Nacido el 14 de diciembre de 1929 en San Luis (Santiago de Cuba), Ibrahim Aput Eybaiter falleció en La Habana hace exactamente cuatro años: el lunes 7 de diciembre de 2020 con 91 años de edad, reconocido decano Locutor de Primer Nivel y profesor de locución.
De procedencia campesina media de las montañas santiagueras cercanas al poblado de San Luis, donde no había escuelas y solo tenía 3er grado, siendo adolescente estudió por correspondencia Geografía Matemáticas (una asignatura a la vez) y completó un curso de radio técnico de la National School; le gustaba la radio pero la veía muy lejana.
Comenzó a trabajar en 1947 como chofer, y en 1948 con apenas 19 años de edad, en la emisora CMKQ (hoy Radio Majaguabo) que se había recién creado en su municipio San Luis, donde trabajaba de operador un primo suyo y a donde iba dos o tres veces por semana para comprender el funcionamiento de sus equipos trasmisores; el 16 de agosto de 1948 durante los carnavales del poblado, al faltar el locutor que debía comenzar a las 6 de la tarde le pidieron que asumiera. Tras reticencias iniciales por no haberlo hecho antes ni tenerlo pensado, aceptó y lo primero que anunció fue una canción de Pedro Vargas: Velaré tus sueños: empezó sin salirle la voz y el operador de audio tuvo que alarmarlo; cree que pronunció muy rápido y no lo hayan entendido, pero debutó como locutor, con lo que tanto él con auto-conciencia de “guajirito”, como el público, quedaron fascinados para siempre y comenzó a leer más que nunca.
Antaño, el Ministerio de Comunicaciones exigía titularse para poder ejercer como locutor y en 1950 fue uno de los dos (de diez aspirantes) que aprobó un examen muy riguroso, y continuó ya oficialmente en la muy importante CMKR, conocida entonces como la Red Provincial de Radio de Santiago de Cuba, y en otras emisoras del Oriente cubano.
A la sazón las emisoras trabajaban según los anuncios, y en 1952 se mudó de Santiago de Cuba a Manzanillo, e inmediatamente comenzó inaugurando la CMDF Radio Manzanillo (hoy Radio Granma) que antaño ocuparía una importante plaza comercial donde formó un grupo dramático con aficionados entre sus más bellos recuerdos de entonces (aunque sin presupuesto duró poco), compartiendo el trabajo con la CMKX de Bayamo.
En Manzanillo se vinculó con una célula del Partido Ortodoxo que era su base política (activo militante de la Juventud Ortodoxa), y con el clandestino “Movimiento 26 de Julio” (“M-26-7”) que contra la dictadura batistiana comenzaba a tomar cuerpo en Manzanillo, grupo de jóvenes liderados por Andrés Luján Vázquez, hasta que en diciembre de 1956 el capitán de la policía Leoncio Naús Jaile, le dio 24 horas para abandonar la ciudad.
En enero de 1957 llegó a La Habana, donde comenzó a trabajar en Radio Caribe, emisora con características muy parecidas a Radio Reloj excepto que incluía anuncios como todas entonces, situada en Prado número 111, donde operaba una célula del “M-26-7” dirigida por el locutor Julio Carranza Valdés con muy intensa actividad, a la que rápidamente se incorporó, combinando la locución con sus luchas revolucionarias.
Por los bajos sueldos, los locutores tenían que moverse a varias emisoras; así que trabajó en Radio Mambí (también en la Avenida del Prado), en Radio Lavín, en la CMK Radio Deportes, en Radio Musical, en la Cadena Oriental de Radio (que desde 1953 se había trasladado desde Santiago de Cuba a La Habana) y además, se formó como actor.
A consecuencia de una delación, el 22 de agosto de 1957 fue detenido y conducido a la Novena Estación bajo el sanguinario Esteban Ventura Novo, donde fue golpeado durante cinco días hasta que tras advertirle que debía decir que los hematomas y lesiones de la golpiza fueron causados por un accidente, fue liberado debido a las gestiones del Colegio Nacional de Locutores, que también lograría liberarlo cuando en junio de 1958 fue nuevamente detenido y conducido al Buró de Investigaciones (Avenida 23 y 30, llamado Parque del Buró o del Framboyán) para interrogarlo a todas horas y tratar de amedrentarlo.
Dadas las relaciones de Radio Caribe en La Habana, donde trabajaba con la nueva emisora que es pretendía inaugurar, el 15 de diciembre de 1958 participó en la inauguración de CMKN Radio Isla de Pinos, a la que el 31 de diciembre fue enviado a una misión de la Revolución que no llegó a cumplirse pues coincidió con la huida de Batista esa madrugada al 1ero. de enero de 1959. Pero en la organización de esa emisora pinera se mantuvo colaborando cinco meses, a petición de Armando Hart Dávalos y Jesús Montané Oropesa, recién liberados de la tenebrosa prisión pinera. Luego regresó a La Habana a continuar desempeñando sus plazas en Radio Caribe y en Radio Musical, que eran las emisoras de radio en las que a la sazón, trabajaba.
