ivonne, hasta totalizar 18 de aquellas Aventuras, al tiempo que actuaba en otras exitosas producciones como Horizontes, y en humorísticos como La Comedia del Domingo, con su “humor alto” que le llamaba Garriga, y en otro clásico del humorismo televisivo cubano: Detrás de la Fachada. Estima al buen humor más difícil que el drama, pues de lo único que puede valerse cada intérprete es de su voz, y es muy difícil hacer reír a este pueblo, mientras que el drama tiene algunas apoyaturas, pero actuar exige siempre sinceridad para convencer.

Desde los años 60 hasta los 80 fueron años muy intensos para ella en la pequeña pantalla hogareña, ayudada mucho por aquellas grandes figuras de la televisión cubana de entonces como Fela Jar, Enrique Santiesteban, y el matrimonio de pilares que eran Erdwin Fernández y Nilda Collado; estos fueron sus profesores, entre los que tuvieron que hacer la televisión en vivo a fuego cuando en Cuba se veía tanta televisión y la gente en la calle les decía cualquier error que veían, no cabía equivocarse, y sin aire acondicionado hacían obras de Rusia y de otras culturas con sus abrigos y sudaban pero con mucho amor, respeto y profesionalidad, por lo que mucho le molesta que no se reconozca a todos los artistas que tanto se han sacrificado por la televisión, el teatro y la radio cubanas.

También intervino en policiacos televisivos de espionaje como En silencio ha tenido que ser (1979, dirigida por Jesús Cabrera), y del mismo género protagonizó la serie Para empezar a vivir (1980) dirigida por Loly Buján, interpretando a Lidia y a Raquel, que eran dos y hasta tres personajes en uno, sobre la mujer cubana en los Órganos de la Seguridad del Estado del Ministerio del Interior de Cuba.

En 1981 recibió el prestigioso Premio Internacional de Actuación en el IX Festival de Plovdiv de Bulgaria con la obra teatral Dos Padres, escrita y dirigida por Silvano Suárez. Por su personaje La Gaviota, dirigida por Loly Buján en la obra homónima del ruso Antón Chéjov, que coprotagonizó con Frank González, ganó el Premio de Actuación Femenina otorgado por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) a la que por supuesto, pertenecía.

Se casó cinco veces; en 1976 nació su hijo Abel 1976 y en 1977 Saskia Ciego y aunque siguió en la televisión, para atender a sus niños pequeños pasó a radio casi por completo, que era un poquito menos compleja, y la programación de Radio Progreso, todas sus novelas y teatros, cayó sobre sus hombros; interpretó una larga lista de personajes como la princesa Aura en la radionovela Un capitán de 15 años y actuó en Veinte mil leguas de viaje submarino; fue emblemático su personaje Beatriz en Mercado de almas, y el de Beba Salavarría en Cuando la vida vuelve, ambas escritas por Joaquín Cuartas según Cecil Villanelle (¿Qué ha sido de Miriam Mier, más de 20 años después de su última aparición en TV? En www.cubalite.com), y de su público fiel la recuerdan interpretando con maestría lo mismo a una niña o una anciana, una joven toda bondad o una perversa villana, voz inconfundible que marcó un estilo, una manera de hacer; en la radio siempre estuvo de 8 am a 7.30 pm desde 1980 hasta casi el año 2002, y condujo con su carisma propio el espacio Nosotras de Radio Progreso durante más de 17 años.

Aún hoy sigue con la radio, pues su delirio es la música clásica de la que tiene una gran colección, y “su niño” Mayito le pone en la CMBF el programa que ella escucha desde 8 a 10 de cada mañana todo lo que ella gusta y la seda, también porque su hija Saskia estudió música en la Amadeo Roldán, se graduó de piano del Instituto Superior de Arte y fue pianista mucho tiempo hasta que se casó; y porque Rashmaninof la transporta a otros lugares, y sobre todo Mozart; igualmente gusta de la música popular, pero recalca: la bien hecha.

Todos los medios los considera muy difíciles y todos válidos, pero el que más le gusta es la radio, porque tiene que ser muy creíble a veces a primera vista pues a menudo no da tiempo de leer, y valora este pueblo muy conocedor la radio, sobre todo de Radio Progreso.

Su última aparición en televisión fue en la novela A pesar de todo (2000) con María Teresa Pina y Zelma Morales, interpretando tres amigas que deciden dar un cambio en sus vidas, junto a otros actores relevantes, dirigida por Eduardo Moya sobre idea original de Maité Vera, Desde el año 2002 dejó los medios por la diabetes, pero como es tan activa, estudió auditoría en la Federación de Mujeres Cubanas, trabajando como auditoria de la cafetería de un cuentapropista.

Durante toda su carrera aspiró a ser Hamlet; no Ofelia, sino Hamlet, que es más difícil, pero nunca se le presentó esa oportunidad.

Ya con cinco nietos, el pueblo aún la reconoce y demuestran gratitud por todo su legado y su obra; la sienten amable, simpática, siempre dulce y positiva, aún con su hermosa y jovial voz y su cautivador rostro; ha viajado mucho pero sigue en su querida Cuba.

Su pasión son los perros, que no son sus mascotas sino sus hijas Mariola y Samanta, y en línea general todos los animales, hasta las serpientes que tanto temen todos; a su patio acuden muchos totíes a los que les pone arroz y van a cantarle muy confiados y entran hasta la cocina y eso la llena de alegría, con su carácter fuerte cuando lo requiere pero le gusta la paz y la tranquilidad, levantarse todas las mañanas feliz, ir a su Taichi que tiene que hacer y armonizar, hacer el bien, ser respetada y que sus amigos la quieran, porque cultiva la amistad de la que tiene un alto concepto, y le molesta la mentira, la traición, la doble cara, y que las cosas no funcionen como tienen que funcionar.

Reconocida como Fundadora del Instituto Cubano de Radio y Televisión (Icrt), distinguida con la Condición Artista de Mérito de la radio y la televisión cubanas por más de cuatro décadas en la pantalla y la radio; entre los 17 galardones que ha recibido como actriz, se destacan el primer Premio de Actuación Caricatos de 1997y el Premio ACTUAR por la obra de la vida 2016, así como el Sello Conmemorativo 85 aniversario de la radio cubana y el Premio Nacional de Televisión 2019 en el Memorial José Martí junto a Odalys Fuentes de Arma, Luis Rielo Morejón, Mario Balmaseda Maurisco, Frank González Díaz y Félix Pérez Ortiz; y sobre todo la satisfacción que tan justamente le compete por su vida y obra, que evidenció al confesar a Collazo que de volver a nacer, volvería a ser actriz.

Autor

  • (La Habana, 1957) Licenciado en Historia del Arte (1982) y Licenciado en Historia General (1986), Técnico Medio Superior en Arqueología (1984) y Técnico Medio Superior en Museología (1985), Doctor en Ciencias sobre Arte (2001) y Máster en Antropología con Mención en Antropología Sociocultural(2001), Diplomado en Historia General Contemporánea (2006), Profesor Titular de la Universidad de La Habana (2002) e Investigador Titular (Ministerio de Cultura y Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente, 2004).

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