Las páginas web radiales: estructura y configuración

El M.Sc. Darío Croc Ures (1951-2021), profesor de la casi tricentenaria Universidad de La Habana hasta su lamentable deceso, defendió —hace algún tiempo— su tesis para obtener el grado académico de Master en Comunicación Social. El eje central o punto focal del tema de investigación desarrollado por el también escritor y periodista uruguayo-cubano gira en torno a las páginas web radiales, así como a la función «clave» que desempeñan en el contexto de las ciencias de la información y la comunicación.

Dario Croc, periodista cubano uruguayo gran impulsor del sitio web de la emisora de la «Familia Cubana», Radio Progreso

Con apoyo en el hecho de que el interesante tema presentado y defendido ante tribunal por el profesor Croc Ures recibió no sólo la máxima calificación (5 puntos), sino también la más cálida acogida por parte del auditorio que presenció ese ejercicio académico, decidí entrevistar al exeditor del Sitio Web de Radio Progreso. Entre otras razones, para que les explicara a nuestros lectores por qué escogió esa línea de investigación y qué beneficios concretos espera de sus alentadores resultados.

¿Cuáles fueron los factores cognitivo-afectivos y espirituales que lo motivaron a escoger como tema principal de su tesis de Maestría en Comunicación Social las páginas web de la radio cubana… con el firme propósito de abrir un probable camino a la convergencia entre esas herramientas de la prensa digital?

Todo parece indicar que en mis genes venía incluido, como parte del paquete que configura mi individualidad, lo que desde mi adolescencia me inclinaría al periodismo. Pude haber estudiado medicina; de hecho, me ofrecieron la carrera a finales de los años 70 del pasado siglo, pero en mi decisión de llegar a la universidad primó la vocación y así me hice licenciado en Periodismo a mediados de los 80 del extinto siglo XX.

Decía lo de los genes, porque mi padre fue periodista, guionista, poeta y escritor de cuentos y novelas, muchas de las cuales fueron llevadas al radioteatro y al teatro.

Aunque estoy seguro de que no existió la intención de influir en mí, quizás el verlo a él rodeado de textos de consulta y entre papeles, sentado frente a su máquina de escribir, influyó en mi personalidad e hizo que desde muchacho me gustara estudiar.

Por eso es que, después de graduarme de periodista en la Universidad de La Habana (1985) continué los estudios, y mediante exámenes de reválida, alcancé la licenciatura en Ciencias de la Comunicación (1994) en la Universidad de la República Oriental del Uruguay.

También cursé dos años de la carrera de Derecho por el método de Estudio a Distancia, pero antes de concluir lo dejé y comencé la Maestría en el 2006. Cuando, como docente de la comunicación, hablo con mis discípulos sobre el tema de los estudios trato de darles un ejemplo relacionado con las bondades del saber para el individuo, y para ello utilizo la siguiente anécdota:

Cuando tenía catorce o quince años, como en todo barrio, en el mío existían rivalidades entre los muchachos. Y donde yo nací y me crie, en el barrio «La Castellana» o «Estación Pocitos», en la ciudad de Montevideo, Uruguay, había un muchachón como cuatro o cinco años mayor, que no sé por qué resorte de la mente humana, competía con los de mi edad y luego de fallecer mi padre, depauperarse la situación económica familiar y abandonar yo los estudios, me dijo:

«Vos nunca más agarrás un libro», y ese día me juré que llegaría a la Universidad, y le doy gracias también a la universidad de la vida por haberme aprobado en la asignatura constancia, porque desde que abracé los libros no los he soltado; ellos han ampliado mi horizonte intelectual y espiritual y me han facilitado poseer el conocimiento.

A mediados de los 80 logré entrevistarme con el jefe de personal de la Dirección Provincial de Radio de Ciudad de La Habana, quien me otorgó una plaza como Redactor Publicitario en la Dirección de Propaganda de esa dependencia del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) [hoy Instituto Cubano de Información y Comunicación Social].

Posteriormente, pasé a ocupar una plaza de redactor-reportero en la Emisora C.O.C.O, El periódico del aire, y desde entonces, salvo breves incursiones en prensa escrita y en la televisión, he trabajado en la radio.

Por eso, me considero un profesional de la radio; y he ahí los factores cognitivo-afectivos y espirituales que motivaron que escogiera como tema principal de mi tesis de Maestría en Comunicación Social las páginas web de dos emisora cubanas: Radio Progreso y Radio Rebelde.

Considero que era algo que le debía a esta sociedad y a la radio cubana, ya que ambas fueron las que posibilitaron mi crecimiento como profesional y como persona. Realmente, si mi investigación ha servido para mejorar la eficiencia y eficacia del trabajo de esos sitios web, puedo darme por satisfecho, por el aporte logrado, y porque ese estudio fue mi forma de agradecer, corresponder las posibilidades de superación y la confianza que me otorgaron.

