por En el encuentro -dirigido por el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz y donde también participó el Vicepresidente de la República Salvador Valdés Mesa- el gobernador de La Habana Reinaldo García Zapata explicó que en la capital se aprobó un conjunto de medidas, en el ámbito sanitario y epidemiológico, para revertir la tensa situación que se ha vivido durante las últimas semanas.
Acerca de la situación epidemiológica de La Habana y los esfuerzos que se realizan para frenar la transmisión de la enfermedad, reflexionó el viceprimer ministro Roberto Morales Ojeda, quien definió como una prioridad la ampliación de las capacidades en las instituciones hospitalarias.
En ese sentido, indicó que “hay que seguir identificando y creando capacidades para aislar a todos los contactos que no tengan condiciones para hacerlo en su casa, empezando por los de primer orden, y los que tengan vulnerabilidades y aquellos que no puedan ir a las instituciones, para poder rectificar el protocolo que nos permita después extenderlo y validarlo para el resto de las provincias a partir de que podamos pasar a la nueva normalidad”.
Morales Ojeda también subrayó la importancia de preservar en su rol esencial a los profesionales que integran el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia.
“Tenemos que garantizar el funcionamiento de la red de servicios COVID con profesionales de las instituciones secundarias y terciarias y contingentes que tenemos dispuestos en otras provincias, que tienen una mayor cobertura de médicos y de enfermeras, para proteger los consultorios; porque si hoy movemos al médico y dentro de una semana lo volvemos a mover, ni hay estabilidad, ni hay un buen funcionamiento, ni para la COVID, ni para el resto de los programas incluyendo el materno infantil”, aseveró el viceprimer ministro.
En su intervención, también resaltó el aporte decisivo de los estudiantes de medicina en la realización de la pesquisa activa, principalmente en los municipios de La Habana.
De igual manera, Morales Ojeda indicó que, en el resto de las provincias, no se puede quedar un solo contacto de caso confirmado sin ingresar en una institución de salud.
Acotó que “todavía tenemos territorios a los que ha sorprendido el número de casos y no han podido ingresar a todos los contactos. Tenemos que garantizar que los sospechosos y los contactos se ingresen, los estudiemos como está establecido y les apliquemos los protocolos”.
Durante el intercambio, que enlazó a través de videoconferencia a varias provincias del país, informaron acerca del escenario epidemiológico las autoridades de Pinar del Río, Artemisa, La Habana, Mayabeque, Camagüey, Granma y Santiago de Cuba.
Al ofrecer una valoración de la situación nacional, el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz consideró que, aunque en algunos territorios se aprecia una ligera disminución de los casos confirmados, ello no nos puede conducir a la confianza.
El Primer Ministro valoró que “se han bajado los números en territorios de los más complejos como La Habana, Santiago y Guantánamo, pero eso no puede transmitirse, de cara a la población, para nada de que ya llegamos al tope, sino todo lo contrario. Este es el momento de arreciar las medidas, incluyendo en las instituciones como decía el Presidente, porque siempre el evento de una institución genera muchos más casos y hay que extremar las medidas en todas las instituciones del país”.
Aunque provincias como la oriental Guantánamo han logrado disminuir la cifra de casos positivos de la COVID-19, la situación nacional sigue siendo difícil y demanda de esfuerzos individuales y colectivos.
El escenario actual no admite deficiencias, ni retrocesos en una batalla que Cuba está en condiciones de ganar, porque cuenta con la labor conjunta de su gobierno, el sistema nacional de salud, sus organizaciones y el pueblo.
Es hora de hacer más, cumplir con rigor las medidas establecidas, consolidar los resultados alcanzados y no confiarnos, como subrayó el presidente Díaz-Canel, para poder seguir avanzando hasta cortar finalmente, la transmisión de una enfermedad que desde marzo del pasado año rompió nuestra normalidad.