Me quito también el sombrero ante los periodistas

Comentó que al llamado de la Revolución, acudió sin titubear, consciente del deber primero de un periodista: brindar al pueblo la información oportuna y veraz, no solo en los medios tradicionales sino en plataformas digitales como las redes sociales, donde se promueve mucho las fake news.

Aunque el dos de abril último se conoció sobre la primera víctima mortal de la Covid-19 en el municipio especial, desde el momento en que se declaró en Cuba la emergencia sanitaria nunca entro por el frente de la casa, en la terraza me retiro los zapatos, la blusa de mangas largas que uso para protegerme del sol, me aseo antes de que mis hijos se echen sobre mí”, narró.

«Es imposible guardar las distancias…, cuando mamá llega a casa siempre se arma un alboroto increíble», sonrió Casandra madre de un varón de dos años y una hembra de siete, a quienes deja al cuidado de la abuela materna para cumplir con su encargo en el Semanario Victoria, donde labora hace seis años.

El nuevo coronavirus, galopante pandemia que ha envuelto en su halo a casi todo el planeta y arrebatado la vida a más de un millón de humanos, es la realidad crispante hecha noticia hoy y mañana historia de una época en la que no todos los gobernantes protegieron de igual modo a su gente de la muerte, el dolor y la desesperanza.

Cuando se recurra a los anales, sin dudas habrá un capítulo para la mayor de las Antillas alusivo a la batalla sistemática de los médicos y personal de las ciencias en Cuba contra la Covid-19 -desde que el 11 de marzo se reportaron los primeros casos positivos- y un guiño a quienes desde el periodismo mantuvieron informada a la población.

La o el protagonista de esta historia pudo ser cualquier colega, empeñado en cumplir bien, como servidor público, su encomienda de informar, persuadir, promover, formar opinión y educar, pero el resultado sabe mejor cuando el público agradece el producto comunicativo ofrecido desde la radio, la televisión, la prensa impresa o digital.

Experiencias como estas acuñan que vale la pena; esta reportera comparte el siguiente mensaje:

«Ustedes también son soldados porque de una forma u otra están en primera fila en momentos de crisis mundial y dolor, por eso, cuando a las nueve de la noche salgo a la puerta de mi casa a aplaudir por el personal de la salud, dentro y fuera de Cuba, igualmente lo hago por los periodistas», escribió en Facebook Aliuska Despaigne, texto que compartió con Roberto Díaz Martorell y Ana Esther Zulueta.

Reafirmó:

Soy una cubana agradecida a la Medicina de mi país, pero antes quienes van tras la noticia solo para nuestra información y mayor tranquilidad…, me quito también el sombrero.

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