En 1962 fue trasladado a Radio Rebelde hasta 1970, cuando fue enviado como actor y locutor a la Televisión que necesitaba locutores, aunque prefería la radio por exigir más al locutor sin tanto tiempo en vestuario, maquillaje, etcétera.
En cine, actuó en la película cubana Ustedes tienen la palabra (1973; director: Manuel Octavio Gómez). En 1991 decidió jubilarse, y al ir a saludar a los jefes de locutores en Radio Reloj, estos se negaron y lo incorporaron al grupo de locutores de Radio Reloj el resto de su vida, donde sería uno de los abanderados del estelar “Matutino” y se oiría diariamente con alto grado de profesionalidad.
Su labor docente (muchas veces, desinteresadamente) despegó en la televisión formando locutores, incentivado por ese otro gran locutor que era Antonio Pera, necesaria y hermosa vocación todo el resto de su vida; miembro de los Tribunales Nacionales de Evaluación de Locutores desde su fundación, y de la directiva nacional de la Cátedra de Locución. Presidía el Consejo Artístico de Radio Reloj, donde lo conoció Paquita Armas Fonseca en la década finisecular mientras ella hacía una estadía de diez años allí, y lo calificaría como “una de las voces identificativas de la radio” y “el maestro por excelencia”, a decir de la gran mayoría de los jóvenes locutores cubanos, sobre todo de la radio, proclamándolo Un paradigma de la locución cubana en www.envivo.icrt.cu en su artículo que así tituló el 7 de diciembre de 2020, al fallecer el Maestro.
Entre los discípulos de Aput que han hecho historia en la locución cubana, Armas cita al tan popular Marino Luzardo, y a Humberto López, cuando Aput fue en el año 2005 a Radio Llanura (Colón, Matanzas) como parte de una evaluación nacional y “más que evaluar, enseñaba y daba lecciones todo el tiempo” y diez años después, en un encuentro casual en El Vedado, Aput lo recordaba y lo llevó consigo a Radio Reloj durante meses, “mi mejor y más importante paradigma en la locución”; y “el maestro más dedicado y el más grande amante que ha tenido la locución cubana” (Marialina Grau); “maestro y formador de locutores” (Pedro Martínez Arcos) y para Agnés Becerra: “ejemplo de constancia (…) De gran voluntad. Defensor de nuestro oficio y consecuente con eso”.
En efecto: decía que su profesión, “muy linda”, exige entre otras aptitudes, mucha disciplina, amarla, dedicarle todo el tiempo y estudiar mucho porque “un locutor sin cultura es como un cuerpo sin brazos”; lamentaba calcular un 70 % de nuevos locutores sin el amor de su generación, buscando más “el figurado”.
Impartió seminarios a muchos lectores de tabaquería, para mejorar la calidad de su trabajo, y fue además profesor de locución, de declamación, y de narración en el proyecto Voces del Futuro, de la emisora COCO, con 60 niños entre 9 y 14 años de edad, bajo la coordinación de Maidé Abreu, cantera para los programas infantiles de radio y televisión.
Entre otras muchas huellas legadas, se ha citado entre los que en septiembre de 1986 fundó la emisora Radio Caribe en el Municipio Especial Isla de la Juventud, al preparar al personal que allí trabajaría.
Con lo que llamo la grandeza de la sencillez, reconocía (como todo genuino profesor) aprender de sus noveles alumnos en el mundo de la locución, que tanto le satisfacen al avanzan y apenan cuando no, y sin ser dado a las “Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación”, apostaba decididamente por la comunicación, e incluso ayudaba a elaborar los partes climatológicos a fin de que el oyente se sintiera a gusto en tales momentos.
Participó en movilizaciones militares, distintas zafras agrícolas (ocho zafras azucareras y una tabacalera, y cuatro años permanentes en la agricultura) y fue Vanguardia Municipal, Provincial y en dos ocasiones, Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
Entre otros premios y reconocimientos ostentaba la Medalla 60 Aniversario de la CTC, la de Combatiente de la Clandestinidad, la de Misión Internacionalista y aquellas por los 30, los 40 y los 50 años de las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), Fundador de las Milicias Nacionales Revolucionarias y Certificado de Fundador de las Milicias de Tropas Territoriales, Trabajador Distinguido de la Cultura (1995), Sello 50 años de Voz y Sueños y el de los 80 años de la Radio Cubana, la Gitana Tropical que reconoce los aportes a la cultura habanera, la Distinción Artista de Mérito, la Félix Elmusa (Unión de Periodistas de Cuba), el Micrófono de la Radio y el Premio Nacional de Radio (2009), y sobre todo el reconocimiento de sus discípulos y colegas y de todo el pueblo y la cultura cubanas, al llamarlo su decano; no por azar, en 2012 (octubre 2) un artículo en www.radiocubana.cu se tituló Ibrahim Aput Eybaiter: el gentleman de la locución cubana.