Cualquier técnica o tecnología debe lograr un acercamiento medio-público y su relación interactiva que permita consolidar su perfil. No es posible alcanzar satisfacer todas las necesidades de conocimiento reclamados desde un medio solamente sino que se deben complementar unos a otros, ello permitirá enriquecer con mayor seguridad el acervo cultural de la región abarcada.
No nos llamemos a engaño pues desde el campo estrictamente informativo, ha sido la radio el medio de comunicación que observa más de cerca la trayectoria de cualquier fenómeno que se produzca y el que gana mayor credibilidad por su inmediatez.
Investigar el proceso de comunicación y crear las condiciones que permitan un acercamiento e interacción entre ellos para lograr una empatía sólida.
No hay que pensar, en el caso de la Radio Cubana, en grandes inversiones, ni en la adquisición de tecnología de punta que nos permita conocer la efectividad del medio. Ahora bien, tampoco podemos permitir que se realicen cambios en las programaciones sin que se tenga una idea de como reaccionarán los oyentes.
En comunicación la única lógica es que entre emisor y receptor existan canales de retroalimentación con las técnicas mas avanzadas pues hablar a esta altura de técnicas que ya han demostrado su obsolescencia no tendría sentido.
No es posible hablar de investigaciones sociales, conocimientos de los públicos reales o potenciales sin saber cuales son sus necesidades y aspiraciones. Esto se complica aún más cuando se trata de emisoras que cubren regiones o la nación, en el caso de Cuba aunque tiene el mismo horario existen diferencias entre una región y otra. Así que nos podríamos imaginar cuando las estructuras culturales son ampliamente diferentes y atendidas desde una metrópolis.
Conocer los límites estrictos de lo local, es decir, el conjunto de parámetros que nos inducen a pensar que una determinada emisora de radio, es local o no lo es, sigue siendo el aspecto medular en la caracterización y definición del medio.
Otro aspecto importante en el servicio local de radio lo constituye la organización y preparación que hagamos de personas que se constituyan en corresponsales de la emisora desde los puntos de mayor movimiento, incidencia para la población y servicios puntuales esperados. Centros de trabajos y estudios de importancia y con el auxilio de una bicicleta o un caballo ya tenemos una red de corresponsales y a la vez de investigadores extremadamente efectivos. Lógicamente según la estructura de la emisora esto cambia y se requiere de mayor profesionalidad y oficio.
Cuando tratamos de saber como se comporta la medición de audiencia en otros países la gran mayoría de los medios de comunicación tienen dos públicos objetivos: la audiencia y los anunciantes. Lógicamente este último es el que mantiene al primero porque representa la vía de ingresos y por otra parte son emisoras con una simplificación de la programación tremenda con coberturas fundamentalmente urbanas. Por esta razón sus responsables tienen que conocer los intereses de los anunciantes y establecer con ellos relaciones efectivas. Anunciantes y medios se necesitan. Aquéllos, para difundir sus mensajes y llegar a su público, éstos, para financiar parcial o totalmente su actividad.
Por tal razón las investigaciones de audiencias estudian los medios de comunicación masivos como instrumentos de transmisión publicitaria de los anunciantes, centrándose en tres aspectos básicos: la cantidad y calidad de las audiencias de cada medio, la estructura de los medios (soportes) y el contenido publicitario (cantidad y calidad de la publicidad mediática).
Por último abordaré la autopromoción, que en muy pocas ocasiones hacemos de forma sistemática y se subordina al recuerdo o a la función dramaturgica de los creadores. Las marcas son en definitiva lo que identifica el mercado de programas de una emisora y el público recordará cada marca como recuerda a cada voz y cada horario. Pero tiene que existir rigor en eso. Si en un mercado la mercancía no está a la vista y contemplada en la lista de precios, puesta convenientemente en el mejor lugar del establecimiento es probable que ese producto no se venda o se venda poco.
Para muchos un programa resulta atractivo pero desconocen la emisora y el nombre del programa, y el de los locutores. Como podemos esperar que se tenga un reconocimiento en las investigaciones si no están identificadas como marcas.