por Al comenzar la Semana de Girón de abril de 1965, el personal técnico, el de oficina, locutores, operadores, productores, entre otros, del ICR y el de la emisora de la ciudad principeña, se trasladaron con todo el equipo hacia las distintas granjas para desde allí ofrecer su programación habitual.
Una brigada de 15 trabajadores del sector instaló la emisora con todos sus detalles técnicos y el resto del personal movilizado hacía turnos especiales de trabajo para luego dar su aporte como machetero. La historia recoge que la primera de esas trasmisiones se realizó en una granja del Central Patria y las últimas en el central Enrique Varona los días 18 y 19 del propio mes.
En esa oportunidad, Edel Fernández, delegado provincial del Instituto Cubano de Radiodifusión, en entrevista ofrecida al periódico Revolución, expresó que “la tarea no lucía nada suave, pues hay que comprender lo que representa este esfuerzo”.
Años después cuando rememoraba el hecho describía: “Así fue que en el 1965, en una reunión en la JUCEI provincial se planteó la necesidad de que los compañeros participaran movilizados en la zafra azucarera. Les expliqué que no era fácil por lo reducido del personal y entonces sugerí trasladar la emisora al campo y trasmitir por control remoto toda la programación. Convencí a la gente, le expliqué la necesidad de colaborar con la zafra y que íbamos a vivir en los cañaverales, en los centros de acopios, que íbamos a cortar caña y a trasmitir también la programación normal.
Aquello no era juego. Teníamos un equipito de 50 w de salida de FM y empezamos. La primera emisora que escogimos para hacer el trabajo fue la CMJX, Radio Morón, porque tenía 6 importantes centrales azucareros. Además su director era el mejor de la provincia, que había sido capaz de lograr un formidable trabajo en la emisora.
Así se convirtió Radio Morón en la primera emisora de Cuba en trasmitir toda la programación desde los cañaverales. Después se encadenaban las emisoras de la provincia; nos llevamos a Santiago Arias como jefe de programación de la cadena provincial y así estuvimos dos años en la zafra, trasmitiendo desde los campos. La última fue precisamente en el Central de la Juventud, que así le habían puesto al central de Falla, hoy Enrique Varona”.
Ejemplo de la dedicación de su colectivo laboral en esas duras faenas puede apreciarse cuando en una ocasión había que trasmitir un acto de macheteros voluntarios desde una granja y el control remoto no alcanzaba a la planta matriz ubicada en Morón. ¿Qué hacer? El acto había que radiarlo y la sabia solución fue instalar la torre de cien metros sobre un molino de viento, así, la señal salió con la debida calidad.
Todo este esfuerzo se realizó con la mayor parte de los equipos del área capitalista, con años de explotación. Radio Morón salió al aire todos los días y en ocasiones se mantuvo en el aire 24 horas continuas desde los campos de la antigua región moronense.