Carismas de Cuba: El pregón

Si, a mí también me pareció raro, por eso te quise preguntar. Es que lo escuché en el pregón de un cochero en la esquina de las calles Argüelles y Gacel.

¡En el pregón de un cochero! Vas a tener que repetírmelo para poder entenderte. Él decía: «Vamos, vamos, Reina, a peso, por el túnel, vamos, que me voy».

Espera, creo que ya entendí. Esa es una forma de llamar la atención sobre su oferta. Cuando se refiere al túnel, quiere decir que su servicio será rápido y directo.

Bueno, desde ese punto de vista tienes razón. ¡Qué creatividad la del señor! Si su intención fue llamar la atención, conmigo y con varias personas lo logró.

Claro, el objetivo de todo pregón es desviar la atención hacia una oferta determinada. Los hay bastante originales, como ése que presenciaste al tomar el coche.

Aunque yo conozco de varios que me han sorprendido, y hasta me han hecho sonreír, ¿y tú?. Sí, claro, por ejemplo, un señor que vende dulces, generalmente por los barrios de Tulipán y La Juanita, que pregona así: «Espejuelitos, espejuelitos, vamos que se va la óptica».

Al igual que uno de los taxistas de la terminal de ómnibus, que oferta viajes fuera de la provincia, que dice: «Me queda un asiento, señores, saquen lo que tienen escondido y móntense».

Sí, yo lo he visto, y en ocasiones es más específico, por ejemplo: «Vamos, señora, saque lo que tiene escondido en el bolsito, que me voy ya».

Y así va probando con otras partes de la vestimenta, que en varias ocasiones, no sólo llama la atención, sino que provoca sonrisas, y a veces, coincidencias.

Muy ingenioso, ¿verdad? Casi puedo imaginar el ambiente que rodea el espacio que ocupa este taxista. Sí, porque el pregón puede modificar el entorno, dándole actividad. Tal es así, que en ocasiones dejamos lo que estamos haciendo para asistir a pregones que son casi un acontecimiento, sin dejar de tener su dosis de naturalidad.

Eso me recuerda a un vendedor ambulante de viandas y vegetales, que se conocen popularmente como «carretilleros», que saca de sus casas a varias personas en la cuadra.

¿Cómo lo consigue? Me imagino que sin mencionar los precios, porque si no las personas, más que salir, lo más probable sea que se escondan en sus casas.

Al pasar por cada cuadra, comienza a mencionar una seguidilla de al menos 30 productos. En realidad tiene la mitad, pero la gente se impresiona porque parece imposible que en un coche quepan tantas cosas.

Vaya, una buena idea. Así también sabe lo que las personas quieren, y si no lo tiene lo puede conseguir. ¿Qué me dices de la nueva variante de pregonar las paleticas?

Sí, se pregona sin palabras, usando melodías infantiles de la cultura anglosajona, pero que en algún momento se le pueden incorporar algunas que sean cubanas.

Tienes razón. En fin, que con los tiempos cambian también los pregones y la forma de emitirlos. Lo realmente bueno, es que la tradición no se ha perdido.

Y no creo que se pierda, porque el pregón forma parte del carisma de la identidad nacional cubana, como tampoco dejarán de ser nunca tan pícaros y joviales.

Autor