La responsabilidad no termina allí. Miozotis edita, graba, musicaliza, concibe el guión y, además, tiene tiempo para enseñar a los más jóvenes la importancia de un audio limpio y algunos otros trucos que sabe una maestra de generaciones.
“Lo más importante es la consagración al trabajo, dedicar nuestros mejores esfuerzos para lograr buenos resultados”, dice una mujer que con una peculiar entonación comparte la actualidad de tierras agramontinas a través de una emisora con alcance nacional.
Pone a su tierra en el lugar que le corresponde. “En lo bueno y en lo malo, porque hay que elogiar y criticar, las dos posibilidades tienen que ir juntas. Si se conocen las características y la historia de la provincia, solo queda colocar a Camagüey en el lugar justo que merece y tiene”, explica con orgullo.
“No hace falta irse a otro lugar, desde el propio terruño se puede lograr”, asegura la única reportera en Cuba y en la región de Centroamérica y el Caribe que ha recibido en dos ocasiones, de manera consecutiva, el Premio a la Excelencia Periodística “Henry Dunant” de la Cruz Roja Internacional, como guionista y directora en los géneros documental y testimonio.
De atrevida le pregunto cuál es el secreto para la visible intranquilidad periodística retribuida en tantísimos galardones, y aunque no le gusta hablar mucho del asunto, insisto. La fórmula es trabajar, me responde.
“Los mejores reconocimientos son los que te da el oyente”, subraya la periodista incansable, presente, entregada a silencios, efectos y sonidos. Tal vez por eso es de tarde y todavía suena el teléfono con la seguridad de que está allí.
¿Es Miozotis la que habla? ¡Claro que sí, por la voz!, se adelanta a su respuesta un camagüeyano que le regala otra historia para contar, a pocos días de saberse Premio Nacional de Radio 2021.