USA: ¿Infiltración “castrista” en sus universidades?

Y el referido audiovisual lo demuestra con un lenguaje crudamente objetivo y ajeno por completo a los artificios.

En 1956, horas después del arribo de Fidel Castro a la costa oriental de la isla, agencias cablegráficas de Estados Unidos informaron que había muerto.

Ahí comenzó una larga cadena de mentiras, verdades a medias y otras invenciones, fraguadas en Washington, aún vigentes.

Como es imposible narrar esa novela de horror, vale echar mano a un capítulo que los resuma a todos.

El titulado caso de los Peter Pan. ¿En qué consistió?

A principios de los años 60 del siglo pasado, la CIA montó y divulgó un supuesto plan macabro:

La Revolución cubana estaría ideando separar a los hijos de sus padres y enviarlos a la entonces Unión Soviética.

Con el propósito de brindarle credibilidad a su versión, redactaron una falsa ley de patria  potestad y la distribuyeron.

Todo ello con el ardiente respaldo de Radio Swan, una emisora sufragada por la CIA.

Finalmente, esta última y sus cómplices festejaron el transitorio y oscuro triunfo que arrastró a unos 14 000 niños cubanos a viajar solos hacia Estados Unidos.

Muchos de sus posteriores testimonios constituyen una de las páginas más bochornosas de las relaciones cubano-estadounidenses.

Sin embargo, la tradicional adicción de Washington a mentir  contra La Habana no ha cesado.

Este miércoles 17 de septiembre, Diario Las Américas afirmó en su portada:

Una pesquisa del FBI reveló que hay “esfuerzos de Cuba para infiltrar universidades en Estados Unidos”.

De acuerdo al texto, ese reporte orienta cómo localizar a sus  “objetivos”

El informe dice también cómo los usan bajo chantaje o promesas económicas “cuando termine el embargo”.

Según el FBI, la Universidad de Columbia, en Nueva York, es una de las que concentra más el interés de la isla.

Aunque no deja de extender el supuesto operativo cubano a centros académicos de Washington y otros lugares.

Significativamente, ahora están resaltando entre esos últimos a los establecidos en Miami. 

Un periodista de Diario Las Américas, J Gonzalo, comentó este miércoles que Cuba sigue buscando infiltrar agentes en Estados Unidos.

Sin ofrecer ni una sola prueba aplica el guión trazado cuando  asegura que “no resulta un secreto” esa actividad de La Habana.

El informe reitera que uno de sus objetivos es influir sobre  académicos estadounidenses y cubanoamericanos, “para convertirlos en agentes de la inteligencia cubana”.

Vale aceptar que ha ido creciendo la presencia de agentes de la isla en importantes centros docentes de ese país.

Pero no los mencionados por el FBI, sino los que están al servicio de una potencia extranjera que trata de asfixiar a una pequeña nación vecina.

El dos de junio de 2014, Washington asignó un millón  200 mil dólares para otorgar becas en sus universidades a jóvenes cubanos.

Unos 100 de ellos incluidos en un titulado “programa de liderazgo” regido por los valores norteños.

Todo lo dicho se extendería desde el 30 de septiembre hasta noviembre de 2016, para “impulsar a los jóvenes cubanos a elegir libremente su futuro”.

Esa maquinación establece que sus huéspedes estarán con familias estadounidenses para conocer mejor la cultura de ese país.

Asimismo que su programa sería en español, primero para 35 jóvenes y después hasta unos 65.

El cinco de febrero pasado, el ultra conservador periódico español El Mundo, en armonía con esa intriga, elogió su desarrollo.

Agregó que jóvenes cubanos “hacen historia” al tener la oportunidad de acceder a una universidad de Estados Unidos.

El Mundo aclaró, por si había dudas, que esos alumnos procedían “de la oposición al castrismo”.

Luego sumó un detalle de gran interés, las becas fueron asumidas por la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) y el Miami College.

¿Quién facilitó el dinero para cumplimentar esa nueva misión de la CIA contra Cuba?

La Agencia para el Desarrollo y la Cooperación Internacional (USAID), expulsada de varias naciones por sus nexos  con ese aparato de espionaje.

Entonces el FBI, como dijo su informe, no debe sacrificarse tanto buscando agentes extranjeros conspirando en sus universidades.

Los tiene ahí, con nombres y apellidos, y su estado mayor en Miami y sectores de la CIA, no en La Habana.

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