por Ambas me despiertan, ambas están en los parajes más intrincados de la geografía pinareña; las dos acompañaron al equipo de Radio Guamá que transmitió en vivo -desde cada municipio pinareño- para contar por qué Pinar está en 26.
La travesía inició en Guane: cuatro periodistas, un realizador de sonido, la técnica de un hombre que todo lo garantiza y la dirección de una mujer de estos tiempos, allí los representantes de cada uno de los sectores económicos y sociales expusieron los resultados positivos durante los últimos tiempos de esa región.
De esa misma manera lo hicieron San Juan con su tasa de mortalidad en cero; luego Viñales con el sobrecumplimiento de todos los planes de la vivienda; La Palma con un ciclo de distribución de agua por redes estable como resultado de un proyecto social.
Gracias a la colaboración del Poder Popular y el Partido Comunista de Cuba en el territorio, fue asignado el querido «bumbunchácata» (guaguita), bajo la conducción de Timón, en él nos trasladamos hacia Minas de Matahambre donde, por ejemplo, los resultados en el área deportiva son innegables.
Los protagonistas de esta historia, construida día tras día, fueron las personas que trabajaron más que por una fecha, por una sociedad. Los consolareños no faltaron a la cita, este municipio eminentemente agrícola, cumple los indicadores principales dentro de la economía, igualmente Los Palacios: el granero pinareño.
El último trío y no menos importante fue el recorrido Sandino, Mantua, San Luis, municipios que hicieron también a Pinar del Río merecedor de la Sede del Acto Central Nacional por los Asaltos a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
Osbel, Claudia, Yusley, Rosmery, Rojas, Palacios, Ana Mary, Timón, Michel, Alexander, todos un equipo de guerrilleros transformados en puente, un puente entre el mundo y una provincia que hacía 17 años no despertaba, un territorio que dormía, cumplía, pero dormía.
Hoy Pinar del Río fue inyectada con sangre revolucionaria; en cada arteria, camino, espacio de la cola del caimán renace un pueblo con nuevos retos y aspiraciones, la gente se regocija, enaltece, llora, porque tiene vida, porque brilla con luz propia, porque se siente orgulloso de lo conquistado, porque Pinar está en 26.
