Adolfo Guzmán, eterno maestro de maestros

Al referirse a Guzmán, Esther Borja, nuestra Damisela Encantadora, señaló:

«Guzmán tiene un lugar preferente en mi corazón y en mi vida. La gente no es capaz de imaginarse lo que significa para un intérprete, que un compositor le diga: -A mí me gusta mucho como tú cantas mis cosas, me gusta mucho, porque tú las cantas como a mí me gusta.- Guzmán fue para mí no solamente el director de El Álbum de Cuba, durante muchos años. Fue un amigo»

¿Quién era en realidad Adolfo Guzmán?.

Con sólo ocho años comenzó los estudios de piano y más tarde los de instrumentación. Con diecisiete años trabajó como pianista acompañante del conjunto argentino Los Románticos Gauchos, del cual era cantante Ricardo Dantés, quién se convirtió también, en un primer actor de la Radio y la Televisión cubanas.

Guzmán dejó una huella profunda en la Radio de Cuba, que comenzó en 1938, cuando debutó como músico en CMW Cadena Roja. Acompañó como pianista en la RHC Cadena Azul, al cantante argentino Alberto Gómez, a quién acompañó también en su gira por Santo Domingo, en 1944. En 1948, el maestro repetiría una gira por ese país.

Durante los cinco años que estuvo en el aire, de 1943 a 1948, la emisora Mil Diez, se nutrió de lo mejor de la escena cubana. La Orquesta Mil Diez, reunió a las figuras más sobresalientes, entre ellas, como directores, a Enrique González Mántice, Roberto Valdés Arnau, Félix Guerrero y Adolfo Guzmán. El maestro Adolfo Guzmán se convirtió en el Director Musical de esta emisora.

Sobre Adolfo Guzmán, me dijo el también maestro Félix Guerrero: «Todos los que tuvieron el honor de conocerlo, coinciden en que el maestro Adolfo Guzmán tenía un oído musical privilegiado». Escucha esta anécdota:

«Un día en el Teatro Amadeo Roldán, antiguo Auditórium, un pianista francés tocaba una obra muy difícil. Estábamos cuatro o cinco músicos y de pronto Adolfo Guzmán, que tenía un oído absoluto, perfecto, nos dice: – Ese piano esta desafinado. – Ni Mántici ni los demás nos habíamos percatado. Terminó el concierto, fuimos al piano y, efectivamente, Guzmán nos probó que tenía dos o tres notas desafinadas. Esa condición no la recuerdo en ningún otro director».

Entre 1951 y 1959, Adolfo Guzmán trabajó como director de orquesta en la Televisión. Fue fundador de la Orquesta de la Radio y la Televisión cubanas, la que dirigió durante muchos años.

En 1960 al crearse el Instituto cubano de Derechos Musicales, fue nombrado su presidente. Organizó, junto a la gran autora Isolina Carrillo, el Coro Gigante de la Central de Trabajadores de Cuba.

Los eventos musicales más importantes del país, contaron con la sabiduría y dirección musical del maestro Adolfo Guzmán, entre ellos El Festival de Música Cubana celebrado en la playa azul de Varadero en 1975; el Festival Internacional de la Canción de Varadero, en 1970.

También Adolfo Guzmán representó dignamente a la Patria como miembro de la Delegación EXPO-67 en Montreal, Canadá; como asesor musical de la Delegación que participó en los Juegos Panamericanos en Santo Domingo, en 1971. Y como presidente del Instituto Cubano de Derechos Musicales, viajó a Checoslovaquia, París y República Democrática Alemana. Sin embargo siendo director de la orquesta Riverside, no pudo asistir a la gira de ésta por Miami, al negársele la visa de entrada a Estados Unidos, por sus ideas comunistas.

En 1976, recibió la Orden XX Aniversario del Desembarco del Granma y el Título de Héroe del Trabajo de la República de Cuba.

Cuca Rivero y Esther Borja, son personalidades de nuestra cultura, galardonadas con los Premios Nacionales de Música y Televisión. Ellas laboraron en el programa de Televisión Álbum de Cuba junto con el maestro Adolfo Guzmán, durante veinticinco años, pero la relación con él, fue más profunda:

Cuca Rivero, lo mantiene vivo en su recuerdo:

«Me mudé y compré en el edificio Focsa por él, que ya lo había hecho. Era muy amigo mío y estimó que así estaría más cerca de nuestro trabajo en la Dirección de Música de la Televisión. Era una persona excelente, muy inteligente y un agudo conversador. Le admiré tanto que cuando lo eligieron Héroe Nacional del Trabajo le escribí una cartica».

