Memoria sonora: una carrera contra el tiempo

Una de esas instancias protectoras es la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés) que declaró el 27 de octubre como el Día Mundial de la Herencia Audiovisual.

Situó a los asistentes en la sala 10 del Palacio de las Convenciones de La Habana en las regulaciones internacionales que poco a poco con carácter vinculante forman conciencia del valor de esos archivos.

Camacho señaló la importancia de proteger los valores acumulados a través del sonido y las imágenes para la historia posterior de cada país, pues “sin memoria no hay tradición, cultura ni raíces que puedan definir quiénes somos”, dijo.

Recalcó además, que una de las principales amenazas en el empeño de guardar las memorias sonoras y audiovisuales de los pueblos está en la poca cultura del conocimiento del valor de esa herencia.

La directiva dedicó parte de su intervención  a explicar las principales causas que atentan contra la apropiada protección de los archivos sonoros y audiovisuales: falta de personal capacitado para preservar los archivos, fragilidad de los soportes en los que se guardan, mala catalogación para las bases de datos, entre otros.

Señaló además que otro problema para alcanzar esta meta es la digitalización de los archivos, pues muchas veces la obsolescencia tecnológica obstaculiza varias etapas tanto por falta de equipos originales descontinuados en su producción y el alto riego de pérdida o deterioro de dispositivos como CD/ DVD o discos de almacenamiento.

Lidia Camacho, directora de Fonoteca Nacional de México, declaró que Cuba ha sido beneficiada en el rescate de sus archivos,  mediante la creatividad y voluntad de salvaguardarlos incluso cuando no están disponibles grandes financiamientos para estas tareas de recopilación del acervo documental como testimonio de nuestro tiempo para generaciones futuras.

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