Desde entonces, con su mágica y contagiosa sonoridad, capaz de generar diversas imágenes y emociones, se convirtió en inseparable compañera, y cautivó a los habitantes de Camaguey, llamada por el Poeta Nacional Nicolás Guillén «suave comarca de pastores y sombreros».
Ella, cual fiel testigo de la historia, reseñó con autenticidad valiosas páginas protagonizadas por su pueblo, las cuales, a pesar del tiempo, guarda entre sus más preciados tesoros.
Esta joven, pero sabia amiga, acogió en su seno diferentes generaciones de hombres y mujeres que, hechizados por su encanto, quedaron atrapados en sus ondas.
Hoy, renovada y leal como el primer día, guía con paso seguro a sus oyentes, se mantiene en su preferencia y los enseña a soñar en compañía de la antena.
Su colectivo alegre, unido, profesional y rejuvenecido, la convierte en arte, voz y un sonido para ver que refleja el acontecer cubano y territorial con frescura, inmediatez y veracidad, donde es el pueblo el principal protagonista.
A la distancia de 59 años, le corresponde a su colectivo actual impregnar en cada entrega originalidad, talento y dedicación; una receta que le ha permitido a la CMHA Radio Cadena Agramonte permanecer siempre en el corazón del pueblo.