A los lectores no familiarizados o especializados en esa materia, que usted domina con indiscutible profesionalidad, les agradaría conocer su percepción personal acerca de lo que usted denomina «camino a la convergencia», en el campo de los portales informativos radiales de la mayor isla de las Antillas.

Normalmente, los medios de comunicación u órganos de prensa cubanos, han recorrido un camino de lo tradicional a lo digital: por ejemplo, en el caso de un periódico, han ido del impreso a la Página WEB, y así sucesivamente en las revistas, en la radio y en la televisión, con excepción de La Jiribilla, publicación dedicada a la cultura, que transitó el camino inverso, del digital al impreso. Y así esos medios —en su práctica comunicativo-informativa— han constituido, institucionalizado dos redacciones, que hoy conocemos como tradicional y digital.

Ahora bien, como convergencia entendemos la Integración radical, la fusión de las dos redacciones en una sola, que tiene como centro la producción multimedial. Quiere ello decir que la idea de la convergencia descansa en la homogeneización de los soportes, productos, lógicas de emisión y consumo de las industrias infocomunicacionales (incluidas la prensa escrita, las telecomunicaciones, la informática y la industria audiovisual).

Sin embargo, cuando el término convergencia se emplea con referencia a las comunicaciones, significa la integración de la computación con las telecomunicaciones. El Libro Verde de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ofrece dos definiciones: «Convergencia es la capacidad de diferentes plataformas de red de transportar tipos de servicios esencialmente similares y la aproximación de dispositivos de consumo, como el teléfono, la televisión y la computadora».

Pero, la convergencia multimediática no es la aparición de una serie de servicios que combinan texto, voz, imagen en movimiento y sonido; en realidad, ese tipo de convergencia desdibuja las fronteras entre medios masivos y servicios de comunicación.

La convergencia de esos elementos en un mecanismo único, digital, que transporta la información (datos), a través de un canal de banda ancha (Internet) y mediante una interfaz (la World Wide Web), construye un mecanismo facilitador del acceso a una multitud de dispositivos y redes que ofrecen diversas empresas proveedoras de productos y servicios.

Hoy día, la convergencia de tecnologías, la Red de redes y la interactividad les plantean a los medios de comunicación un reto ineludible, o sea, un futuro inevitable, pero a la vez casi imposible para quienes no hayan desarrollado el principal recurso para trabajar correctamente on line: el hombre, cuya inteligencia global y emocional le permite asimilar los nuevos conceptos del periodismo digital.

En el archipiélago cubano existen diversas dificultades, de índole tecnológica y humana, tanto para la convergencia de redacciones de varios medios como para la unificación de la redacción tradicional y digital, pero aun así creemos que la solución podría estar en la creación de un contexto común de trabajo: la redacción multimedia, en que ambas partes sean beneficiadas.

Concebir esa estructura como el ámbito donde se centralicen los mensajes, se impartan instrucciones y se reparta el tráfico (flujo de información), para editar las versiones impresas, audiovisuales y on line de unos contenidos cada vez más personalizados en función de los destinatarios y del soporte de difusión.

Podría explicar —en apretada síntesis— ¿por qué seleccionó la entrevista periodística a especialistas principales y editores de páginas web de ese medio masivo de comunicación, así como el método cualitativo-descriptivo para estructurar su tesis para optar por el grado académico de Máster en Comunicación Social?

Al enfrentarnos al Diseño de Investigación, no quisimos obviar la definición que da Erlandson (citado por Rodríguez Gómez et. al, 2004: p. 91): «el diseño de un estudio de caso es el intento de un investigador de poner orden a un conjunto de fenómenos de tal forma que tenga sentido y pueda comunicar ese sentido a los demás».

Con base en esa línea de pensamiento, advertimos que los investigadores Bogdan y Biklen distinguen dos tipos de estudios de casos: único y múltiples. Si bien el estudio de caso único es el que le permite al investigador «observar y analizar un fenómeno, situación, sujeto o hecho que con anterioridad era inaccesible para la investigación científica», entonces consideramos que esa clasificación se ajustaba a los objetivos de nuestro estudio.

Como los estudios exploratorios se interesan —fundamentalmente— en descubrir, los descriptivos se centran en describir con la mayor precisión posible, lo que posibilitó definir nuestra investigación como un estudio cualitativo, descriptivo, mediante el análisis de casos múltiples. El empleo de ese tipo de estudio (descriptivo, de casos múltiples) implicó describir el funcionamiento de la unidad de análisis fundamental (redacción digital con sus normas productivas), lo que equivalía a una fotografía actual del problema planteado.

