El periodista de radio y el valor de la narración noticiosa

Una información bien ilustrada trasmite las imágenes  que necesita un oyente para ubicarse en un contexto. Explicar los hechos, las circunstancias, registrar la hora y las condiciones originarias de la noticia, es una labor parecida a la de un detective que busca indicios para un oyente deseoso de saber qué pasó, y cómo.

El periodista de radio lleva en su voz la cámara fotográfica que le falta al medio radiofónico. ¿Qué hace un fotógrafo en una cobertura periodística? Toma fotos del lugar en todas direcciones hasta completar un círculo. De esa misma manera tiene que ser el periodista de radio mirar hacia todas partes, recoger muestras y anotar, para poder conformar la narración de los acontecimientos.

Quien puede dudar de la inmediatez de la radio y el seguimiento de las noticias, de la facilidad además de transmitir ideas, y facilitar el intercambio de opiniones. Sabemos que la radio es capaz de  estimular la imaginación, para ello se hace indispensable la arquitectura de la información que va más allá del lid periodístico tradicional pero que las preguntas son las mismas para todos y en cualquier época quién?, qué?, cuándo?, dónde?, cómo? y por qué? Se necesita ser creativo bajo la premisa que señala: “En el escenario noticioso nada hay que sea demasiado insignificante para pasarlo por alto”.

La arquitectura de la información radial tiene su base en una pirámide de observación, una parte central de análisis,  y narración  como cúspide; los mismos elementos aprendidos en las escuelas de periodismo: entrada, cuerpo y cierre. La esencia de la noticia está en el primer párrafo pero se repite en otros. ¿Por qué hay que repetir? Para el oyente distraído.

La radio no es el periódico donde podemos guardarlo para leerlo más tarde. Ser claro es una premisa y norma sagrada del periodismo radial.

Cuando un periodista de radio es capaz de usar pocos adjetivos y describir con sumo cuidado lo acontecido, lograr que la noticia sea corta, auque brevedad no quiere decir estar incompleta, entonces alcanzará el soñado poder de síntesis que nuestros profesores y los libros indican. La narración se completa con una adecuada dicción y articulación de quien dice la noticia. En ocasiones hay periodistas que prefieren que un locutor lea sus textos cuando estos no se sienten aptos para realizarlo, una buena decisión que se revierte en calidad.

Hay periodistas que no necesitan del apoyo de otra voz, pero determinados géneros como el radio-documental y hasta la crónica sino se narran y dicen bien, pierde un gran por ciento de efectividad.

No emplear las palabras que lleven fielmente la idea a los oyentes de los hechos que origina la noticia causa confusión en el perceptor. Cuando se usa la palabra para la comunicación no debemos olvidar que un lenguaje sencillo es superior frente a los vocablos rebuscados.

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