Hasta esta jornada se mantenían activos 4 mil 903 pacientes de la enfermedad, de ellos, 470 en edades pediátricas.
En medio del esfuerzo que realizan los profesionales del Sistema Nacional de Salud, es en las comunidades donde se gana la batalla frente a la COVID-19, trabajando con celeridad en el diagnóstico oportuno de los casos, la identificación de los sospechosos y la atención especial a las personas más vulnerables.
En ese sentido, el viceprimer ministro Roberto Morales Ojeda subrayó que la pesquisa activa y efectiva es clave en este momento de combate a la epidemia.
“La efectividad es que nosotros logremos identificar todos aquellos casos, incluyendo los vulnerables, que tengan algún nivel de síntoma”, apuntó Morales Ojeda.
De igual manera, consideró que “esto habla de que tenemos un problema en la vigilancia que tenemos que realizar, que se llama pesquisa activa”.
El viceprimer ministro convocó a “seguir evaluando, lugar a lugar, la calidad de las pesquisas en las comunidades”. Todo el que tenga un síntoma -agregó- debe acudir de inmediato al médico.
Morales Ojeda significó que “en estos momentos, el 53 por ciento de los casos diagnosticados son sintomáticos, a diferencia de otro momento de la epidemia donde llegamos a estar entre el 60 y el 70 por ciento de los casos asintomáticos”.
“Hoy existe un número importante de casos que están expresando clínicamente la enfermedad, lo que habla también del nivel de transmisión que tenemos”, recalcó el viceprimer ministro.
En su intervención, Morales Ojeda insistió en la responsabilidad que deben asumir las instituciones en el cumplimiento de todos los protocolos sanitarios establecidos.
En este tema, reiteró la importancia “del papel de esa pesquisa, de esa vigilancia, del cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias en todos los centros laborales, estatales y no estatales”.
Durante el intercambio -donde participaron cinco viceprimeros ministros y titulares de varias carteras- informaron a través de videoconferencia los gobernadores de varias provincias del país: Pinar del Río, Artemisa, La Habana, Mayabeque, Villa Clara, Ciego de Ávila, Camagüey, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo.
En la capital -territorio con más de 6 mil casos positivos en los últimos quince días, una preocupante dispersión del virus en sus quince municipios y con cinco eventos de transmisión local abiertos en la actualidad- el gobernador Reinaldo García Zapata explicó que se arrecian las medidas de vigilancia y control para transformar el complejo escenario epidemiológico.
Al resumir el encuentro, donde como es habitual se evaluó de manera exhaustiva la situación de cada territorio, el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz reflexionó acerca de la necesidad de que la disciplina individual y la responsabilidad colectiva se apliquen rigurosamente para poder avanzar en la lucha contra la COVID-19 y hacia la recuperación en el país.
“Sigue incidiendo en esto el problema de las pesquisas, porque no estamos llegando a los niveles que queremos llegar con la calidad, la profundidad y la efectividad que tenemos que llegar, sobre todo a los más vulnerables”, subrayó Marrero Cruz.
Señaló, además, que “en cuanto a los eventos de transmisión local abiertos en varias instituciones, en algunos casos pasa por la violación de los protocolos establecidos, y hay que hacer un llamado a reforzar eso”.
“Si no cumplimos estrictamente, de manera individual, lo que está establecido, es muy difícil avanzar en una recuperación como queremos todos”, aseveró el Primer Ministro.
Cuba inicia la séptima semana del año con una difícil situación epidemiológica debido a la COVID-19, pero no imposible de revertir. De los esfuerzos individuales y colectivos dependerá que disminuyan las cifras de casos confirmados y que el país regrese gradualmente a una nueva normalidad, preservando en primer lugar, la salud del pueblo.