Con Elinor Pérez, si de hablar se trata…

Ella, graduada de Español-Literatura, lleva más de 30 años defendiendo el uso correcto de la lengua materna; pero no precisamente delante de un aula. Su auditorio es mucho mayor, diverso y hasta responsivo. Tal vez por eso siente la necesidad de esmerarse tanto.

Corría el año 1986 cuando esta “dama de las letras” escribió su primer guion radial para el programa Si de hablar se trata, dedicado a promover el adecuado empleo del idioma español. Tras tres décadas de saga, ella todavía evoca con vehemencia su debut. “Recuerdo que lo primero sobre lo que escribí fue nada más y nada menos que el uso del gerundio, un tema sumamente controversial. Cuando pienso en ese primer guion siento que era una verdadera inexperta”.

Así de perfeccionista es esta mujer, pero no podría ser diferente alguien con una responsabilidad como la suya.

Sin embargo, cuando Elinor se refiere a Si de hablar se trata, no lo hace con la rudeza que suponen las obligaciones, sino con amor de madre. Y es que ante la ausencia de la familia, él se ha vuelto su más fiel compañía.

“Mi labor fundamental en Radio Cadena Agramonte fue como asesora de programas juveniles y musicales, lo cual me trajo muchas satisfacciones; también hice adaptaciones de novelas para el espacio Radial 2. Pero la niña de mis ojos es sin dudas Si de hablar se trata”.

Es entonces cuando la conversación deja de centrarse en ella, y sin más preámbulos comenzamos a dialogar de Si de hablar…

¿De quién fue la idea de crear un espacio como este para el medio radial? En la prensa plana existen secciones especializadas en los temas del lenguaje pero en la Radio, sin ánimos de chovinismo, que yo sepa no existe un proyecto similar.

“En la década del 80 en Radio Cadena Agramonte existía un Grupo de Lingüística encargado de evaluar científicamente el trabajo de los locutores. Los resultados de esas investigaciones se compendiaron y presentaron en un evento en la Cátedra de Lingüística de la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba. Impresionó tanto que de allí salió la propuesta de crear un programa radial dedicado a promover el buen hablar. Así fue como nació Si de hablar…, en septiembre de 1984.

“Yo comencé a escribir dos años después, y desde entonces a la fecha lo he hecho ininterrumpidamente”.

Tres décadas es mucho tiempo. ¿De dónde se nutre Elinor para escribir durante todo ese período, un programa cada sábado del año?

“A veces yo misma me asombro; pero la lengua es un ente vivo, en constante mutación. Me nutro de la vida misma, del diarismo, de conversaciones que escucho en la calle; de la sugerencia de las asesoras del programa y del colectivo en general: actores, realizadores, y por supuesto, de los oyentes”.

¿Pero alguna vez ha sentido que se le agotan las opciones?

“La verdad, sí, pero se me pasa rápido, porque entonces de la más mínima y tal vez hasta insignificante situación, me nace una nueva idea”.

¿Cuánto tiempo dedica Elinor a escribir un guion de Si de hablar…?

“Eso depende del tema. A veces logro concebir dos guiones en un día, pero a veces paso dos días concibiendo un guion. Imagínate que cuando preparo Si de hablar…, tengo sobre la mesa seis o siete libros, entre diccionarios, enciclopedias, manuales; por suerte tengo buena memoria y recuerdo donde leí cada información. Además, mantengo la costumbre de escribir a máquina, en una Remington de los años 40, así que cada vez que me equivoco tecleando, tengo que empezar de cero”.   

¿Cuánto le ha tributado Si de hablar… a Elinor en lo personal y en lo profesional?

“Profesionalmente me ha devuelto muchos conocimientos, y he aprendido a amar más mi lengua materna. En lo personal, me sirve de terapia, de compañía, de escape. Mis hijos están lejos, y Si de hablar… no suple sus ausencias, pero la calma”.

Noto que su voz ahora es diferente, se entrecorta, y sin pensarlo mucho le lanzo otra interrogante. Y al público, ¿cuánto cree que le ha aportado?

Si de hablar… se transmite en un horario que no lo beneficia mucho: los sábados en las tardes; pero aún así los reportes de sintonía siempre han sido positivos, y eso lo constato día a día, cuando voy caminando por la calle y alguien que me reconoce me propone un tema o me dice: Oiga, cómo aprendí con su programa’.”

“Creo que Si de hablar… le ha aportado al público conocimientos, y el deseo de aprender a hablar mejor”.

Precisamente quería preguntarle, ¿en qué radica el éxito de Si de hablar… para mantenerse por más de 30 años al aire?

“La propia naturaleza del programa, el que se hable de aspectos de la vida misma, de temas que nos tocan muy de cerca”.

Hace aproximadamente dos años, las emisiones semanales de Si de hablar… pueden escucharse a través de la página web de Radio Cadena Agramonte. ¿De qué forma ha beneficiado este nuevo soporte al programa?

“La audiencia ahora es incalculable, pues según tengo entendido el sitio digital de Cadena Agramonte es uno de los mejores posicionados entre sus similares de la Radio Cubana. También he tenido que ser más cuidadosa en el tratamiento de determinados regionalismos, con un significado para los cubanos y otro para el público extranjero. A la vez, la gama de temas a tratar es mayor, porque el público ahora es más diverso. Sí quisiera que existiera más retroalimentación en este sentido”.

Entonces, amén de que a veces cree que se queda sin opciones, habrá Elinor y Si de hablar… por mucho tiempo más.

Eso no te lo puedo asegurar; pero por ahora no pienso en un final.

 

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