Por eso, en ellos piensa hoy el director de Radio Progreso, José Antonio Guerra García, cuando de perfeccionamientos y perspectivas se trata; en el receptor como un jurado polisémico al cual hay que satisfacer tras cada mensaje. “Es como si tuviéramos una gran deuda con ellos porque para ellos trabajamos, son nuestros principales destinos, nuestros mayores críticos”, considera Guerra García.
“Estamos aplicando una encuesta nacional con el objetivo de delinear una estrategia en función de la familia cubana. Entre enero y febrero tendremos los resultados, que serán el punto de partida. El estudio nos proporcionará una base de datos que permitirá encausar mejor nuestra programación tanto desde los objetivos como desde los contenidos”.
¿Cuáles son las novedades que planificó Progreso en función de satisfacer las expectativas de los diferentes públicos con motivo de este aniversario y del venidero año?
La programación de fin de año estará dirigida a festejar el 53 aniversario del triunfo de la Revolución junto a la familia. Para ello se grabó un especial del programa Nocturno que se transmitirá el día 31 de diciembre desde el municipio capitalino Cotorro. En ese territorio radica el club de oyentes del programa más destacado del país.
Estamos preparando un show radial también para finales de año. Sería un tipo de programa que queremos rescatar para incluirlo después de esta experiencia en la parrilla de la programación habitual como parte de los retos más grandes ante el nuevo aniversario. Contamos con las condiciones básicas para hacerlo. El estudio número uno Benny Moré hace muy poco fue restaurado y se puede utilizar en su plenitud para bien de la familia cubana. Sería un programa de variedades, de participación, donde el público asistente podrá intercambiar con los conductores a la vez que de igual manera interactúa el oyente a través del teléfono.
Durante el próximo año se destacará, de manera general, el esfuerzo de nuestros oyentes a través de los diferentes programas, todo el trabajo realizado con los lineamientos de la política económica del país, la discusión de los nuevos decretos leyes que han salido en función del nuevo modelo económico que se está tratando de implementar.
¿Cuáles han sido los principales retos que ha tenido que asumir la emisora en los últimos años?
Hemos pensado la programación con el objetivo de responder a los intereses de la audiencia. Hemos intencionado nuestros espacios desde los contenidos y a partir de la nueva realidad que está viviendo el país. El reto principal de la emisora siempre será responder a las necesidades de nuestros oyentes. Gracias a ellos tenemos importantes porcientos de aceptación. Para mantener esos niveles, debemos perfeccionarnos más en la conducción de los programas, acercarnos al perfil cultural sin perder nuestro público meta, que es la familia.
El “fuerte” de Progreso son los dramatizados. Algunos oyentes opinan que existe una crisis de estos programas en radio. ¿Qué usted considera al respecto?
No considero que haya una crisis. Sí tengo el criterio de que necesitamos muchos más escritores para los dramatizados. Realmente en los últimos tiempos se ha carecido en algunos espacios de una cierta cantidad de guionistas para mantener la programación, e incluso en algunos nos hemos visto en situaciones difíciles para continuar transmitiendo. Pero, no obstante, la programación dramatizada de Progreso es fuerte. Los bloques de novelas, aventuras, policíacos, etc. son de los que más llegan y gustan a la familia cubana. Realmente hay algunas dificultades, pero no creo que exista una crisis.
¿Qué estrategias se han propuesto para reforzar la programación dramática a partir de las dificultades que se presentan?
Tenemos que ir a la formación de los escritores y tratar que lo que se escriba tenga la calidad y la intencionalidad que necesita Progreso como emisora de la familia. Tenemos que admitir que no siempre todos los temas tratados están sobre la base de la línea editorial de la emisora. Los contenidos que se aborden desde el dramatizado radial nuestro deben estar acordes con el momento actual del país.
La estrategia fundamental está en consolidar los cuadros dramáticos, pero sobre todo, buscar la continuidad en la tradición de buenos escritores. Tratar de incorporar otros talentos en la actuación, jóvenes que se puedan incorporar a nuestros elencos. Para ello comenzaremos a hacer casting, a evaluar voces para las diferentes puestas. Y eso responde también a la idea de mantener la calidad de nuestros programas.
¿Tienen pensado algún vínculo con las instituciones culturales educativas del país en función de resolver parte del problema?
Casualmente, estamos trabajando en la conformación de un aula en la emisora para los estudiantes de actuación de la Escuela Nacional de Arte (ENA) y los de la Facultad de Medios de Comunicación Audiovisual del Instituto Superior de Arte (FAMCA-ISA). Para ello utilizaremos el estudio cinco. Con esta nueva idea, los educandos recibirán clases tanto teóricas como prácticas en los propios estudios de grabación. Esa experiencia sería única. Es un convenio que hizo el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) con el Ministerio de Cultura (MINCULT) y los centros docentes artísticos del país con el objetivo de formar las nuevas generaciones.
Para algunos profesionales de la radio, la insuficiente estimulación económica ha sido motivo de migración de talentos hacia otros medios de comunicación…
Lo económico siempre motiva o desmotiva. Pero nosotros como medio no podemos competir con otros como la televisión, por ejemplo. Cada uno tiene sus características y sus complejidades, sus maneras de hacer. Hoy la categoría de cada uno de los espacios radiales está bien definida. Quizás para algunos no sea una motivación lo que se paga por determinado guión o programa, pero pienso que estamos en una mejor situación que hace años atrás.
En el caso de la radio, se han favorecido muchos espacios con la inserción de recientes resoluciones. Quizás no todo lo que los escritores deseaban, pero no caben dudas de que hubiera un salto. Ahora se están volviendo a revisar todos los artículos, quizás para un futuro proponer otras categorizaciones… Pero no podemos olvidar que para los escritores también es una experiencia trabajar en varios medios y como cuentapropistas que son.
Realmente, no pienso que solo sea el factor económico lo que a veces hace que los escritores se trasladen de un medio a otro. Sino la falta de guionistas jóvenes que pueden estar en el ISA o en otros centros de educación superior, y que, realmente, necesitamos motivarlos para enseñarlos a escribir bien para radio. El país tiene muchos talentos. Solo que nos falta tratar de incentivarlos más, motivarlos, acercarlos al medio para ir garantizando la reserva de los futuros libretistas radiales. Esa es una responsabilidad que tenemos las direcciones de los medios y los que trabajan con la producción dramatizada. Necesitamos muchos más y mientras más tengamos, la calidad de los guiones será superior porque seremos más selectivos.
¿Cuáles son los retos de Progreso a partir de este nuevo aniversario?
Además de ser una satisfacción para sus trabajadores, la emisora lo es para el pueblo cubano y eso lo demuestran la cantidad de llamadas que hacen diariamente los oyentes a cada uno de los programas. Eso nos fortalece, pero también implica un compromiso mayor.
En Progreso hay aspectos importantes en los que tenemos que pensar a manera de estrategia y es en la continuidad del trabajo con la programación a partir de la incorporación de jóvenes realizadores. Es una necesidad que urge. Se necesita un ejército de radialistas con nuevos bríos para inyectarlo en el colectivo para que así, juntos, los más experimentados y los no tanto, aprendan entre todos con el objetivo de que la emisora esté cada vez más en la preferencia de la familia cubana.