por En esa emisora fue actor protagonista en espacios como Lino Álvarez, líder campesino, las novelas Yo estudiante y Por nuestro amor, escrita por: José Soler Puig; Sandino Héroe de las Segovia, Cantares de Juan Rebelde, el espacio humorístico La familia, y otros.
En 1960 se funda el Grupo artístico de la AJR (Asociación de Jóvenes Rebeldes), dirigido por: Félix Pérez Ortiz, que realizó teatro comunitario en llanos y montañas de aquella provincia oriental, y Carlos Quintas actuó en obras escritas y dirigidas por el propio director. También en ese mismo año 1960, se crea el Cuadro Dramático de la emisora radial CMKW cadena provincial de Oriente, en cuya programación dramatizada y humorística, participó.
Como declamador, actuó en el Cabaret San Pedro del Mar, el Níspero Club, el Hotel Casa Granda, el parque Céspedes, y por la Cooperativa de Arte y Cultura Popular, hoy Ministerio de Cultura, participó en múltiples actividades en distintos municipios de aquella provincia oriental.
En el año 1961 estudió en la Academia de Arte Dramático de Oriente y posteriormente, fue de los fundadores del Conjunto Dramático de Oriente, en el que participó en unas quince obras teatrales, entre las que se citan Una libra de carne, Los Guapetones, La Invasión, Historias para ser contadas, Contigo pan y cebolla, Los Invasores, Historia en Irkutsk, Santiago 57, El Herrero y el Diablo, El Velorio de Pachencho y El Robo de la Palangana de Oro.
En 1964 participó en el primer Festival de Teatro Latinoamericano en La Habana, en la obra Santiago 57; de nuevo en 1965, en la segunda edición del mismo Festival de Teatro Latinoamericano igualmente en la capital cubana, con la obra La Invasión. Y ya definitivamente en La Habana, en 1967 comienza a actuar en las emisoras Radio Progreso, CMQ y Radio Rebelde, así como en la televisión nacional, integrando el elenco de ambos medios, cuyas actividades ha simultaneado.
Durante años, en Radio Progreso actuó en personajes protagónicos en espacios como Actualidad Mundial, Por Nuestros Campos y Ciudades, Aventuras del Mar, La Gran Aventura de la Humanidad, La Novela de las Dos, La Novela de las dos y veinte, Estudio Cuatro, el espacio romántico de Poemas y Canciones y A solas contigo.
Mientras tanto, en CMQ Radio actuaba en Te hablo de amor, Tu espacio humorístico, y otros; y en la programación infantil de Radio Rebelde, lo oímos en Peter Pan, La Cenicienta, La Bella Durmiente, El Capitán Garfio y Gulliver en el País de los Gigantes, entre otras obras.
Igualmente, en la televisión nacional se le ha podido disfrutar en el serial humorístico La Cuarta Vértebra; en el humorístico semanal Tele revista, que dirigía Ana Lasalle con Pedrasa Ginori; El Hombre y su mundo; Variedades Infantiles… en novelas, como La última mujer y el próximo combate, El verdugo, Café Habana, Violetas de Agua y El Pagador de Promesas.
En el espacio Horizontes, se le pudo apreciar en Donde Palpita la vida; Tu vida y la mía; Por nuestro amor… en El Cuento, lo vimos en La tierra se está mojando, Vamos de paseo; El Tonto, Derecho de Asilo, Un Buen Corazón, La funda del guajiro, El Sol que sonríe… en el espacio El Pueblo y sus Leyes, actuó en Caso Fraude, dirigido por Severino Puentes; y bajo la dirección de Eduardo Moya, en La granja y en El Lada Amarillo.
Actuó en el tan riguroso espacio Teatro ICR, en El Pagador de Promesas, y dirigido por Raúl Pérez Sánchez, en El sol bajo la pata de los caballos y Miss Candonga, donde interpretó al protagonista; por Roberto Garriga, en La Antesala del Infierno y en Historia en Irkutsk; por Loly Buján en El Vendido, y por Carlos Piñeiro en Matías Pérez.
Aún se recuerda en numerosas obras del tan popular espacio Aventuras: dirigido por Antonio Vázquez Gallo, en Los Mambises; por Erik Kaupp en Marco Polo (1969); en La Capitana de la Isla (1970), en Las Aventuras de Ulises, en El Indio Arimao, y en Los Gavilanes de Glujarka (1975); por Miguel Sanabria, en El Halcón, en Juan Quinqui en Pueblo Mocho; en Tierra o Sangre (1976, y nuevamente en 1979); en El Conde de Montecristo(década del 70), y en Julián Guerrero; por Eduardo Moya en Viva Puerto Rico Libre, y en Los Comandos del Silencio; por Raúl Pérez Sánchez, en Enrique de Lagardère, y en Los Pequeños Fugitivos (1986); por Rafael Acosta, en El Conde de Montecristo (2002); por Willy Franco, en Los Pequeños Campeones; así como en El Medallón; El Caballero del Rey, y otros. También ha sido dirigido por Eduardo Macías, entre otros grandes expertos en la realización de este género televisual en Cuba.
Además, ha trabajado en los espacios Sector 40 y Móvil 8: dirigido por Jesús Cabrera en Caso Varadero; por Ángel Castro, en Caso Covadonga; y por Ricardo Roldán, en Primer aviso, en Caso Alquitex; en Expediente 3434; en Caso Ariguanabo, y en Caso Escorpión; en el espacio Día y Noche, dirigido por Rafael Acosta en Al filo de la Ley y en La Ronda del Asesino, donde interpretó al coprotagonista Fredo; espacio en que también lo han dirigido Germán Navarro, Abel Ponce y Jesús Cabrera; así como en Tras la Huella, donde lo han dirigido Willy Franco en Caso Fraude y en Caso Estudiante; y Rafael Ruíz, en Caso Tropicana, y en El que Tiene que Vivir.
Asimismo, ha actuado en espacios humorísticos como Vivir del Cuento, A Otro con ese Cuento, Punto G y “La descarga” de Entre Amigos; en cine, dirigido por Juan Carlos Cremata en la película En fin, y en varios cortos en la Escuela Internacional de Cine; y en espectáculos musicales, ha realizado giras nacionales con ARTEX, así como durante más de 40 años, en las direcciones de Cultura de distintas provincias del país, y las de Comercio y Gastronomía y entidades turísticas, como su director artístico.
Mereció evaluación artística de primer nivel, y también como Director de Espectáculos Musicales; Artista de Merito, diploma como fundador del ICR, reconocimiento por 40 Aniversario del ICRT; el Sello del Laureado reconociéndole la obra de su vida y su aporte a la cultura nacional, por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, así como la Medalla Raúl Gómez García, entre otras distinciones y reconocimientos bien ganados, por su demostrada versatilidad actoral, fundamental para el triunfo conquistado entre tan variados y selectivos contextos artísticos.
