Un rostro que hay que escuchar: Josefa Bracero Torres

Entre sus libros destacan (sin desdoro alguno de los restantes) Rostros que se escuchan, cuyo primer tomo fue publicado con ese título por la editorial Letras Cubanas en el año 2002 y luego, conoció otra edición en el año 2005; luego, en el año 2007, Otros rostros que se escuchan sería un segundo tomo, continuidad del anterior; y finalmente Estos rostros que se escuchan, todos por la misma editorial.

Bastarían para quedar consagrada no solo entre los historiadores de la radio cubana, sino también entre los que mejor han asumido y recreado el ambiente de las emisoras radiales y la vida y obra en cada una de ellas. Por todo lo anterior, su autora, Josefa Bracero Torres, deviene en sí misma, un rostro que hay que escuchar.

Agradezco a la M.Sc. Mileidy Martínez Parra, experta en políticas para la radio, por su ayuda invaluable y decisiva para estas líneas sobre Bracero, quien nacida camagüeyana el 28 de junio de 1942, se graduó como Licenciada en Periodismo, e inició a trabajar en el año 1969 en la Ciudad Camagüey y desde entonces y hasta hoy, ha sido locutora de primer nivel, periodista, escritora, guionista, realizadora de programas y directora de radio.

Así fue, por ejemplo, locutora en los actos nacionales por el Centenario de la caída del insigne patriota cimero de su Camagüey natal, Ignacio Agramonte (1973), así como en la Gala por el 26 de julio (Camagüey, 1977) y también en el Concurso Nacional de Música Cubana “Adolfo Guzmán” del año 1979. Ella es hoy una Personalidad de la Radio Cubana.

Asimismo, intervino como animadora en múltiples programas musicales grabados para la televisión nacional en Camagüey, donde fue jefa de información de la radio entre 1978 y 1985, y directora provincial de radio y televisión, desde el año 1980 hasta el año 1985.

En 1985 comenzó a dirigir el medio radial como vicepresidenta del Instituto Cubano de Radio y Televisión (Icrt), hasta el año 2004.

Otros de sus libros son Cámara en mano, homenaje que dedicó al 60 aniversario de la televisión cubana (2010); Silencio… se habla, que le publicó la editorial Pablo de la Torriente (de la Unión de Periodistas de Cuba, Upec) en el año 2007, sobre la historia de la radio hasta el año 2006. También en el año 2001, la editorial Capiro le publicó Mujeres locutoras en Cuba.

Entre los múltiples premios que ha recibido se destacan aquellos en los Festivales Nacionales de Radio y Televisión, así como en los Concursos Caracol de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), en los concursos “26 de julio” de la Upec, y tres premios con que la reconoció la Caribbean Broadcasting Union (CBU) en los años 2004 y 2005 como realizadora radial, por documentales culturales.

En el año 2004 fue reconocida con el Premio Nacional de Radio por la obra de toda la vida, y en el año 2005 mereció la Distinción Artista de Mérito de la Radio y la Televisión.

Desde el año 1992 ha ostentaba la Distinción por la Cultura Nacional.  También ha ganado la Orden “Ana Betancourt,” la Distinción “Raúl Gómez García”, la Distinción “Félix Elmuza”, y ha sido reconocida como Cuadro Destacado del Estado Cubano, así como Hija Ilustre del municipio Camagüey, y de la provincia Camagüey.

De su obra diría una veterana como Mirta Muñiz Egea, una de las sobrevivientes de dos veces fundadores de la Televisiòn cubana (la de 1950 y la de 1959), que le agradece a Josefa “hacer una profesión de fe: me duelo con los errores y me regocijo con los éxitos, porque yo amo a la televisión”:

Muñiz destaca que la obra de Josefa Bracero se apoya sobre acuciosas investigaciones de la prensa, con interesantes relatos y compilando informaciones, como “encomiable empeño de documentarlo todo aporta fechas, datos, nombres de muchos de los principales eventos del medio”.

Bracero ha ofrecido conferencias sobre radio en el Instituto Superior de Arte (Isa), en el Instituto Internacional de Periodismo “José Martí”, y en países como España y México. Luego se ha dedicado a la investigación histórica, mientras escribe libros, programas de radio y de televisión, y trabajos periodísticos para Internet, de hecho fue la primera colaboradora del Portal de la Radio Cubana con su sección histórica (Memoria Radial)

Josefa Bracero Torres nos ha develado tantos rostros que se escuchan en los medios de difusión masiva, y no es posible olvidar que por todo ello y más, ella constituye un rostro que hay que escuchar, puesto que con su tanta obra aportada y el ambiente recreado de los medios, ella misma ha quedado explícita con un lugar reconocido en la historia de la radio, y de las artes mediáticas cubanas.

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