por Haití, tras el paso del huracán Matthew necesita ayuda médica, y en primera línea junto a los 600 colaboradores cubanos que se encuentran allí, parte una representación de 38 profesionales de la salud, integrantes del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve.
Pero esta no es su primera experiencia. El joven médico cumplió durante cuatro años misión en la República Bolivariana de Venezuela; estuvo en el desierto en la República Árabe Saharaui Democrática; y en abril pasado viajó a Ecuador para socorrer a las víctimas del terremoto que azotó a esa nación suramericana.
Con un altruismo impresionante, como muchos héroes de la medicina cubana, también combatió el Ébola en Sierra Leona.
Minutos antes de abordar la aeronave que lo condujo a tierra haitiana, el Doctor Enmanuel Vigil expresó a Radio Rebelde que lo hace con el compromiso humanista de la medicina, que es ayudar a los más necesitados.
«Cada misión es una experiencia única y todas tienen una característica distinta, todas te enseñan algo nuevo», asegura este médico que viste su bata blanca y luce con orgullo la gorra que lo identifica como miembro del Contingente Henry Reeve.
Con esa sonrisa que lo caracteriza, se alegra de que viajen a Haití jóvenes y otros profesionales que vivirán su primera experiencia en el exterior, y otros como él «a quienes les toca repetir».
Añade que «agradece mucho a aquellas personas que confían en él, pero realmente hace su trabajo con mucho cariño, con respeto a su profesión, a su bata, a sus compañeros y a la familia».
Sabe que en el caso de Haití se enfrenta a una de las naciones más empobrecidas de la región, que aún no se ha recuperado del terremoto que azotó esa nación caribeña en el año 2010. Pero la experiencia en Sierra Leona, combatiendo el ébola, lo preparó para la peor de las circunstancias.
«Estuve en Sierra Leona, una de las naciones más pobres del mundo, así que imagino lo que encontraré en Haití. Sin embargo, estoy casi convencido de que Haití es empobrecida solamente en su parte económica, porque es un pueblo que sigue resistiendo, que sigue luchando por vivir, por darse su lugar en el mundo, por seguir adelante, y es un compromiso para nosotros estar allí», expresa el Doctor Vigil.
El joven médico tiene como meta salvar vidas, pero también ha tomado conciencia de la necesidad de informar acerca de la labor que realiza la brigada médica cubana, por eso, desde las diferentes misiones inunda la red social Facebook, con imágenes y textos que mantienen actualizados no solo a sus seguidores, sino a millones de cubanos gracias a la publicación de sus noticias en los medios de comunicación.
Se sonríe porque no se considera un periodista, «profesión que tanto respeta»; pero si las condiciones lo permiten, «seguirá comunicando a la gente la labor de Cuba en el mundo, porque nos minimizan, no nos quieren dejar ver».
Finalmente, ante la pregunta: ¿se sorprendió tu familia ante la decisión de Enmanuel de estar nuevamente en medio de la adversidad?
Su respuesta fue rápida: «No se sorprenden, para nada, al contrario, si ven la noticia me están llamado y me dicen: ¿vas? Dice mi esposa que yo estoy loco, y yo digo que sí, pero si lo puedes ver, no soy el único».
El Doctor Enmanuel Vigil Fonseca no es el único héroe de estos tiempos. Miles de profesionales cubanos de la salud en Haití, América Latina, África y otros lugares del mundo, ofrecen su solidaridad.
Escuche en audio la entrevista realizada por la periodista Angélica Paredes, de Radio Rebelde: