La voz del tiempo (+Audio)

Rubén Lobaina Rodríguez, un profesional de la comunicación con múltiples reconocimientos entre los que sobresalen, el Micrófono y el Sello 90 aniversario de la Radio Cubanael premio Guamo que otorga el comité provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), además del reciente galardón Voz y sueño, concedido por el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).

Lobaina, como lo llaman en la emisora todos sus colegas, a gran esbozo cuenta a cerca de los momentos más transcendentales en su vida como locutor.

Nací el 30 de mayo de 1944 en Maisí, antigua región de Baracoa. Desde pequeño escuchaba la radio, porque por suerte mi familia era humilde, pero tenía uno de estos aparatos, yo oía emisoras de aquella época como Radio Cadena Azul, CNC, hasta desde Santo Domingo y era fan a los locutores.

Cuando nos trasladamos para Guantánamo, me enteré, gracias a un compañero, de un curso de locución en la emisora, ubicada en ese entonces en Carretera entre San Lino y Santa Rita. Allí me recibió el fallecido locutor Wilminton Rodríguez, a quien le agradezco mi formación como profesional pues desde ese primer día confió en mí, dándome la oportunidad de salir al aire para dar una nota informativa de la Federación de Mujeres Cubanas y la identificación de la planta. Luego fueron otros los colegas que me transmitieron sus enseñanzas como Alfonso Naún Mallet y Arístides Mejías.

La locución es un arte con el cual se nace, pero hay que incorporarle sabiduría desde el estudio, la dedicación y disciplina. Yo vivo enamorado de este trabajo, me jubilé con más de cincuenta años frente a los micrófonos, en programas en vivo, como Alborada, momento en que me mantuve durante más de tres décadas levantándome a las cuatro de la mañana.

En el presente continúo vinculado a esta planta radial haciendo de manera voluntaria dos programas: Recordando al Benny y Recuerdos del ayer, con los que he ganado la simpatía de la audiencia guantanamera quien me identifica incluso en la calle, lo cual me obliga hasta en los momentos más embarazos comportarme como un profesional que trasmite mensaje, informaciones, y alegría desde la cabina.

He incursionado en diferentes modalidades desde la actuación en dramatizados y novelas hasta ser la voz que identifica los noticieros, revistas y espacios recreativos. Inauguré en la década del 60 el programa Confecciónelo usted, idea del director Hiram Fidel Boch Sánchez, espacio que aún se mantiene al aire con un público adepto.

Soy una persona disciplinada en mi trabajo, me gusta hacer chistes, cuentos, cantar y elogiar a las damas, siempre desde el respeto y de las propias ocurrencias que caracteriza al cubano (risas). Me llevo bien con todas las personas de mi centro laboral con los que son de mi época y con los más jóvenes igual.

Vivo enamorado de la locución, algo que inicié muy joven con apenas 18 años y ya rumbo a los 80, me mantengo para seguir en contacto directo con la audiencia y de algún modo transmitir mis conocimientos a quienes eligieron como yo la profesión de la palabra.

 

 

  

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