«Le decía: – Te felicito y me felicito por ser amiga tuya. Si por el trabajo te han designado héroe, que no se te hubiera dado por buen esposo, padre y excelente amigo.- Puse mi cartica en su taquilla del Focsa. Pocos días después, murió. Ligia su mujer me dijo: – Quiero que sepas que tu carta fue lo último que él leyó y exclamó: ¡Que lindo escribe Cuca!.- Realmente, él sabía que era absolutamente sincera. Es una obligación promover sus canciones. Siempre será una satisfacción para un cantante poder interpretar su música».

Coincidiendo con el año escogido para celebrar en Cuba el XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, la Radio y la Televisión proyectaron la realización de un concurso para facilitar a los jóvenes talentos la presentación de sus obras. Cuentan que fue el maestro Alberto Vera quién sugirió el nombre: <>. El evento celebrado por vez primera del 28 de Junio al 2 de Julio de 1978, ayudó a abrir las puertas a los autores e intérpretes para acceder a los estudios de grabación

Canción eterna de la juventud, de la firma autoral de Marta Valdés, interpretada por Viviana García con orquestación del maestro Rey Montesinos, fue el tema que se alzó con el <> en esta primera edición, que contó con veinticuatro obras finalistas.

Después siguieron diez convocatorias para tributar más de dos centenares de obras que enriquecieron las fonotecas de todas las radioemisoras del país. Siempre recuerdo con cariño el Guzmán de 1979, donde trabajé como locutora, pero la edición del concurso que más me impresionó en los primeros años, fue la de 1981. Todos los que estábamos en el teatro Carlos Marx en la noche final de aquel diciembre salimos a la ancha avenida tercera de Miramar, al ritmo contagioso del conjunto Manguaré. ¿Qué sucedía?. Que el joven autor avileño Andrés Pedroso había subido al escenario del gran teatro por segundo año consecutivo. Todavía estaba vivo en el recuerdo aquel diciembre de 1980, y a Sara González, diciendo con el corazón la Tonada y feeling para un caminante, con la que Pedroso se llevó el <>.

En esta ocasión el pueblo y el jurado habían coincidido y en el momento que Omara Portuondo se paseaba por la escena haciendo una gran creación del <>, Junto a mi fusil, mi son, fue interrumpida por el animador Germán Pinelli, para anunciar que el propio tema de Andrés Pedroso había merecido el ansiado veredicto del jurado. Omara levantó de sus asientos a todos los asistentes, que salimos a la calle, para acompañar a la gran diva de la canción, y a Pedroso, que fue llevado en hombros.

En el año 2000, después de un receso de más de diez años, fue convocado de nuevo el Concurso de Música Cubana Adolfo Guzmán lo que fue recibido con mucha alegría por autores e intérpretes. Beatriz Márquez hizo gala de su calidad interpretativa al recrear del prolífero Pedro Antonio Romero, la preciosa canción Mariposa, que obtuvo merecidamente el <> del certamen.

Adolfo Guzmán

(La Habana 13 de mayo de 1920 al 30 de julio de 1976). Compositor, pianista, instrumentista y director de orquesta.  A los ocho años de edad comenzó sus estudios de piano, seguidos cuatro años más tarde con los de instrumentación. En 1937 trabajó como pianista acompañante del conjunto argentino Los Románticos Gauchos. En 1938 fue músico de la emisora radial CMW Cadena Roja. Realizó su primera gira por el interior del país en 1939. Fue director musical de la emisora Mil Diez. Acompañó, como pianista, al cantante Alberto Gómez en su gira por Santo Domingo, en 1944.Dirigió la orquesta Habana Casino. Trabajó en la orquesta del teatro Campoamor. De ideas izquierdistas, participó y apoyó una huelga de los trabajadores del Zombie Club, donde laboraba. Inauguró el cine-teatro Warner (hoy cine Yara). De 1951 a 1959 trabajó en la televisión. Dirigió la orquesta Riverside. Trabajó en Canal 4 de televisión. En 1960 fue nombrado Presidente Instituto Cubano de Derechos Musicales, ICDM. Organizó, junto a Isolina Carillo, el coro gigante de la Central de Trabajadores de Cuba. La CTC lo honró designándolo Héroe Nacional del Trabajo, distinción que le fue conferida post mortem. De su labor como compositor sobresalen: «No puedo ser feliz», «Cuando tú me quieras», «Lloviendo», «Al fin, amor», «Profecía», «Te espero en la eternidad» y «Es tan fácil mentir», todas canciones). Sus obras revelan una fina sensibilidad y un tratamiento armónico y melódico audaz y hermoso. El más importante concurso para autores de Cuba, que auspicia el Instituto Cubano de Radio y Televisión, lleva su nombre

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