Sobrio, elegante, medular. Así se presenta en cada intervención relacionada con el mundo del libro y la literatura. Sea en el programa televisivo Escriba y Lea, la librería habanera Fayad Jamís, o la radio, su verbo es siempre autoridad.
Subdirector editorial de la revista Revolución y Cultura, y jefe de prensa del Ministerio de Cultura en los años ochenta; ocupó la vicepresidencia de la Fundación Alejo Carpentier durante dos décadas (1988-2009), y en los últimos años, se ha desempeñado en el Instituto Cubano del Libro.
Su vasta experiencia le permite comentar un texto clásico o uno de reciente aparición, al mismo tiempo que establecer un diálogo fértil con los protagonistas de un suceso editorial.
En el espacio Mi libro preferido (Habana Radio), explora como un libro ha marcado la vida de personalidades de diversos sectores del quehacer humano; entretanto Invitación a la lectura, en la propia casa radial, se acerca a escritores, editores y diseñadores del universo del libro.
Como avezado conductor, Fernando Rodríguez Sosa demuestra que cada entrevista es un develamiento. Podemos recordar los intercambios sostenidos con creadores de la talla de la actriz Verónica Lynn, el historiador Ercilio Vento o el cantante Bernardo Lichilín; así como con la poetisa Nancy Morejón, la profesora María Dolores Ortiz o los investigadores Natalia Bolívar y Rogelio Martínez Furé, por solo citar algunos.
«Es noche de pregunta inteligente», advierten cada martes los conductores de Estaciones, de Radio Rebelde. Se transmite de 10.30 a 12. 30 p.m. A lo largo de esa jornada, el profesor aborda un tema literario (la décima, la poesía de amor, la literatura infantil…) o conversa con una personalidad del arte o las letras. Al final, sobreviene la respuesta a una interrogante que estimula la participación de los oyentes.
Todo ese empeño en pos de la promoción de la lectura, no acaba ahí. El programa Así (Radio Rebelde) acoge su sección «Hablando de libros», y sostiene otros espacios, cada uno con su sello particular, en las emisoras CMBF Radio Musical Nacional, Radio Taíno, Radio 26, Radio Metropolitana y Radio Ciudad de La Habana.
Es una labor que demuestra la importancia que este promotor de excepción asigna al libro como elemento formador del espíritu y la cultura. Una labor sistemática que ha escogido las ondas radiales no por casualidad.
«La radio ha demostrado que puede contribuir de forma plena a fomentar y desarrollar el placer de leer un buen libro. Parafraseando un viejo proverbio ruso, pudiera afirmarse que la radio es como el agua, que por doquier se abre paso».