Jóvenes periodistas por la ruta de Martí en Playita de Cajobabo

Esa actividad figura entre las materializadas en Guantánamo para evocar esos sucesos, en especial el histórico desembarco del que hoy se cumplen 121 años, cuando una noche de mar bravío no impidió la llegada, por Playita de Cajobabo, de José Martí y Máximo Gómez, junto a otros cuatro patriotas.

El primero, guía de la gesta que ya ardía en la Isla, regresaba después de ardua labor en el extranjero para recaudar recursos y aunar voluntades para la independencia cubana. El segundo, aguerrido dominicano, se sumó a la lucha por un pueblo hermano, siguiendo sus convicciones de justicia.

Junto a ellos, en la frágil embarcación que pierde el timón en el mar encrespado, llegaron los brigadieres Paquito Borrero y Ángel Guerra, el coronel Marcos del Rosario (dominicano igual que el Generalísimo)  y el capitán César Salas.

Como cada año se escenificó la recalada en ese lugar sagrado de la Patria, ubicado en el municipio de Imías, donde entre pedregales indica el lugar exacto y recuerda la hazaña, un obelisco declarado en 2003 Monumento Nacional.

Una ofrenda floral al pie del sitial inició el acto político de evocación, durante el cual se subrayó el alto significado de la incorporación del fundador del Partido Revolucionario Cubano al escenario de la Guerra Necesaria.

Precisamente, después de su regreso a tierra cubana, fue en regiones guantanameras donde más tiempo permaneció el Delegado del Partido Revolucionario Cubano antes de caer en combate el 19 de mayo de 1895.

Rancho TaveraDurante 20 días pernoctó en 13 improvisados campamentos, y en la primera semana del trayecto, específicamente el 15 de abril, en Rancho de Tavera, fue reconocido con el grado máximo del Ejército Libertador.

El camino desde la playa hasta la manigua constituyó travesía incómoda para la anatomía de Martí. Al hombre más buscado por los españoles lo acompaña una salud precaria, producto de los grilletes que lo oprimieron durante su presidio político, pero fue mayor el fervor patriótico y los deseos de convertirse de guerrero de la palabra a soldado de fusil al hombro.

Tal fe y fuerza interior radiaba el Maestro, que Gómez anotó en su diario personal: “Nos admiramos los viejos guerreros, acostumbrados a esas rudezas, de la resistencia de Martí, que nos acompaña sin flojera de ninguna especie, por estas escarpadísimas montañas”.

En 1995, a 100 años del suceso, Playita de Cajobabo volvió a vestirse de gloria, pues a la misma hora de aquel arribo el Comandante en Jefe Fidel Castro visitó el lugar, para rendir tributo a los próceres de la Patria y expresar el compromiso cumplido con el Apóstol de la independencia cubana.

Esos acontecimientos otorgan suficientes razones a los guantanameros, para distinguir al 11 de abril como la fecha histórica más significativa de la provincia.

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Por los senderos de nuestra historia: Jóvenes periodistas en la ruta martiana

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