Entre las técnicas utilizadas resultó insoslayable y de suma importancia conocer la opinión de los expertos para no pecar de ignorancia sobre las tendencias contemporáneas del trabajo en las web y la opinión que ellos tienen de los sitios cubanos, sus fortalezas y sus debilidades.

Para nosotros, los dictámenes de los especialistas, nacionales y extranjeros, constituyen obligada consulta a fin de contribuir a que las web radiales cubanas puedan corregir el tiro y —al menos— acercarse más al blanco.

Por otro lado, están las ideas o creencias de los directivos que son realmente quienes deciden qué y cómo se hace. Para estos últimos, llevamos un objetivo implícito y fue, una vez detectada su escasa formación en esos temas, introducirlos en el mundo del ciberespacio, es decir, en el presente y en el futuro.

En el desarrollo («trabajo de campo» como se le identifica en el vocabulario técnico-antropológico) de su valioso aporte teórico-metodológico y práctico a un mayor conocimiento de la prensa digital en nuestro país, ¿cuáles fueron las razones que lo decidieron a establecer una comparación entre las páginas web de las legendarias emisoras Radio Progreso y Radio Rebelde?

Dario Croc y sus compañeros de la emisora Radio Rebelde

En realidad, en el «trabajo de campo» no se establece una comparación entre una y otra emisoras radiales. La intención primaria fue analizar también otras estaciones de radio, pero su perfil estrecho determinó que fueran desechadas.

Concluido ese proceso de decantamiento quedaron Radio Progreso y Radio Rebelde como firmes candidatas para ser objeto de estudio, y entre los elementos que determinaron su candidatura se encuentra su amplia tradición. La primera, devenida nonagenaria, es la decana de las emisoras radiales del país, y mucho más añeja que muchas del Continente, con una vasta trayectoria en el éter desde su fundación, y arraigada muy fuertemente en la tradición, en la cubanía de anteriores y de las presentes generaciones, tal es el caso de sus programas informativos, Alegrías de sobremesa [desde hace unos años, quedó fuera de la parrilla de programación] La Discoteca Popular y del Ayer, Nocturno y las novelas radiales, entre otros espacios no menos importantes.

La segunda, Radio Rebelde, fundada por el comandante Ernesto Guevara de la Serna (1928-1967) en los «Altos de Conrado», en la Sierra Maestra, es todo un símbolo para el pueblo cubano. También con amplia trayectoria y enraizada en la cubanía, y a modo de ejemplo, habría que evocar los espacios Haciendo radio y Exclusivo, que devinieron el carbón con que se alimentaba la otrora locomotora de la radio cubana en la década de los ochenta de la pasada centuria.

Como dije al principio, no se trató de una comparación entre las emisoras; sencillamente, fue una investigación que destacó las características, aciertos y deficiencias de cada una de ellas.

¿Algo que desee añadir para que no se le quede nada en el tintero?

Claro que sí. Creo que, dada mi experiencia en la vida, lo único que puedo recomendarles a los que vienen detrás es que se esfuercen, estudien, se superen, puesto que el saber no ocupa lugar, que racionalicen que el conocimiento significa para nuestra especie lo que la llama significó para nuestros ancestros: la luz, la sobrevivencia. Sobre todo, hoy, en que el planeta se ve amenazado con los cambios climáticos generados por la irresponsabilidad y el egoísmo de algunos, y por último, que piensen siempre que delante tienen a alguien que, como un reto, les está diciendo: «vos nunca más agarrás un libro».

Autor

  • Dr. Jesús Dueñas Becerra

    Médico, periodista, profesor (jubilado) y asesor del Hospital Psiquiátrico de La Habana. Colaborador desde 1969 hasta la actualidad con varios medios de prensa escrita, radial, y digital. Ha dado a la estampa dos libros sobre danza y psicología y danza y periodismo cultural. Miembro activo de la Sección de Crítica e Investigación de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la UNEAC, colaborador sistemático del Sitio Web de Radio Progreso, miembro del Grupo Asesor de la UPEC desde el año 2019. Socio Honorario de la Scuola Romana Rorschach (Italia), miembro del Consejo Internacional de la Danza (CID-UNESCO), miembro de la Asociación Internacional de Psicogeriatría (IPA), miembro titular de la Sociedad Cubana de Psicología de la Salud y numerario de la Sociedad Cubana de Psicología, miembro titular de la Sociedad de Neurociencias de Cuba. En la actualidad, escribe para el Sitio Web de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), el Portal CubaLiteraria y la revista Vivarium, así como para la revista estadounidense Psicología e Investigación Psicológica, de la cual es miembro de su Comité Editorial. Ha recibido varios reconocimientos otorgados por el Consejo de Estado de la República de Cuba y por otras dependencias del Ministerio de Salud Pública y de Cultura de Cuba.

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