La radio ante los desastres, el medio más eficaz e imprescindible (II)

La radio es, además, un medio accesible para la mayor parte de las personas pues en caso de no haber fluido eléctrico mediante baterías se puede estar informado, a la vez que la mayor parte de las emisoras desde las provincias del país cuentan con un Grupo Electrógeno instalado para mantener su trabajo ante cualquier circunstancia. 

En tiempo de amenaza se sitúa un equipo de trabajo en el Centro Meteorológico, tanto nacional como provincial y municipal, con el fin de mantener informada a la población de alguna incidencia climática, y desde ahí esos lugares estratégicos se coordinan los contactos de las emisoras con estaciones meteorológicas, faros y radales.

Ubicado en el paso tradicional de huracanes y tormentas, nuestro archipiélago es azotado con regularidad por fenómenos naturales. De ahí que nuestro país, a pesar del férreo bloqueo impuesto por Estados Unidos, destinara cuantiosos recursos a la modernización de radares y otros medios de pronóstico y vigilancia meteorológica.

Mientras, el Sistema de Defensa Civil y la acción divulgativa de los medios de comunicación son considerados uno de los mejores del mundo, a partir de un programa escalonado de acciones dirigidas a proteger la vida de las personas y salvaguardar posible los recursos económicos.

La radio moldea su discurso y lenguaje  de acuerdo al estado en que se encuentre la población y logra en cada proceso las informaciones de la manera que mejor se corresponda, durante las diferentes fases (informativa, alerta, alarma, recuperativa) que son declaradas ante la amenaza y azote de los huracanes.

Los comunicadores de la radio cubana desde todas las emisoras del país tienen claro que en tiempo de amenaza meteorológica los mensajes que se transmiten por las ondas radiales deberán plantearse de manera directa y sencilla, con un carácter explicativo y persuasivo.

El texto de las informaciones que se emitan debe ser sintético además de claro, normativo, orientador, preciso, directo y enfático, y como su nombre lo indica, debe primar el estilo informativo.

Pero además, desde la radio en tiempo de desastres, los comunicadores tendrán que infundir calma, serenidad, seguridad, ser verosímiles, oportunos; con un tono argumentativo, racional, objetivo, sin exaltaciones, ni improvisaciones. En todos los casos se precisa, evitar un clima de excesiva alarma, incomprensión e impulsividad.

El Instituto de Meteorología y sus dependencias en el país informan, el Sistema de la Defensa Civil orienta, mientras los medios de comunicación, incluyendo a la radio, se rigen por las indicaciones de los Consejos de Defensa Nacional, Provincial, y Municipal, respectivamente en estrecha relación con Meteorología y la Defensa Civil que se activan en función de la información ante la ocurrencia de fenómenos meteorológicos significativos.

Es por ello que la radio inserta en su programación, desde tiempos normales, una Estrategia de Comunicación planificada por la Defensa Nacional para lograr en la población una mayor preparación y conocimientos para el enfrentamiento a los desastres de todo tipo.

La mayoría de las emisoras en el país en su programación cuentan con espacios de orientación donde participan especialistas del CITMA, la Defensa Civil, Salud, etc., programas todos dirigidos a la familia y otros de destinatario general donde a través de la función educativa se prepara a la población para enfrentar los desastres.

Se hace prácticamente imprescindible para personas que se ubican en zonas que frecuentemente son azotadas por eventos climatológicos de este tipo, la presencia en los hogares de un pequeño radio desde donde pueda escucharse el estado en que se encuentra el fenómeno así como las orientaciones emitidas por la Defensa Civil Cubana.

A todo lo largo y ancho de nuestra Isla, la mayor de  las Antillas, muchos colectivos de la radio han implantado récord de transmisiones horarias durante la ocurrencia de fenómenos climatológicos. En el oriente de la Isla, los radiocomunicadores se preparan también no sólo ante la inminencia del paso de hucaranes y lluvias intensas, sino ante la posibilidad real del azote de un sismo de grandes magnitudes.

Al ser un trabajo sacrificado, cuidadoso, responsable y sobre todo de mucho empeño son merecedores del reconocimiento popular, porque desde la radio y ante cualquier amenaza climatológica  se salva vidas. Y es que la radio se viste de gloria y en esos días se convierte en el medio más eficaz e imprescindible.

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