Oscar fue conocido por el público cubano por muchos de los papeles que interpretó. Sin embargo, es en 1938, con su actuación en el personaje protagónico de la serie detectivesca Chan Li Po, que se establecería un antes y un después en el desarrollo de su profesión.
Como versátil hacedor de nuestra Radio también marcaría pautas en la dirección de El derecho de nacer, obra también de Félix B. Caignet, con cuyo éxito alcanza también uno de los puntos más altos de su carrera.
Su experiencia profesional no se limitó al mundo de la Radio, sino que también incursionó en la televisión, dejando huellas en la realización de programas como Su estrella favorita y De fiesta a las 9.
El Sibanicú hizo importantes aportes a la Radio en nuestro país, entre los que se cuentan la introducción de la narración simultánea y el movimiento audio-escénico en la Radio.
Quizás uno de los más importantes documentos históricos legados a nuestra historia en el campo de la producción radiofónica lo representa el volumen La Radio en Cuba (1981), a cuyas páginas llevó Oscar los más trascendentales momentos de la radiodifusión nacional desde sus inicios.
También escribió otras obras como Alejo Carpentier y la Radio y Luis Casas Romero: el creador de la criolla. Se conserva, asimismo, un volumen inconcluso de su autoría titulado La radionovela y Félix B. Caignet, aún no publicado, y que esperamos vea la luz editorial con motivo del Centenario de la Radio en la Isla.
Oscar Luis López falleció en la Habana, su ciudad natal, en el año 2007.