Cuba a mitad de camino en Río de Janeiro

Cuba es un país con Yunidis y otro sin ella. Lo que tampoco implica que se quedó huérfana de opciones para ampliar su palmarés que hasta hoy ha sido bastante decoroso, dado el alto nivel de la competencia, tal como lo dicen los récords mundiales y paralímpicos implantados en Río 2016.

En ese concierto complicado otra locomotora con nombre de mujer, Omara Durand ha aportado dos de los tres títulos de Cuba en cien y doscientos metros en la categoría  T-12, para hacer valer las previsiones precompetitivas.

Dalisdaivis Rodríguez regaló el otro título en la división de los 63 kilos del judo, un deporte que dejó insatisfechos a la propios directivos de la disciplina, que esperaban algo más que ese oro y los dos bronces logrados en el masculino, aunque a decir verdad, sobre el tatami no se visualizaron enemigos pequeños.

Desde el atletismo, como se esperaba, llegó el resto del aporte, con la plata de Yunidis Castillo, en los cálculos precompetencias por sus marcas y la de sus rivales. También con los bronces de Leonardo Díaz y Noralvis de las Heras, en disco y de la saltadora de longitud María Luz Pérez. 

Descontada de la competencia Yunidis Castillo, no existe en la comitiva ni un atleta que supla sus títulos, ni tampoco varios que se los repartan.

Por eso, la mayor de las Antillas apuesta a que el percance de la saltadora se revierta en oxígeno, más que enpesar. Esa es, al menos, la pretensión de la comitiva, reafirmada por los atletas que quedan en competencia.

Como si ya no hubiese hecho bastante con aportar dos títulos, aún se espera y aspira a que Omara Durand repita su tripleta del Campeonato del Mundo cuando cierre sus presentaciones en los 400 metros.

Ello implica que hombres como Leinier Savón puedan repetir sus títulos mundiales de Doha, Catar, en 100 y 200 metros, y Lorenzo Pérez, el nadador, pueda hacer valer en la piscina su enjundioso palmarés que incluye plata y bronce en la edición anterior en Londres y recordista mundial en los 100 metros, disciplina con la que la isla caribeña sella sus presentaciones en Río.

No implica que otros no puedan acceder a las medallas pero será más complicado. De hecho, el propio Lorenzo obtuvo medalla de bronce en los 400 metros, en un evento en el que inició hace poco.

A Río le restan cuatro jornadas. De la eficiencia de los atletas que restan por competir depende que nuestro país ascienda en el medallero.

De no ocurrir imponderables, posibles en toda lid deportiva la delegación debe sumar al menos otros cuatro títulos y así podrá presentar batalla entre los veinte primeros. Estaríamos hablando de una hazaña.

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