por «Aún con todos los esfuerzos de las autoridades y la sociedad civil, muchos programas impulsados durante décadas por la Revolución presentan afectaciones, entre ellas la falta de recursos», señaló Reyes.
De acuerdo con el gobierno cubano, las sanciones unilaterales aplicadas por Washington han provocado daños estimados en al menos 125 mil 873 millones de dólares, mientras los perjuicios humanos resultan invaluables, sobre todo en áreas como la salud de las personas, y en particular de los niños.
También el sector del comercio sufre un duro impacto por el bloqueo, considerando que Estados Unidos, por sus condiciones geográficas e históricas, fue un mercado importante de nuestras exportaciones y origen de importaciones, advirtió el diplomático antillano.
«Tampoco puede olvidarse el daño del cerco mantenido por una decena de administraciones (desde la de John F. Kennedy, 1961-1963, hasta la de Barack Obama, 2009-2017) en el comercio con el mundo, dado su carácter extraterritorial», subrayó.
«Ese componente del bloqueo afecta las relaciones de Cuba con terceros países, impidiendo el acceso a productos y tecnologías o encareciendo las operaciones», precisó.
«El impacto es incuestionable, y la comunidad internacional lo reconoce cada año con su apoyo a la resolución sobre la necesidad de ponerle fin», agregó el representante permanente de Cuba ante la ONU, en alusión a la iniciativa que vota la Asamblea General del organismo mundial para exigir el levantamiento del cerco.
Desde 1992, el principal órgano deliberativo de Naciones Unidas -donde están representados sus 193 Estados miembros- analiza y respalda de manera abrumadora un proyecto de resolución que llama al fin del bloqueo norteamericano, texto que el año pasado recibió 191 de los 193 votos posibles (solo Estados Unidos y su aliado Israel se opusieron).
El próximo 26 de octubre, la Asamblea se pronunciará por vigesimoquinta ocasión sobre el tema, y nadie duda de una nueva derrota de esa política genocida.
Reyes reconoció el aporte de la comunidad mundial en la lucha para eliminar las sanciones unilaterales contra La Habana y su papel en el cambio de política hacia la mayor de las Antillas por el presidente Barack Obama; no obstante, llamó la atención de que pese al nuevo escenario entre ambos países, el bloqueo sigue en plena aplicación.
